Rubí

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Stiles estuvo en el hospital durante una semana. Melissa trataba de ocultar el lado sobrenatural al resto de los médicos, pero eso no facilitaba el trabajo. Al contrario.

-¿Qué le ocurre? -Scott ya estaba sano, y visitaba todos los días a Stiles.

-Aun no lo se. Le queman los ojos. Lo tenemos sedado para que pueda descansar. -tomó la mano de Scott.- Llama a la clínica, necesitamos un poco de sabiduría sobrenatural.

-Ahora llamo a Deaton. Mamá, cuídalo.

-Derek no se ha separado de él...-levantó la ceja.- es... raro.

-No soy quien para contar nada mamá... pero no hay nadie mejor que él para estar ahí.-Scott no quería destapar a la pareja. Nadie sabía que su amigo era gay, y menos que Hale era su pareja.

Los ojos del sheriff miraban a Derek fijamente. Le inquietaba aquel repentino interés hacia su hijo. Nunca había oído que fueran amigos, y ahora no se separaba de él.

-Oye... me voy a trabajar...-dijo el padre.- ¿No deberías irte tú también? Esta sedado...

-Me quedo.-dijo seco.

-Bien... llámame si pasa algo...

Derek se quedó a solas con Stiles. Aprovechó para cogerle la mano y llevársela a los labios. Su pequeño cordero parecía estar en un mal momento. Desde la muerte de Peter, era incapaz de ver algo con sus ojos, y lloraba lagrimas de sangre, además de los dolores de cabeza.

-Ya estoy aquí.-Deaton entró a la media hora. - Tengo que despertarlo. Vigila la puerta Scott.

Scott obedeció y se quedó en la puerta. Deaton eliminó el gotero de sedante, y poco a poco Stiles volvió de entre sus sueños.

-Ah...-masculló.

-Stiles... Stiles, soy Derek. -tenía ganas de llorar. Con suavidad besó su mano.- Deaton esta aquí. Va a ayudarte, ¿vale? Todo saldrá bien.

-Derek... me... me duele...

-Lo se... lo se. Aguanta un poco.

Deaton comenzó a quitarle la venda de los ojos. Tenía manchas de sangre seca. Con suavidad retiró el algodón de los ojos de Stiles.

-¿Puedes abrirlos?

-Me... arden...-lentamente hizo fuerza para abrirlos un poco.- Veo... veo mal...

-Están manchados de sangre, es normal...-Deaton lo observó y se quedó absorto con aquello.- No puede ser...

-Esos ojos...-Derek se asombró también.- Son...

-Los ojos de un alfa. ¿Cómo? -Deaton jamás había visto algo así.

-Mató a Peter. Eso podría explicarlo.-miró los bellos ojos rojos de Stiles, que brillaban como rubíes perfectos.- Son... preciosos. No son como los míos. Brillan más

-No me cabe duda de que el mundo sobrenatural adora saltarse las normas, pero aun así... esto es nuevo. Su cuerpo no puede soportarlo. -le puso la venda en los ojos de nuevo.

-Haced que pare... por favor... -Stiles temblaba. Sentía la tentación de arrancarse aquellos ojos para dejar de sufrir.

-No se como va a evolucionar. -Deaton colocó la via a Stiles. - Pero sin duda... atraerá a muchos curiosos. Stiles es... algo nuevo. No se como afectará esto a su cuerpo si... lo aguanta. -Stiles ya estaba dormido de nuevo.

-¿Qué podemos hacer? ¿Cómo que si lo aguanta? ¿Y si no lo hace? -Derek estaba nervioso. No estaba por la labor de perder su chico. Por fin el territorio era suyo, y su pequeño Stiles era suyo. Aunque ahora parecía que salía con un alfa.

El lobo y el corderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora