Cabello rojo, Lirios blancos

VIII

Charlie había llegado esa noche con un ojo vendado, aparentemente un caballo le había alcanzado la cara con un casco. Molly estuvo toda la noche entre furiosa y preocupada, pero como buena madre curo a su hijo mientras le sermoneaba; Arthur charló un rato con el segundo de sus hijos y ambos llegaron a la misma conclusión: Charlie era un adulto, él sabría qué hacer con su vida.

Como Molly no quería que ninguno lastimara al pobre hombre mientras dormían le cedieron una habitación para él solo. Arthur, Bill y los gemelos durmieron juntos, Ginny se quedó con su madre en la habitación que antes compartía el matrimonio Weasley, y Ron tuvo que hacerse la idea de pasar la noche con Percy en la misma pequeña habitación que normalmente compartían los dos hijos mayores.

El silencio reinaba en la pequeña habitación, Ron leía una historieta de DC mientras Percy mensajeaba con alguien por celular, cuando iban pasadas las once el tercero de los Weasley se limpió los ojos, guardo su celular y fulmino a Ron con la mirada- A dormir.

- Ya va... Voy en la mejor parte.

El mayor alzó una ceja como si no se creyera que una historieta pudiera tener "Una mejor parte" para él ese tipo de textos ilustrados eran una pérdida de tiempo, no comprendía que podían tener esas "cartillitas" para que sus seis hermanos las leyeran- Pareces un niño.

- Lo soy.

- Solo eres un adolescente inmaduro.

Ron dejó de leer su historieta para mirar enojado a su tercer hermano menos mayor- ¿Qué me vienes a decir tú a mí? El inmaduro eres tú.

Ahora fue Percy quien irguió su espalda para adoptar una postura recta de defensa- ¿Perdona? ¿Con qué pruebas dices eso?

- No sé, déjame pensarlo – Contestó el penúltimo de los Weasleys mientras ponía una mano en su barbilla simulando pensar – A ver... Alguien que no es capaz de aceptar que batea para el otro lado no es muy maduro que digamos.

El rostro de Percy adquirió un tono rojo que a Ron le recordó la vez que su madre escuchó por primera vez que Bill estaba coqueteando con una francesa, ese rojo vivo que adoptaban los rostros Weasley cuando estaban furiosos- ¿Qué estás insinuándome, Ronald?

- Que eres un gay de closet ¿Crees que soy tonto o algo para no notarlo? ¡Hasta Ginny lo sabe! Todos lo sabemos... Puedo apostarte mi cabeza a que mamá también lo sabe.

- ¡Mentira! – Vocifero Percy mientras se acomodaba los lentes en el puente de la nariz con las manos temblorosas – Si lo supieran habrían hablado conmigo.

- Percy – Pronunció Ron con un tono comprensivo parecido al de su padre cuando se disponía a dar charlas motivacionales a sus hijos – Nadie ha dicho nada porque te estamos dando tiempo... Para que seas tú el que nos lo diga... Estamos esperando a que estés preparado... Esperan que confíes en ellos, tú familia.

Percy mantenía una respiración agitada mientras la mandíbula le temblaba, ser ÉL era realmente complicado, iniciando porque no tenía amigos de verdad y su carácter tendía a ser fastidioso, su egocentrismo podía llegar a ser molesto en muchas ocasiones... Pero eso no le impedía a su familia quererlo, y así como todos se estaban haciendo la idea de tener una francesa en las próximas reuniones familiares también se habían preparado para brindarle apoyo a Percy, lo único que esperaban era que el chico se abriera, que confiara en ellos... Pero Percy no quería, se negaba rotundamente a aceptar ese lado suyo que la sociedad veía mal... Se negaba a aceptar que amaba a Oliver, y ese era precisamente su mayor motivo para renegar de sus inclinaciones ¿Y si Oliver no sentía lo mismo? ¿Y si Oliver pensaba igual que sus padres? ¿Qué haría si ya no quería ser su amigo? ¿Cómo se repara un corazón roto? ¿Existe un "Final feliz" para las personas como él?