Fin Del Juego (Keo)

Parte 4

* Narrada por NamJoon *

-¡Vete al diablo NamJoon! – dijo intentando cerrarme la puerta en la cara. lo he perseguido por días, semanas y meses pero nunca lo intente tanto como ahora.

-Solo será un café, un helado, lo que prefieras... - trate de convencerle

-Ya te dije que no – forcejeamos con la puerta de su casa, Jin adentro y yo afuera

-Prometo que después de eso no volveré a molestarte – lo intente de nuevo

-Eres incansable – dijo resignado – ¿porque yo? ¿Que no hay más personas a quienes joder? 

-Porque... te quiero - <y decías que TaekWoon era el tonto>  sin embargo eso hizo que Jin dejara de forcejear – solo...te pido una oportunidad

-No me respondiste. ¿Por qué yo? - volvió a preguntar

-Porque... eres ¿lindo? y diferente de los demás – y al parecer dije algo mal porque Jin intento volver a cerrar la puerta

-Ok, ok. No sé porque. ¡Rayos! No sé qué tienes que me tienes como un loco Jin, vivo pensándote todo el día sin ninguna razón,  no sé porque siento que el aire se me agota cada vez que estas cerca de mí,  porque siento que mi corazón se escapa a donde quiera que tu estas, y porque toda mi razón se vuelca cuando estas presente. ¡Lo sé! Es estúpido lo que estoy diciendo pero así es, y creo que estoy jodidamente enamorado de ti y no se el por qué...  - < ¡listo! Ahora empaca y vete a donde nadie te conozca, o mejor aún trágame tierra y escupeme en otra galaxia> soy un puto adolescente débil experimentando por primera vez el amor o lo que sea.

Jin me veía como con lastima, lo sentí en sus ojos y no quería causar eso. Levante mi orgullo del suelo, pisoteado por mis propios pies, di media vuelta para desaparecer de una puta vez.

-Espera...- lo oí decir con esa voz suave, y no solo eso, una de sus manos jalo de mi sudadera haciendo que mi cuerpo temblara – espera NamJoon, yo... no sé si esto sea correcto pero, tal vez podríamos intentarlo

 ¿Estaba escuchando bien o estaba loco hasta los huesos y solo oía lo que quería?

Jin sonrió al ver mi expresión que de seguro era del asco, y ¡Dios! Su sonrisa es tan brillante, tan bella, tan...

-Holaaaa - dijo al no recibir reacción de mi parte <¡reacciona carajo! El chico que amas te está hablando y tu como un idiota sin habla>

-¿Estás seguro? -  < ¿cómo se te ocurre decir eso? ¿Acaso quieres que se retracte? Eres el más grande idiota NamJoon>

-Pues no, pero podríamos... - < ¡no se hable más!>

-Siiiii – dije elevándolo por los cielos en un abrazo. No me importaba nada. Por fin, por fin tenía la oportunidad que tanto había rogado y mi precioso chico rosa me lo estaba dando.

-¡Oye ya! ¡Bájame! No es para tanto – chillo Jin. Lo abrace por primera vez y en eso sentí como mi corazón saldría disparado por tantas emociones juntas que no cabían en mi pecho. Jin no me correspondió pero ya lo haría más adelante ¿cierto?

Quedamos en salir a una cita el fin de semana y si todo sale bien podre darle la buena noticia a mi padre. Se preguntaran porque menciono a mi padre. La razón es no muy simple pero lo resumiré.

Soy el único hijo de la familia Kim. Mi familia posee uno de los hoteles mas antiguos de Seul, sin embargo, hace unos meses mi padre me informo que con la apertura de otros hoteles modernos en la ciudad el nuestro estaba quedando rezagado y por ende iba derecho a la quiebra. La única manera de restaurar el hotel, según mi padre, era mediante la  gastronomia para poder fomentar el turismo, y ahí entraba SeokJin, hijo único de uno de los chefs más reconocidos del país, este era dueño del restorán más visitado por los turistas.