VI

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Percy estaba cenando con la familia Wood mientras pensaba en el infierno que debían estar soportando los gemelos por haberle jugado una broma a la señora Smith, también se preguntó a dónde habían ido sus otros hermanos para evitar ser testigos del apocalipsis... Charlie debía estar quedándose en la finca de sus amigos, ese ni loco pisaría la casa sabiendo que Molly le tenía los ojos encima intentando averiguar a dónde iba a domesticar caballos; Bill debía haber movido el sol, la luna y las estrellas para quedarse en la casa de campo de los Delacour... Esa tal Fleur debía estar tragadisima del hippie de su hermano mayor; Ginny era la más fácil de deducir, lo más probable era que se hubiera quedado con los Lovegood... Se llevaba horriblemente bien con la rara de los rábanos rojos... Y Ron si o si estaba en la finca Longbottom pasando tiempo de caridad con Neville... Incluso Percy preferiría pasar una noche bajo el mismo techo que la señora Augusta antes que tener que presenciar una rabieta de su madre- ¿Eres el tercero de los hijos de Arthur?

La pregunta formulada por la señora Wood trajo a Percy al mundo real. Acomodo sus lentes con el dedo corazón y sonrió educadamente antes de contestar- Sí señora, soy el tercero.

- Debe ser dificil vivir con tantos hermanos.

Percy asintió dándole la razón a la mujer, era odioso tener que buscar tu ropa en otros cuatro armarios cuando no encontrabas algo... O intentar agarrar la sal en una cena de navidad... Esa era una labor titánica- Tiene sus contras, pero adoro a mi familia tal cual y como esta.

Los padres de Wood sonrieron mientras decían lo grandioso que era el amigo Weasley de su hijo, Oliver por su parte masticaba una papa cocida mientras observaba a Percy con expresión interrogante ¿Realmente quería a su familia? Porque no era por sonar como un completo maleducado pero... Percy no daba la impresión de apreciar mucho a su familia, el tercero de los Weasleys notó la duda de su mejor amigo desde su extremo de la mesa... Y aunque a veces el mismo dudará sabía perfectamente que si algo le pasara a algún miembro de su familia el dolor que sentiría sería horrible.

Luego de terminar la cena los dos chicos se encerraron en la habitación de Oliver para hablar de diferentes tonterías mientras se ponían el pijama, aunque mientras Percy se quitaba la ropa para ponerse lo que su amigo le había prestado Oliver se hacía el loco para poder mirarle el cuerpo un poco... Y Percy lo notaba así que normalmente se quedaba hablando de cualquier estupidez mientras permanecía en ropa interior igual que Oliver... Pero a parte de apreciarse sin muchas prendas no hacían más nada, aun no se atrevían a sincerarse.

***

Neville estaba en la plaza del pueblo hablando animadamente con Luna y Ginny, la Weasley se había sorprendida mucho cuando su mejor amiga le contó que salía con un chico aficionado a la flora que vivía con su abuela en una gran finca... No faltaba ser muy listo para deducir que ese era Neville Longbottom, pero Ginny tuvo que procesar la información por más de quince minutos... Jamás había imaginado que alguien tan única como Luna llegaría a salir con alguien tan temeroso como Neville.

Un poco lejos de esa plaza Ronald estaba ayudando a Severus a vender los lirios, un par de ancianitas quedaron encantadas con el buen trato del Weasley y decidieron comprar los que quedaban, Severus por su parte parecía no tener heridas nuevas... Y eso era bueno bajo los criterios del pelirrojo. Después de contar el dinero que habían conseguido Ronald sacó de su billetera un poco de lo que su padre le había dado y le compró una paleta a Snape, dejó que el chiquillo escogiera el sabor que quisiera, pero este prefirió repetir una de limón, no le gustaba tomar riesgos cuando podía andar por terrenos conocidos- Sev, te tengo una sorpresa.

El niño lo miró con ojos confusos- ¿Sorpresa?

- Si... Ayer dijiste que querías aprender a leer ¿Recuerdas?

Severus asintió mientras se comía su paleta, Ronald sonrió por la respuesta afirmativa y se llevó al pequeño a un lugar muy acogedor de ese pueblo "Las tres escobas", estando allí buscó una mesa cerca a alguna ventana y se sentó en ella acompañado de Severus. El menor movía sus pies en el suelo de madera mientras el mayor buscaba algo en su mochila, luego de revolver el interior de está con su mano sacó un libro verde que en la portada tenía el dibujo de muchas flores bonitas, no tenía ni idea qué era lo que significaba el título, pero se veía interesante- Te voy a enseñar a leer.

Los ojos de Snape se iluminaron de una manera tan bonita que el corazón de Ronald se le contrajo en su pecho, para él enseñarle a leer a Severus era solo una manera más de ayudarlo, si sabía leer podía estudiar, si estudiaba tenía mejores oportunidades en el futuro ¡Así funcionaba el mundo! Si no te ves bien y tienes algo esencial en la cabeza entonces no eres nada- Ven, acércate... Empezaremos por lo básico, el abecedario.

El pequeño corrió la silla hasta quedar al lado del Weasley que hecho el libro interesante a un lado mientras sacaba una pequeña cartilla con letras grandes. Severus frunció las cejas mientras le dedicaba una mirada ansiosa al mayor- ¿No vamos a leer ese? - preguntó señalando tímidamente el libro de pasta verde.

Ronald miró el texto mientras una sonrisa se dibujaba en su cara- Aún no, cuando puedas leer bien este - Dijo mientras sostenía la cartilla en alto- Podrás leer ese ¿Te parece?

Snape asintió fervientemente mientras su amigo abría la cartilla sobre la mesa y empezaba a explicarle cómo se llamaban las letras y como sonaba cada una de ellas. Pasaron una hora en en la primera mitad del pequeño texto escolar (robado de las cosas viejas de Ginny que Molly aún conservaba), y en ese corto periodo de tiempo Ronald pudo confirmar dos cosas: Severus era muy inteligente y tenía una madre enferma a la cual cuidar.

La sesión de estudio terminó cuando el pequeño mencionó algo sobre una medicina que debía tomar su mamá, Ron lo acompañó hasta estar a dos cuadras de la desbaratada casa en la que vivía el chiquillo, se despidieron y prometieron reunirse al día siguiente en el mismo lugar. Mientras Ron volvía a casa se puso a pensar en muchas cosas, pero sobre todo en algo particular: ¿Donde estaba el padre de Severus?¿Qué clase de persona era?¿Porque no estaba cuidando a su esposa e hijo?¿Trabajaba mucho?... No lo sabía, y algo le decía que quizás la precaria situación de su pequeño amigo era culpa de ese desconocido.

Cabello rojo, Lirios blancosWhere stories live. Discover now