Fin Del Juego (Keo)

Parte 17

Ken

¿JaeHwan, donde estás? Es tu mamá...

Intento abrir los ojos para ver a donde vamos, pero las lágrimas que se desbordan de ellas no me dejan hacerlo por completo. En este momento es donde la mayoría de la gente cristiana o no, busca ser escuchado por ese ser que todo lo puede como último recurso. ¿Orar? Mi último recurso es perseguir esa pequeña luz a la que le ruego que le regale un poco más de vida, y aunque sabía que en cualquier momento el fin podría llegar para mi madre la pregunta del ¿pero porque ahora? Me envuelve. Siento que el auto se detiene y me encuentro con la mirada triste de Hakyeon. Comienzo a asimilar que llegamos al hospital.

-Vamos – me dice N abriéndome la puerta del auto, instintivamente tomo su mano porque siento que sin su ayuda podría caer en cualquier momento

-Aquí es la....- no lo dejo terminar. Sin tocar la puerta la abro, sintiendo que todo pasa lentamente, imaginando el ambiente diferente. El correr de un lado a otro de las enfermeras y los doctores intentando salvar la vida de mi madre utilizando un desfibrilador es roto cuando solo hay silencio, solo veo a una enfermera y al papá de N junto a mi madre.

Leo

Me quede parado viendo como mi novio era arrastrado por mi amigo sin poder hacer nada como un imbécil ¡Mierda Leo! Por alguna extraña razón seguía en shock y no fue hasta que Jin apareció que reaccione.

-¿Dónde está Ken? ¿Tú sabes algo verdad? – No me percate del rostro de tristeza que traía, en ese momento solo me importaba a donde se lo había llevado N a Ken.

-Al hospital, su mam...

-¡Mierda! – grite con rabia ¿Por qué me estaba pasando esto a mí?

-Controla tus impulsos, y más te vale que no te le acerques más – me amenaza Jin, ¿y quién se creía que era él para prohibirme ver a mí, todavía novio?!

-¡Cállate! – le ordeno. Estoy completamente desesperado y lo menos que necesito en estos momentos es escuchar los sermones de alguien

--¿Qué me calle? De veras eres un imbécil TaekWoon deberías agradecer que intento ayudarte

-Y ¿Por qué carajos lo harías? Acaso no me ves igual a tu...- trate de decir tu novio pero me detuve, entonces observe sus ojos, los tenía muy rojos e hinchados lo cual me hizo sentir terrible. Si hubiera un premio al más idiota seguro lo ganaría. Pero ahora solo debo concentrarme en Ken. Sin despedirme subo a mi auto, pero Jin me sigue, se sube sin mi autorización al asiento del copiloto

-Estoy seguro que iremos al mismo lugar...-dice viéndome fijamente - no me veas así y date prisa – Me ordena. Me pongo en marcha.

Por mi mente pasan millón y medio de cosas y la peor es que JaeHwan se quede solo. Llegamos al hospital, Jin es el primero en bajar mientras lo sigo por atrás, estoy siendo dirigido al lugar donde los pacientes más graves se encuentran, justo al lado de terapia intensiva. El pacillo está vacío, muy diferente a otras áreas donde hay gente sonriendo o visitas esperando poder ver a sus seres queridos recuperándose de una dolencia. En este lugar solo hay un par de personas con expresión seria y triste a la vez, y más adelante una puerta con un letrero que dice capilla. Mis pasos se debilitan.

Solo hay una puerta blanca a unos seis metros de mí, sin importarme nada entro sin tocar. Cinco pares de ojos me miran, menos los de JaeHwan, él  se encuentra sentado a lado de su madre acariciándole los cabellos. La señora Lee esta postrada sobre una camilla con un tanque de oxígeno a su lado.