Estragos

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Peter lo levantó del suelo como si no pesara nada. Stiles jamás había sentido tanto miedo. Su corazón parecía que iba a estallar en cualquier momento, y su respiración retumbaba en sus oídos. No había forma de escapar. Recordó a su padre, no podía dejarlo sólo. Después pensó en Derek, y rezó por poder verlo una última vez antes del fin. Sólo ver una vez más sus ojos, y decirle que lo quería. 

Lo arrastró fuera del baño, era inútil tratar de agarrarse a cualquier objeto. Un fuerte golpe le hizo perder la orientación durante unos segundos. Cuando volvió en sí, notó como Peter le agarraba del pelo y lo arrastraba escaleras abajo. La boca le sabía a hierro, y le dolía el hombro. Trató de anclarse al suelo con las piernas, pero una vez más, era inútil.

-Suéltame...-se agarró a su brazo y trató de arañarlo para que le soltara. Por más que forcejeaba, Peter no cedía. 

-¿Y quedarme sin diversión? Estas muy lejos de que te deje ir. -su voz sonaba muy agresiva. 

De los ojos de Stiles comenzaron a caer lágrimas. No tenía fuerza como para enfrentarse a él. Sólo era un humano, un simple e inútil humano. Peter lo lanzó con fuerza por el pasillo rozando el suelo hasta que chocó de espaldas contra las taquillas.

-¡Ah!-gritó al sentir como algunas se le caían encima. Trató de moverse, pero estaba demasiado débil. Se agarró al suelo con las uñas y lentamente salió de debajo de las taquillas.

-Es como ver a un ratoncillo tratando de escapar de una serpiente...-agarró a Stiles de la ropa y lo puso de pie.- Cuanto más te muevas, más fuerte te agarrará... y más doloroso será.-sonrió antes de morder agresivamente el cuello de Stiles. -Me aseguraré de que los mordiscos sean lo suficientemente leves como para que no seas un hombre lobo.-sonrió.-Pero lo suficientemente fuertes como para que te duelan.

Peter volvió a lanzar a Stiles contra el suelo. Se llevó un golpe en la cabeza que lo dejó sordo durante unos segundos. Todo daba vueltas y sus párpados pesaban. Cerró los ojos y  cuando abrió los ojos de nuevo, sintió las manos de Peter recorriendo su cuerpo. 

-No...no...-lo intentó apartar a puñetazos.- ¡No me toques! ¡NO ME TOQUES! -empezó a ponerse histérico. Los recuerdos de la violación del profesor parecían estar vivos de nuevo.- Por favor, por favor no... -notó como le arrancaba los pantalones.-¡No!-forcejeó, pero Peter ya se estaba desabrochando los suyos.

Dejó el torso de Stiles desnudo y pasó sus manos por él. La repugnancia se apoderó de los pensamientos del chico. Sólo Derek podía tocarlo así, nadie más. Se retorcía sin parar tratando de salir de debajo del alfa, pero las fuerzas poco a poco empezaron a fallarle. 

-Créeme si te digo... que jamás habrás conocido un dolor igual. -dijo con ansias buscando el trasero de Stiles. - Disfrútalo. 

-¡SUÉLTALO! -se oyó un rugido que hizo temblar todo el edificio. Una sombra golpeó a Peter y lo apartó de Stiles, que yacía en el suelo sin camiseta y con el pantalón roto. Alguien tiró de él y lo puso en pie, pero apenas podía andar del agotamiento.

-Derek...-susurró Stiles al ver como su lobo peleaba contra el otro. Peter era mucho más grande.- Scott... ayúdale...-le suplicó a su amigo que lo había recogido del suelo. Scott le puso su chaqueta y asintió.

Dejó a Stiles sentado y se lanzó con Derek a pelear. No podía decir que estuvieran ganando. Aquel lobo era diferente a todo lo que se podían imaginar. Sus ojos se volvían violetas, mezclando su rojo de alfa y el azul de asesino. Su piel era gris, y sus garras doblaban a las de sus compañeros. 

Scott fue el primero en quedar noqueado. Peter lo lanzó contra la ventana rompiéndola en mil pedazos, de los cuales muchos acabaron atravesando el cuerpo de Scott. Stiles fue hasta él para ayudarlo, pero estaba totalmente inconsciente. No pintaba bien, ni siquiera para un hombre lobo.

   -Scott amigo... aguanta...-Stiles le quitó los cristales de encima.  

-¡Scott!-gritó Derek al notar un cambio en el pulso de su beta. Su corazón había sido alcanzado por uno de los cristales.

Derek conseguía defenderse de Peter, pero no podía vencerlo. Tenía en mente el estado de su beta, y a la vez quería proteger a Stiles.  Su esperanza comenzó a decaer. No podía con aquel monstruo, no sin su manada. Lentamente, Peter fue ganando terreno, y comenzó a asestar fuertes golpes a Derek, que seguía delante de los dos chicos protegiéndolos.

Los ojos de Stiles se abrieron como platos al ver como Peter arrancaba una tubería de la pared y ensartaba a Derek con ella, atravesando su abdomen.

-¡NO!-gritó al ver como su amor caía de rodillas frente a él. 

-Lo...siento...Stiles...-susurró agarrando la tubería. Peter se acercó por detrás suyo con las garras en alto. Iba a matarlo.

-¡No!-Stiles llamó la atención de Peter.-¡BASTA! No lo mates. Por favor. Haré lo que quieras, pero déjalo vivir... 

-Stiles... me matará igualmente... huye...-susurró Derek. 

-No voy a ver como te matan por defenderme. -Stiles se levantó y fue hacia Peter, que lo miraba realmente interesado.- ¿Querías follar después de tantos años, no? Pues adelante. 

Peter sonrió. Miró a Derek, que le gruñó desde su posición, y se pasó la lengua por los labios. Tenía sangre en la cara, y aun quedó más horrible. Stiles llegó a su lado sin mirar atrás. No quería cruzarse con los ojos de Derek. 

El ganador se mordió el labio sediento de lujuria al ver a su trofeo llegar a él .Bajó los pantalones de Stiles. Agarró sus caderas con fiereza y lo pegó contra la pared. Stiles cerró los ojos y suspiró suavemente, intentando relajarse. 

-No... Stiles.... te prometí... que no volverían... a tocarte...-susurraba Derek entre espasmos de dolor. 

Pero Stiles no permitiría que murieran allí. El dolor que pudiera sufrir no era nada en comparación con lo que Derek y Scott estaban sufriendo. Peter agarró sus nalgas y tiró de su cabeza hacia atrás.

-¡¡Aghh!!-gritó al notar como Peter entraba en él. Sentía como si le cortasen por dentro. Aquello era demasiado grande (por estar transformado). Peter golpeó a Stiles contra la pared y tiró de su cabello hacia atrás para coger impulso y volver a golpearlo con otra penetración.

-GRITA. -le dijo antes de volver a embestirlo con fuerza, golpeando su cara contra la pared. -PIDE CLEMENCIA.

Stiles metió su mano en el bolsillo de la chaqueta de Scott, que llevaba puesta y cuando Peter estuvo distraído penetrándolo de nuevo, sacó un cristal de la ventana y se lo clavó en el cuello.

El alfa se llevó ambas manos a su cuello. Le había seccionado la yugular y la carótida. Trató de contener la hemorragia con sus manos, pero era demasiado. Lentamente, comenzó a morir desangrado.

Stiles se giró hacia él, y con una mirada fría le dio una patada para tirarlo al suelo. Pudo haberlo matado para acabar con su sufrimiento, pero decidió dejarlo morir lentamente.

-¿Quién pide clemencia ahora?-dijo pasando de él hasta llegar a Derek, que lo miraba absorto. ¿Aquel era el Stiles? ¿El mismo e indefenso Stiles?

Con cuidado, lo ayudó a sacar aquella tubería de su cuerpo para comenzar la curación.

-Stiles yo...-dijo entre lágrimas. Otra vez habían tocado a su chico. Además, había hecho que fuera él quien llevase las manos manchadas de sangre. 

-Shh...estoy bien.-no dolía tanto como esperaba. Tal vez era por la adrenalina. -Concéntrate en curarte, ¿vale? -le dio un suave beso en los labios, y se dirigió hacia Scott. Él estaba ya mejor, había conseguido comenzar a curarse.

Oyó un zumbido en su cabeza. Se giró pensando que tal vez algún insecto revoloteaba por allí. Pero no. El zumbido se transformó en un pitido intenso que hizo que Stiles se llevara las manos a los oídos. Algo  no iba bien. Comenzó a gritar para aliviar la carga en su cabeza. Era como si te taladrasen el cráneo. ¿Qué ocurría? 

Entonces sus ojos comenzaron a arderle. Los cerró con fuerza y se llevó las manos a la cara. Estaban sangrándole. 



El lobo y el corderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora