Volviendo a los viejos tiempo

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—Si quieren vivir aquí tendrán que pasar por un riguroso entrenamiento, ya que por alguna razón u otra no son capaces de protegerse a ustedes mismos —me encontraba marchando frente a ellos de un lado a otro, revisando a cada uno de los tres chicos frente a mi (Roquet se encontraba estudiando, y parecía que cada vez comenzaba a mejorar más y más)—. Y aunque yo puedo protegerlos, esto no podrá ser así por siempre.

—Yo no quiero estar aquí—dijo Mike algo molesto. No fue hace mucho que casi le rompo la pierna, pero para su suerte no fue más que un esguince que fácilmente pudo ser vendado—. ¡Tú me estás obligando a estar aquí!

—Oh vamos... Será divertido—dije sonriendo. Nos encontrábamos en el borde costero de la isla, donde había dispuesto una fila de conos a distintas distancias para probar la resistencia y velocidad que tenían en el campo de batalla. También iba a aprovechar de hacer el ejercicio mientras los vigilaba y corregía, al fin y al cabo también estaba fuera de forma, si a lo de correr nos referimos—. Además, no tienes a dónde ir, ¿recuerdas?

Con una sonrisa juguetona los guíe al inicio del recorrido, el cual comenzaba en la playa, cruzaba gran parte de la isla y terminaba de vuelta donde iniciamos. No era muy difícil, pero había que hacerlo en poco tiempo, sigilosamente y con mucho cuidado.—Será algo como, las escondidas... Divertido, ¿no? Solo que si los encuentro, hay pelea. Si los atrapo, hay pelea y si intentan escapar, ¿adivinen? Hay pelea. Y por lo que han visto, no golpeo suave.

—Aún no entiendo como es posible que tengas tanta fuerza —la chica —la cual me dijo se llamaba Kim— se sujetó el largo cabello azabache en una ajustada cola alta. Kim había dicho que también había pasado por un estricto entrenamiento, porque su familia era realmente peligrosa y tenía que saber sobrevivir por su cuenta en más de una forma. Por otro lado, la chica que se encontraba a su par parecía no querer hacer nada de esto, aún con la mirada vacía y callada como cuando la encontré—. Parece sobrenatural.

—De seguro lo es —dije riendo suavemente, amarrando también mi cabello. No me importaba que se enteraran que era un Caído, por lo que si sabían que era un ser del otro mundo no me molestaría, solo que claramente los asustaría. Mucha gente cree que no existimos, y que una loca llegue y te diga que era un ángel es bastante extraño. No se lo tomarán muy bien—. Ahora, comencemos. Tendrán una delantera de tres minutos, por lo que será mejor que corran. Si los atrapo... Mala suerte chicos. ¡Qué comience el entrenamiento!

—Ni que fuera la milicia...—susurró Mike, a lo que respondí sacando la pistola que llevaba a la cintura, disparando una bala al cielo.

—Se podría decir que sí. ¡Ahora corre!—el hombre comenzó a trotar lentamente, tanto porque no quería hacerlo como por la pierna, pero dudo que siga así sabiendo que en cualquier momento iré por ellos. Y aunque les dije que iba a salir tres minutos después, la verdad es que comenzaré inmediatamente, simplemente para no perder sus rastros. Los Ángeles poseen la habilidad de ver el camino que han dejado las personas cuando queramos, pero es algo que pasas con el tiempo, algo así como seguir un camino de humo que con el viento se va esfumando.

No había necesidad de correr, tampoco creía que fueran tan lejos viendo las condiciones en como estaban los chicos, y si lo hicieron esperaba que se cansaran, para esto era el entrenamiento. Aunque, pensándolo bien, yo también debía entrenar, así que, al cabo de dos minutos, comencé a perseguirlos a una velocidad normal, programando mi reloj para que en un minuto más sonara, indicando que era momento de correr y así hacer un poco de ejercicio. Y aunque dije que los iba a golpear, dudo que alcance a alguien inmediatamente. 

...O por lo menos eso creía, porque a los escasos minutos de salir atrapé a Mike tratando de desviarse de su camino, cojeando y dejando su marca por donde iba. "Pude haberlo atrapado sin siquiera usar la visión doble". Le obligué regresar a casa, y aún dudando que lo hiciera, lo dejé para seguir mi recorrido. 

El traidor (La caída del Cielo #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora