—¡Luhan-ge! — Tao gritó despavorido mientras trataba de no caerse por culpa de su inexplicable corrida —. ¡Espérame!
Luhan caminó más rápido, tomando la mano de Sehun sin estar muy seguro de sostenerla. Y usando todas sus fuerzas, intentó buscar algún lugar seguro en donde ocultarse.
—Luhan, ¿qué haces? — preguntó el joven, dejándose arrastrar por él.
—Escapando de las garras de Tao — le hizo saber con un poco de terror.
Si Tao se llegaba a enterar que tenía una cita con el chico más popular de la escuela y qué incluso era su crush, no iba faltar momento en que él y sus amigos comenzaran a ridiculizarlo frente a la persona que le movía el pecho.
Pero, maldición, ¿qué hacía Tao ahí? Se suponía que el chino nunca iba a ferias y ahora le parecía bastante sorprendente encontrarlo por esos lugares.
— Oh. ¿Luhan? ¡Luhaaan! — su voz se escuchaba más cerca —. ¿A dónde está? Aish, estaba aquí. ¡Luhan, si estás ahí, sal!
— ¿No deberíamos ir con él? — propuso Sehun con una mueca. Estaban tras un puesto de dulces y la dueña pareció muy contenta en tenerlos ahí porque ni se molestó en acusarlos.
— No — dijo, moviendo la cabeza de un lado hacia el otro. Pudo ver la silueta de su amigo y rápidamente se apegó al alto para zafarse de los tenebrosos ojos de Tao.
Oh...
Amaba el perfume que usaba Sehun, era un aroma demasiado sexy y atrevido, muy masculino. Al contrario de éste, Luhan era del olor dulce y empalagoso, ese que aún podría persistir en la nariz, y le parecía bastante raro que Sehun no le haya dicho que le disgustaba el olor ya que muchos ya se habían quejado de ello con anterioridad.
— ¿Sigue ahí? — Sehun alzó el rostro del más bajo con sus dos dedos, mirándolo de manera cariñosa.
Luhan boqueó por aire, sin embargo se echó hacia atras para saber si Tao seguía en ese lugar. Y al no verlo, se relajó, posando la frente sobre el pecho del alto. Inhaló mucho y en breves segundo cerró los ojos para adaptarse al aroma tan atrayente.
— Ya no está — expuso con la voz ronca.
Sehun sonrió, poniendo sus manos sobre la espalda del contrario. Luhan se estremeció de repente y apretó los labios. Había imaginado su toque en muchas ocasiones y por fin si antojo se hizo realidad. Estaba viéndose feliz, demasiado.
Había tomado un helado en compañía de su crush, también recorrió tiendas de ropas con éste, e incluso Sehun le invito a visitar la feria del mercado con la idea de que le ayudara a comprar las cosas que su madre le pidió. Su día fue uno de los más bellos y relajantes, sin embargo hubo momentos en que pensó esto es una broma de muy mal gusto.
Aún no podía sentirse como si hubiera sido bendecido por alguien. No podía estar feliz cuando no sabía qué demonios ocurría. Estaba inseguro de todo, porque aun debía pedirle a Sehun su libreta y de paso aclarar las cosas. No podría soportar que fuera una mentira toda la actitud, el carácter y la cita.
— Encontré una libreta hace una semana — comenzó Sehun —. Fue un día raro, porque tuve la sensación de que algo se avecinaba.
Luhan parpadeó y se alejó un poco para mirarlo, preguntándose qué era lo que quería decirle el chico. Y no era tonto, Luhan sabía que era momento de hablar de su libreta pervertida y de paso subir un escalón y confesarse. Porque no importaba si lo rechazaba, al menos pudo sentir que era correspondido.
— Nunca pensé que podría haber alguien tan obsesionado conmigo — el chino sonrojó, apartando la mirada. Sehun sonrió enternecido —. ¿Luhan, por qué nunca has confesado?
Por miedo.
Ibas a rechazarme, Sehunnie.
— Y-yo... — negó para sí mismo, no iba a decirle nada. Después de todo, ésa sería la primera y última vez que saldría con Sehun —. ¿Sabes? Tengo hambre.
— Oye, Luhan — éste lo interrumpió, apartándose por completo.
— Sigo con hambre, Sehun. Quiero comer pasta o carne — inició, cambiando de tema. Sehun intentó continuar con lo que estaba por decir pero el de ojos avellanas negó con una sonrisa lastimera —. ¿Vamos? Por favor, estoy que muero de hambre. ¿V-vas a dejarme m-morir?
Luhan vio en cómo esos hermosos ojos brillaban de emoción, tanto que la expresión del chico vaciló un momento. Segundos después Sehun asintió y como si tuviera autorización, entrelazó sus dedos con los fríos de Luhan.
— Vamos — lo atrajo más cerca para depositar un dulce beso en su frente —, la comida nos espera.
Luhan asintiendo, y con una petrificación de los diosos, se dejó arrastrar por el alto.
¿M-me besó? Inconscientemente tocó el lugar en dónde fue besado, sintiendo aun los labios de Sehun en esa área. Quemaba, tanto como ahora su rostro ardía en llamas de pura vergüenza.
♡♡♡
¡Holiss! 😍😍😍
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Crush Perfecto ♔ HunHan
FanficLuhan tenía una libreta azul, quizás no era la más nueva pero era lo suficientemente necesaria para albergar todos sus pensamientos. Pero un día su libreta ya no se encontraba dentro de su casillero como la había dejado, y comenzó a desesperarse cua...