Los rayos del tercer sol de Toerm atravesaban el cristal de la ventana de aquella fabulosa habitación.
Iluminando a Layla, que estaba tirada en la cama.
-toc toc- se oyó detrás de la puerta.
Layla abrió los ojos adormilada, y levantando la cabeza ligeramente:
-pase- dijo mientras se estiraba y bostezaba.
Apareció Jack, con una bandeja de plata, en la que se encontraba una taza con un chocolate caliente, y un bollo que desprendía un olor que le hacía pensar en Laitmeng; cuando era pequeña y desayunaba con su padre.
Jack se acercó a la cama y se sentó al lado de Layla, entregándole la bandeja con la comida.
Layla besó a Jack en la mejilla y le acarició el pelo.Después se relamío y cogió los cubiertos que se encontraban al lado del plato con el bollo y comenzó a comer.
Jack la miraba mientras sonreía y pensaba en cuanto la quería, también pensaba en la batallla que pronto iba a comenzar.
Un día estaba feliz, porque había conseguido estar en paz y enamorarse,y ahora, en tan solo un día,podía perder todo lo que amaba.
Por un momento jack dejó de sonreir.- ¿Qué te ocurre?, a parte de lo obvio- dijo Layla con preocupación.
- pensaba en lo cruel que es la vida, un dia estas genial, y al siguiente, todo se desmorona.
-pero lo arreglaremos, no pienso dejarte jamás.Jack volvió a sonreir.
- te ha tocado aguantarme- exclamo Layla terminandode comerse el estupendo bollo de chocolate con almendras que le había traído su novio.
Sonaron dos golpes en la puerta.
- adelante- respondió Jack a la llamada
Entró un guardia con el uniforme del ejército de Toerm. Vestía una armadura, como les habían avisado de una invasión inminente, debían estar preparados; una lanza, y en el pecha el símbolo del mundo del fuego, un sol de color rojizo.
- le reclama el rey, señor- dijo el guardia de forma severa.
- en seguida.
Al oír esto, el guardia se retiró con paso firme, y hasta que ya no pudieron oír las botas que los soldados llevaban en los pies, no volvieron a hablar.
- tengo que irme, princesa- exclamo el novio con dulzura.
- lo entiendo, princeso.
Los dos se rieron tras esta broma.
Jack besó a Layla en la frente, y se dirigió a la puerta.
Cuando esta se estaba cerrando asomó la cabeza y dijo:- puedes hacer lo que quieras.
Layla asintió, Y se bebió el chocolate
Se volvió a tumbar en la cama, y durmió una hora y media más.
Volvió a sonar alguien detrás de la puerta.- princesa,me lo permite- sono la voz de un mujer, era una voz muy tímida y aguda.
-Pase, por favor
- vengo a traerle toallas, por si quiere asearse- continuó la muchacha abriendo la puerta y dejando las toallas en una mesita que se encontraba en frente de la cama,en la que estaba Layla.
La mujer era un chica muy joven, de unos seis lenos, que equivalen a dieciocho años.
Vestía los ropajes de sirvienta de toerm: una camisa blanca, aunque por la suciedad había ennegrecido ligeramente , una falda roja, cubierta con un delantal blanco, y botines negros.- muchas gracias- aclaró Layla cuando la joven le hizo una reverencia.- y el baño ¿donde se encuentra?
- allí, mi señora- dijo señalando una Puerta que se encontraba en la parte derecha de la habitación. En frente de la puerta de entrada al cuarto.
- gracias.
La joven salió de la habitación, y Layla se levantó de la cama, cogió las toallas y se dirigió al baño,
Tras el baño, Layla salió, con una toalla, a elegir su ropa.
Se fue al vestidor, y quedó maravillada, por segunda vez; ropa, ropa por todas partes.
Layla eligió un pantalón vaquero muy cómodo,una camiseta de manga corta con dos pájaros, y unas deportivas rosas.Recogió el cuarto, y dejó las toallas y su ropa sucia en una esquina de la habitación.
Se dirigió al baño, de nuevo,y se secó el pelo, que previamente se había lavado durante el baño, y se hizo una trenza.
Luego, se fue hacia unas enormes puertas de cristal, que daban a un balcón, y las abrió.Salió al balcón.
Había un pequeña mesa de madera al lado de dos sillas de mimbre que tenían dos almohadones.
Layla no se sentó en ninguna silla, se dirigió al final del balcón y se asomó.
Vió un enorme jardín, lleno de campos de entrenamiento.
Daba gusto admirarlo, era verde, y con miles de colores; se respiraba un aire de naturaleza.En el campo más cercano, se encontraban Jack y su padre, estaban combatiendo, preparándose para el combate.
Layla, contempló durante un momento los jardines del castillo, y volvió a la habitación de invitados.
Luego salió por la puerta, y se fue a los jardines: salió de la fortaleza, el palacio; y se fue a la parte de atrás.Lo primero que hizo fue ir a la berja negra, que limitaba el paso de la gente a los jardines, estaba custodiada por guardias.
-me gustaría entrenarme- dijo Layla orgullosa de sus palabras.
- las mujeres no van a la guerra- respondió el guardia
- pues ahora no soy una mujer, soy un igual, un hombre que quiere poder estar preparado para defender su nación, su país,su mundo. Puede que no tenga la fuerza, pero tengo la habilidad- concluyó Layla.
Tras este discurso( charla ) el hombre sacó las llaves de su bolsillo y le abrió la puerta a Layla.
Se dirigió al campo donde entrenaba Jack, y se acercó a él.Jack detuvo la pelea con su padre, mediante una seña, que se basaba en levantar la mano.
Su padre guardó su espada, y se retiró durante un momento.- me gustaría entrenarme para combatir, Jack, quiero pelear.
***
HOLA, GRACIAS POR LEER,A TODOS
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ME HA GUSTADO ESCRIBIR EL CAPÍTULO, SOBRE TODO LA PARTE DEL DESAYUNO( ME ENTRÓ HAMBRE xD)
DE VERDAD MUCHAS GRACIAS POR LEER.
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Los Cuatro Elementos: La Guerra Universal
FantasíaTras la guerra de los mundos, una batalla por el corazón de una hermosa mujer, Shara; los cuatro países se separaron, formando cuatro planetas independientes. Y, una joven deberá volver a juntarlos para hacer posible su gran amor. Todos los derecho...