Parte 14

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Ken

Me aferre a su chaqueta de cuero como si mi vida dependiera de ello. Me sentía tan feliz de volver amar y esta vez ser correspondido era la mejor parte. Sin embargo, mi mente se empeñaba en recordarme las palabras de Leo antes de salir de casa.

"Necesito tiempo para hacer público nuestra relación, solo será hasta que resuelva algunos problemas. No me lo tomes a mal."

¿A qué se refería con solucionar problemas? ¿Qué problemas? Algo dentro de mí no estaba contento con eso, ¿así vamos a comenzar? ¿Con secretos? Apreté un poco más mi agarre tratando de convencerme que la confianza es la base de cualquier relación y que todo tiene una razón que no siempre puede ser mala.

Baje de su moto una calle antes del campus, le devolví el casco y me despedí un poco frio, él lo noto y halándome de la cintura me dio un beso fugaz en los labios.

-Confía en mí, ¿de acuerdo? – Asentí, no quería mostrarme paranoico y sacar conclusiones erradas. Le regale una sonrisa – Después... pasare por ti más tarde – concluye

Somos novios, tenemos una relación, me lo gravo en la mente repitiéndomelo durante el camino.

Jin, me ha cuestionado sin dejar ni una sola interrogante a flote, le hago jurar que no hable sobre mi relación con Leo, de todas maneras está feliz por mí, él también es feliz junto a NamJoon que por cierto salió de viaje con su padre por negocios.

Las clases transcurrieron rápido debido a mi ansiedad por volver a ver a Leo, mi Leo.

Mi teléfono vibra dentro de mi bolsillo, un mensaje de Leo.

"Cambio de planes. Necesito que vengas a esta dirección y que le digas a tu madre que no llegaras a dormir hoy. Es una sorpresa para mi chico" sonrío.

"¿Sabes que rompes todas las reglas? No puedo quedarme a dormir fuera" respondo

"¿Quien dijo que dormirías?"

Una bolita de papel cayó sobre mi mesa, Jin

"¡Dímelo ya! ¿Son novios? ¿Se van a ver hoy? ¡Awww!" Voltee la hoja y le respondí "¡que te importa!" Puede ver de reojo el puchero que hizo después de leerlo

Todo el día no había dejado de pensar en Leo, estando con él no me importaba nada

Llego a casa, saludo a mi madre que ve un drama junto a su enfermera personal, no la quisiera dejar, pero hoy quiero volver a verlo, cancelé todos por él.

Esta noche no es para tener dudas o arrepentimientos, más bien es para experimentar un cambio en mi vida, sentirme vivo de nuevo. Mientras me perfumo observándome en el espejo lo visualizo en el reflejo; lo primero que se proyecta son sus ojos oscuros y profundos, esos cabellos negros, labios delgados y suaves que deseaba morder hasta verlo sangrar, su rostro duro de apariencia rebelde, peligrosa y deseable, sus hombros anchos, su fina cadera, piernas largas y ese abdomen de chocolate ¡Dios! Si sigo pensando en él tendré otro problema que resolver con mi amigo de abajo, me ruborizo.

< ¡Deja de imaginártelo JaeHwan!> me regaño, pero me es inevitable. Estoy enamorado de Leo. Sonrío porque él también lo está de mí y en unas horas más estaré disfrutando de todo él solo para mí. Me arreglo un poco el cabello, dejándolo de un costado, la camisa blanca y la corbatilla a medio atar. Me siento bien, estoy listo. Controlo el reloj. Ya es hora. Salgo y camino a la habitación de mi madre para despedirme de ella

-Wow! ¿Ese es mi hijo? – me dice mientras me examina de pies a cabeza. Tuve que decirle una mentirilla – ¿no vas demasiado arreglado solo para ir a casa de Jin? – me despido con un beso en la frente, dejándola con la duda.

Fin Del Juego (Keo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora