IV

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Ron estaba caminando por los alrededores de la finca de los Longbottom con esperanzas de encontrarse de nuevo con el pequeño ladrón de lirios, pero no había señales de actividad en la precaria construcción donde vivía, así que Ronald decidió sentarse junto a la cerca de la finca Longbottom a esperar que el chico saliera. Fueron treinta minutos de larga espera hasta que la débil puerta de madera fue abierta por el chiquillo que parecía hablarle a alguien que estaba dentro de la casucha. Ron intentó meterse entre la maleza que rodeaba la cerca para no ser visto aun por el chico que se acercó a la zona de los lirios y los empezó a arrancar, llevaba unos siete cuando uno de los trabajadores de la finca lo vio- ¡Ey! ¿¡Qué estás haciendo!?

Severus levantó su cabeza para ver cómo aquel hombre caminaba hacía él molesto, aferró los lirios contra su pecho y corrió hacia la dirección opuesta del pueblo, Ronald salió de su escondite entre la maleza y emprendió carrera tras el chiquillo mientras el trabajador de la finca les gritaba a la distancia que su patrona se enteraría de que le estaban robando.

Severus corrió largo por el camino hasta solo tener árboles a los lados, intentaba perder a Ron pero el chico era bastante rápido y parecía tener buena resistencia, lo que obligó al pequeño a optar por una nueva ruta de escape, se introdujo entre los espesos árboles que estaban a los lados del camino simulando una especie de bosque, Ron también entró por donde se había metido el niño, sintió como unas ramitas se le quedaban prendidas en el cabello, pero ignoro eso y los arañazos que se ganó en la cara al pasar cerca de unas ramas bajas, todo con tal de no perder de vista la delgada silueta que se escabullía entre la maleza como un ávido animal- ¡Espera!

El pequeño solo aferró más los lirios contra su pecho mientras saltaba un arbusto con espinas, avanzó un poco más y escuchó las quejas de Ron, aparentemente no tuvo tanta suerte como él esquivando el obstaculo espinoso. Severus se detuvo en seco para girarse y ver si aún lo seguían, pero no veía a nadie tras él... Así que empezó a caminar hacía atrás un poco preocupado por el estado del mejor cliente que había tenido desde que empezó a vender las flores que le robaba a su vecina, después de devolverse como medio metro vio a Ron hecho un ovillo en el suelo, le sangraba una pierna por haber atravesado el arbusto espinosa con ella- ¿Estás bien?

- Perfecta... Mente... Solo... Dile a mi madre... Que la amo... Y a los gemelos que no toquen mi dinero.

Severus ladeo la cabeza confundido ¿Iba a morirse ahí?¿En serio tenía que ir y decirle eso a sus familiares?- No te mueras, no quiero cargar con tu cadáver.

- ¿Morirme? No, solo exageraba, espera y ya me paro.

Ron dejó de abrazar sus rodillas y se sentó en el suelo para sacarse la camiseta, envolvió su pierna con la prenda y se levantó, sacudió su camisilla y fijó sus azulinos ojos en el pequeño andrajoso que tenía frente a él- Hola, me llamo Ron ¿Como te llamas tú?

- No debo hablar con extraños.

- Lo se, me lo dijiste la última vez, por eso te estoy diciendo quien soy, así ya no seremos extraños y podremos hablar.

- ... ¿Como amigos?

- Si, como amigos.

Por un momento Ron creyó ver algo brillar dentro de las oscuras pupilas del pequeño- Me llamo Severus.

- Es largo ¿Puedo llamarte Sev?

Snape asintió fervorosamente a la pregunta del mayor que sonrió de lado mientras se apoyaba de un árbol para no caer, la pierna le dolía horrores y no sabía cómo volver a casa desde ese punto. Severus por su parte estaba teniendo un carnaval internó por la emoción que le generaba tener un amigo, jamás había tenido uno, y por lo poco que sabía sobre las amistades estas eran increíbles- Oye Sev ¿Me ayudas a salir? No recuerdo ni por donde entré.

- Vamos.

Severus tomó una de las manos de Ron para empezar a guiarlo fuera del simulador natural de bosque, al llegar a la zona del camino continuó guiandolo en dirección al pueblo, no sabía donde vivía Ronald, pero eso poco le importaba, llevaría a su amigo hasta donde tuviera seguridad que iba a ser ayudado, pues la forma en la que caminaba el mayor le daba idea a Severus de lo mucho que debían dolerle esas heridas.

***

Percy estaba sentado en unas tablas que simulaban ser bancas en una cancha de soccer arcaica donde jugaba Oliver y otros muchos chicos de su edad, a cada lado tenía pequeños grupitos de chicas que chillaban de emoción en cada movimiento relevante que hicieran los jugadores. Percy se acomodaba los lentes en el tabique cada dos por tres en vagos intentos de ignorar las sonrisas que le dedicaba Oliver al realizar un gol para su equipo, pero en uno de sus intentos de pasar por alto sus ojos captaron algo a lo lejos: Ronald Bilius Weasley Prewett estaba caminando por la calle tomado de la mano con un niñito andrajoso de quizás diez años que sujetaba lirios blancos en su mano libre.

Oliver tuvo que buscarse un relevo rápido para poder perseguir a su amigo Weasley mientras este caminaba hasta donde iniciaba el camino para ver como uno de sus seis hermanos desaparecía doblando la calle aun tomado de la mano con el pequeño vagabundo con flores ¿Qué demonios significaba eso que acababa de presenciar?¿Donde había estado metido su hermano para terminar con semejante aspecto? Incluso le había parecido ver sangre en una de sus piernas... Donde llevaba amarrada su camisa... ¿Ahora adoptaba la apariencia de una persona de la calle?¿Que clase de broma de mal gusto era esa?- ¡Percy! ¿A dónde vas?

- ¿Lo viste?

Wood se detuvo de golpe por el inesperado giro que dio su amigo antes de preguntarle lo que acababa de decir- ¿Ver que?

- ¡A Ronald! ¿No lo viste? Parecía un vagabundo, todo sucio.

El más alto soltó una de sus energéticas carcajadas bajo la desaprobatoria mirada del Weasley que no cabía en su fingida indignación... No podía enojarse realmente cuando hacía reír a Oliver- Mirame Percy, tengo tierra y sudor hasta en la conciencia.

- Tú estabas haciendo deporte... Si así se puede llamar al desperdicio de energía que requiere esa estúpida actividad de perseguir un pelota ¡Ronald estaba con un niño!

Las cejas de Oliver se juntaron un poco para formar su expresión confusa- ¿Con un niño? No lo entiendo.

- Yo tampoco...

- ... ¿Se lo dirás a tu madre?

- No, me importa un rábano lo que hagan mis hermanos siempre y cuando no me afecte... Oh no los ponga en peligro de muerte... Y si Ronald quiere volverse un vagabundo pues que lo haga, me tiene sin cuidado... Oh, pero si piensa volverse un maldito asalta cuna entonces si que voy y le pegó tres madrazos por torcido.

- Quizás solo jugaba con el niño, yo lo hago con los chiquillos del barrio.

Percy miró a Oliver como quien mira a un retrasado mientras pensaba "Lo se, te observo cuando lo haces, a proposito, te ves lindo en tu faceta de padre inmaduro", a penas terminó su pensamiento se sonrojo y desvió el tema inmediatamente, ya tendría tiempo de interrogar a su hermano y de aceptar su inclinación homosexual hacía su único amigo de verdad... Y Oliver tenía todo el tiempo del mundo para esperar una señal aprobatoria de parte de su Weasley favorito para entablar algo serio.

Cabello rojo, Lirios blancosWhere stories live. Discover now