Luhan tenía una libreta azul, quizás no era la más nueva pero era lo suficientemente necesaria para albergar todos sus pensamientos. Pero un día su libreta ya no se encontraba dentro de su casillero como la había dejado, y comenzó a desesperarse cua...
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Oh Sehun: alto, de cabello castaño, piel nívea, rostro muy masculino, cejas gruesas y labios finos y naturales.
Es conocido en la escuela por participar en muchos eventos de caridad con su academia de danza. También posee un genial porcentaje de popularidad en en establecimiento, incluso fomenta que está interesado en estudiar y bailar sin querer enrollarse con alguien. Luhan lo sabía pero sin embargo no estaba seguro de ello pues muchas muchachas se confesaban y éste les daba la oportunidad de una cita para conocer a la persona.
Luhan estaba lejos de siquiera tener una cita con él por el simple hecho de que Oh Sehun no era gay. Él lo sabía por lo desinteresado que se volvía alrededor de chicos que tenían un fetiche con hacerle conversación, ignorando a todo aquel que se le insinuara.
—Adelante —La voz ruda del hombre le sacó de sus petrificación y abrió la puerta, asegurándose de ir mirando hacia abajo por vergüenza.
Escuchó el murmullo de todos los alumnos y se esforzó por no sacarles el dedo corazón. Avanzó un par de pasos, largos y extensos, deteniéndose al frente del profesor dándole la espalda a la clase.
¿Querían hablar de algo? ¡Entonces que hablen con su espalda!
—¿Necesita algo Xiao?
Luhan ahogó un jadeo. Estaba sintiéndose como un completo esquizofrénico al sentir la puzante mirada de alguien justo en su nuca. No le gustaba, aun así siguió esperando que de su boca se formulara alguna palabra coherente para ese momento.
Por un segundo olvidó a qué había venido, tal vez fue por el hecho de escuchar la silla arrastrándose por el piso o por haber sentido que su mochila pesaba demasiado. Pero se había quedado completamente en blanco, por su mente no pasaba nada más que la palabra huir marcándose en su frente.
Literal.
—¿Xiao? —El hombre lo zarandeó por los hombros a la deriva de la preocupación—. ¿Se siente bien?
—¡S-sí! —dijo rápidamente, alzando la vista para asegurarle que se encontraba bien.
Wu asintió esbozando una sonrisa—. ¿Qué haces aquí, Luhan?
Éste se quedó en blanco de nuevo, retorciendo los dedos de su mano que se encontraba justo bajo su abdomen. Inspiró mucho aire y cuando trató de abrir la boca, las palabras de algún morboso se escuchó alto y claro. Se giró rápidamente con cara de espanto y molestia.
No fue precisamente la voz de ese alguien sino lo que había dicho y que causó gran impacto, y hasta burla se podría decir.
—Se le está por confesar, profe, ¿o no, Luhan?
Buscó al causante de su molestia. Mientras se derretía por encontrar al engendro, algo llamó su atención. Ese algo ha hecho que abriera los ojos en demasía y casi se ahogara con la saliva. Las piernas le temblaron, además de que se encontraba muy asustado.
Su libreta ahí estaba, encima de una carpeta y bajo la mano de... Oh no.
Sí, Oh la tenía.
Seguro era una mal broma, Luhan comenzó a reírse como desquiciado.
«¡Noooooo podía ser!»
Ya sentía las lágrimas despegar de sus ojos.
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☁ Borré la historia pero la volví a publicar. ¡Capítulo nuevo! ¡Y corto! 💋😙
