My Punishment

Capítulo 6

Los primeros rayos cayeron tan directos en aquel bello rostro de Lucca, despertó de muy buen humor, poco habitual en él, y no era para más, la noche anterior cuando estaba con su madre en McDonald hablo con ella, se divirtieron tanto que por un momento olvidaron todos los problemas que tenían. Lucca está feliz porque ayer su madre le había comentado que hoy comenzaría a trabajar en una feria de carros, ya que ella es muy buena comerciante.

Al terminar de cambiarse, Lucca decidió que le prepararía el desayuno a su madre que tal vez aún no se levantaba y llegaría la tarde a su primer día de trabajo.

Al bajar las escaleras de su habitación Lucca se percató en no hacer demasiado ruido para sorprenderla con un delicioso desayuno.

Cuando llegó a la cocina, él preparó zumo de naranja con unas tostadas, al asegurarse que todo estaba en orden llamo a su madre que para su sorpresa ya estaba vestida con una blusa blanca y una falda recta, que le quedaba espectacular.

-Como me veo.- dijo la dama parada frente a los ojos del joven.

-Espectacular.- dijo Lucca diciendo en voz alta sus pensamientos.- te he preparado el desayuno.- finalizó.

-Gracias hijo....- alargó- que lindo detalle.- dijo esto y le dedicó una sonrisa.

Terminaron sus alimentos y cada quien se fue hecho una bala ha cumplir con sus responsabilidades, Ann partió por la izquierda y su amado hijo fue por la derecha los dos con una sola misión cambiar su presente, por un mejor futuro, sin ataduras, sin perjuicios, pero no todo es tan fácil como se piensa, Lucca por ejemplo tenía que cambiar su estereotipo de niño malo, que ya no le hacia mucha gracia tener; por otro lado estaba su madre que ya no trabajaba desde hace mucho debido a que pasaba en casa tomando con su esposo, aunque salia por las tardes enviada por él para que realice las "compras", claro mientras ella cumplia con lo ordenado por Santiago, él aprovechaba el tiempo para hacer de la vida de Lucca un verdadero infierno.

Sumido en sus pensamientos Lucca llegó al colegio, al igual que su madre al trabajo, poco a poco el buen animo con el que despertó Lucca se fue sustituyendo por una seriedad absoluta porque se imaginaba lo que le esperaba al llegar a la escuela, niños huyendo de su "maldad". 

Ya en la entrada a su colegio vio como muchos grupos de amigos hablaban si parar de todo lo que hicieron en el fin de semana. La mayoría dejó de hablar tras su llegada. Se sentía incómodo ya que no hoy no tenía ganas de pelear con nadie así que se dirigió a su aula antes de que sonara el timbre, al llegar miró al chico castaño que parecía tranquilo y no grosero como realmente era.

-Parece un ángel.-pensó para sí, pero al darse cuenta de sus pensamientos los ignoró y se dirigió a su asiento.

El chico al percatarse de su presencia, se sacó uno de los audífonos que llevaba puesto y solo lo observo un momento sin decir absolutamente nada.

El castaño pensaba en lo guapo y varonil que se veía su compañero. Claro pues él tenía bien en claro cuáles eran sus orientaciones sexuales y apenas vio al muchacho que causó problemas su primer día de clases, quedó cautivado con su belleza. Claro que su actitud no era la mejor, pero Joseph se encargaría de cambiarla por una de amistad y después de amor.

Sonó el timbre del recreo y todos salieron corriendo, claro menos Lucca y Joseph, que se quedaron hasta el final, primero porque los dos odiaban el alboroto y porque nunca compraban comida en el receso, coincidencia, no lo creo...

Cuando ya estaban afuera Lucca fue a acostarse debajo de su habitual árbol, mientras que el otro lo admiraba desde lejos, inspeccionaba sus rasgos y los memorizaba su rostro, con esa imagen tan detallada que tenía de Lucca podría hacerle una pintura, pero claro no era bueno con los dibujos..

Poco tiempo de conocerlo había pasado y Joseph pensaba que conocía al joven que lo molestaba; estaba decidido a entablar una conversación con el chico solitario de mirada fría. Ese con el que soñó anoche y no salía de su cabeza.