¦ Dos meses ¦ Sanscest. Cancelada

Día 1 | HorrorLust

[ Os ruego que no se vayan de inmediato a elegir una pareja, puesto a que ante la palabra "Comenta acá" en medio de la historia es donde pueden precisar qué pareja quieren para la siguiente historia, el primero tendrá derecho a elegir quienes y en qué situación +18 de la lista del primer capítulo.

Esta medida puede cambiar con el tiempo si existe una colaboración por los lectores en leer la historia antes que elegir, si no te gusta la pareja puede haber una excepción, pero no abusen, muchos pueden tener la oportunidad de elegir, o que alguna persona elija la pareja que deseas.

Amor y paz]

-- No puedo creer que te hayas gastado todo el dinero de la salida

-- cita.

-- No, de nuestra salida contra mi voluntad para comprarte un maldito consolador.

-- ¿Qué harías tú en mi situación si tienes un montón de dinero en tus bolsillos y ves en la tienda algo que te llama la atención?

-- Paso de largo.

-- ¿Y si es carne humana?

-- Eso es imposible.

-- Pero te gustaría y la comprarías.

-- no.

-- Mientes ~.

Ambos esqueletos caminaban a un paso ligero por las veredas de la ciudad, no era "tentador" pasar un rato juntos en cualquiera de ambos universos, después de varias y agotadoras insistencias, el de cráneo roto había aceptado dar un paseo con el otro, con la condición que el de ropas provocativas pagara lo que fueran a comprar, "solo una comida rápida, que la comida no-humana también es deliciosa" refutaba Lust cada minuto.

Aunque después de saber tal calamidad, Horror estaba enfadado e indignado, ¿Cómo era capaz de haber gastado el dinero en un objeto de colección cuando seguramente ya tenía diez igual a ese? Lo que más le desagradaba es que observaba el objeto comprado sin pudor frente a las personas, la vergüenza ajena era fuerte, y se incomodaba más cuando él se abrazaba a su brazo de forma tan coqueta, le detestaba.

Se despegaba del otro con un empujón o un zarandeo, haciendo lo posible de alejarse de tal parásito, ¿Ahora qué iban a hacer? Ya estaba allí y no podía dejarlo plantado, había aprendido a las malas que jugar de tan mala manera con Lust podría darte horribles dolores de espalda, o que te tiren algún afrodisíaco en la bebida cuando estaba distraído, esa era otra razón por la que desconfiaba comer con él, cuando Lust quería algo, cuando sus encantos no surgían efecto, usaba muchas cosas en su contra, maldita perra.

-- Por lo menos dime que te queda dinero. --Dijo en deje de ruego Horror, aunque más que ello, parecía ser una amenaza, Lust no se vio intimidado y sonrió con dulzura.

-- Por supuesto que sí, bebé, pero no se me ocurre en qué gastarla, no es mucha.

-- Un dulce me viene mejor que tu compañía.

-- Es posible. --Lust guardó su juguete en la bolsa mirando a los lados, ignoraba por completo que lo miraran, lo que le interesaba ahora era pasar un buen rato con quien le había provocado una profunda obsesión, e iba aprovechar la situación hasta con un simple dulce, sin embargo al revisar el dinero, y quedarse viendo una heladería la bombilla se prendió, cambiando su encantadora expresión por una astuta, se relamió los labios lentamente, cosa que notó Horror al detenerse a su lado.-- Podemos tener más que un simple dulce, amor mío ~.

Sin dejar que Horror protestara, aunque estaba claro que igualmente no diría nada más que un gruñido, pasaron a la acera del afrente para entrar a la tienda de helados, el dinero no era mucho, por lo que comprar dos helados no daba, la pupila latente de sangre se dirigía a Lust esperando poder elegir, iban a comer en la mesa al fondo, donde la pared los podía ocultar.

-- Es un maldito helado, de cono, ¿Por qué no nos vamos de acá? Sabes que me está tentando más comerme a quien atiende a que un helado.

-- ¿Y por qué no me comes a mí?

-- Paso.

Era fácil seducir a Horror por más difícil que se viera, era solo mantenerlo lejos de la multitud o de donde todos les viera para poder actuar poco a poco hasta que el otro cayera a sus seducciones, podía tardar, pero lo disfrutaba plenamente, era esos momentos que con solo él podía satisfacerse con un simple beso francés sin tener que llevar a más.

Lust fue a buscar el helado para volver al lado de Horror, sentándose lo más cercano posible rozando piernas, si no fuera por la mesa ahora mismo estaría sobre su regazo, y acercó el dulce a la boca del otro, quien no abrió la boca, solo hizo una mueca de asco.

-- Ni creas que comeré del mismo helado.

-- No tenemos otra opción.

-- ¿Y cómo estoy tan seguro que no le echaste nada?

-- Tengo una mano ocupada con la bolsa y la otra con el helado. Vamos, confía en mí ~ Es un inofensivo helado.

-- Que a manos tuyas puede ser ofensivo para mi dignidad.

-- Ya la has perdido hace tiempo conmigo, Horror ~.

~ Comenta acá ~

El susodicho achinó las cuencas antes de rodar los ojos y arrebatar el helado que tenía Lust en sus manos, cosa que no le molestó. Llevó su boca al dulce para dar una mordida, algo que sí le dio un escalofrío por completo, ya entendió a qué se refería. Una amenaza, o eso era lo que siempre entendía.

-- Qué frío. --Se quejó Lust, aunque se rió por el chiste.

Horror ladeó la sonrisa que esbozó, esas que volvían loco a Lust,

-- Solamente quiero acabar esto pronto.

-- Oww. Pero así no se come un helado, Horror.

-- No lameré el helado.

-- Pero bien que me lames a mí.

-- ¿Cuando dejarás de tener sueños húmedos conmigo?

-- Hasta que los hagas realidad.

-- Púdrete.

-- Contigo.

Mientras tenían esa pequeña charla, Lust tomó con su delicadeza el cono sobre las falanges del caníbal, posteriormente ser su turno de probar aquel manjar de dioses, posicionando su lengua desde el borde donde comenzaba el barquillo hasta la punta con las cuencas cerradas, haciendo notar todo el helado de vainilla quedarse en su sinhueso y después tragar, coqueto, Horror no se veía afectado, cosa normal, pero había al menos un pequeño cambio, no lo alejó a la primera.

La otra mano libre de Lust se movió cual serpiente hasta la pierna más cercana del ajeno, y así darle caricias muy insinuantes, por lo menos no había mucha gente en esa parte de las mesas, quizá porque por verguenza se sentaron en otro lado, el de cráneo roto suspiró. Era su turno.

Pero fue cuando el más bajo atacó, justo cuando Horror abría la boca apunto de morder el helado, Lust se acercó más para robarle un beso, uno que sin sorprender a ninguno se correspondió, solo duró unos segundos para poder saborear el helado más la saliva del otro, Lust se sonrió al notar el ligero rubor de su precioso Horror.

-- ¿Y qué tal el sabor~?

-- Mh. --Antes de hablar, mordió de forma rápida el helado para ahora ser él quien besara al otro, más corto pero fue el tiempo suficiente para que ambas lenguas compartieran el sabor.-- Asqueroso.

-- A mí me parece que fue lo contrario.

-- ¿Seguro no te echaste esa asquerosidad en tu lengua?

-- Muy seguro. --O quien sabe.

Al final, compartieron más besos que helado, pero disfrutaron esa cita "contra voluntad" por igual, y volvieron a casa con un sabor a vainilla en sus bocas.

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