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El verano era ardiente en casa de los tíos Gideon y Fabian, el sol abrasaba de maneras espeluznantes, era tan así que los siete hermanos Weasley habían encontrado la manera de sentarse todos pegados debajo del único ventilador libre, aunque el calor humano empeoraba las cosas, haciendo que algunos tomaran la decisión de salir, como Bill, que había conocido a una chica llamada Fleur hace poco y había quedado prendado de ella, tanto así que la iba a visitar todos los días sin falta desde que llegaron a ese pueblo por las vacaciones... Su madre no debía saberlo aun, porque por alguna razón que desconocían Fleur le caía horriblemente mal.

Percy también se había ido, un chico energético llamado Oliver le había forzado a hacerse su amigo cuando se conocieron una semana atrás, y para no dejarle olvidar tan fácilmente que ahora tenía un amigo iba a buscarlo todos los días para arrastrarlo fuera de la casa a hacer algo de chicos jóvenes, hoy irían a un río que quedaba cerca para refrescarse. Por primera vez todo vieron como Percy voló de su asiento para correr tras Oliver.

Fred y George partieron con su pandilla de amigos para hacerles algunas bromas a las personas que iban a bañarse en el río ese día, su amigo Jordan tenía preparado algo misterioso en su mochila para molestar a los bañistas desafortunados que hubiesen escogido ese día para darse un respiro del calor. Bajo las amenazas de la señora Weasley los chicos salieron a toda prisa del lugar entre carcajadas.

Charlie había aprovechado la distracción de su madre para fugarse por la ventana, todo el tiempo sin falta e iba a montar caballo con sus compinches, su madre ya le había advertido un centenar de veces lo peligroso que era todo eso, ya que Charlie tenía una afición por montar caballos salvajes y domesticarlos él mismo, tanto así que ya tenía unas cuantas herraduras tatuadas en la espalda por la fuerza con la que lo habían pateado.

Ginny fue la única que no tenía planes de salir, llevaba una hora chateando con su novio Harry y no pensaba parar todavía, el chico le contaba como eran sus vacaciones en casa de su padrino Sirius mientras ella le comentaba lo aburrida que era la vida en ese lugar, la señora Molly no decía nada por la cantidad de tiempo que su hija invertía en hablar con el chico, bajo su criterio era un partido excelente para su pequeña princesa.

- ¿Ronnie?

- No me digas así mamá, es vergonzoso.

- ¡No te pedí opinión! Ven acá.

El chico rodó por el suelo hasta chocar con una pierna de su hermana que inmediatamente lo pateo para que se alejara, hacía demasiada calor como para tenerlo colgando de su extremidad inferior; con toda la pereza del mundo Ronald se levanto y camino tambaleándose hasta la puerta de la cocina donde se hallaba su madre preparando la cena- ¿Que quieres ma?

- Que vayas a comprarme unas cosas para la comida.

Con una expresión de fastidio bien marcada en el rostro Ron recibió el papelito donde estaban anotadas las cosas que su madre necesitaba, también recibió el dinero para comprar todo eso- Puedes quedarte con el cambio.

- ¡Oh! Gracias.

Se apresuro en ponerse sus tenis para salir felizmente a comprar lo que faltaba, respirar un poco de aire fresco le venía bien una vez al día. Afuera el calor seguía siendo el mismo, pero el ambiente era mas agradable, la gente estaba sentada afuera conversando animadamente sobre cualquier cosa que llamara su atención, las casas se veían muy coloridas y los jardines muy bien cuidados, aunque algunos fueran solo flores de monte se seguían viendo hermosos; esos pequeños detalles hacían de ese pueblo un lugar agradable para pasar las vacaciones.

Llego al mercado y tuvo que pelear fila un rato después de comprar para poder pagarle a la señora que muy amablemente le había atendido, casi no había gastado dinero así que el cambio fue una suma considerable que Ron guardo con alegría en su bolsillo, llevaba un año ahorrando para comprar una moto... La mayoría de sus amigos tenía una, y él también deseaba poder montar algún modelo decente y bonito, no como las que tenían su familia que parecían ser prehistóricas.

Cabello rojo, Lirios blancosWhere stories live. Discover now