8-Skyress

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¿Por qué serán las cosas tan complicadas?

El viernes cuando volvía a Greenlake con Laos y Shun, advertí que el comportamiento de mi hermano mayor era diferente, preocupado.

Quise preguntar por qué; pero no esperaba que me lo contase. No porque no confiase en mí, sino porque los catorce años de edad (edad física; pero de todas formas los Karats la juzgamos mediante ese parámetro) que nos llevábamos se hacían una distancia muy grande y encima él tendía a agrandarla con su comportamiento.

Es por eso por lo que pensaba que jamás tendría ninguna oportunidad con él. Aún creyendo eso, siempre se tienen esperanzas. Y duele cuando te las aniquilan, aunque yo eso no lo sabía hasta que lo sufrí.

El viernes, tras llegar a casa, Shun me mandó con cajas destempladas a mi dormitorio, alegando que tenía que hablar algo importante con Laos. Ni decir que me fastidió bastante aquello de que me echasen, aparte de que estaba preocupado por mi hermano mayor, así que podría decirse que pasé de su orden y decidí enterarme de lo que pasaba, aunque fuese a hurtadillas.

-No, no me arrepentí; no tenía opción a matarlo.-me pego más a la puerta de la cocina para escuchar mejor, es la voz de Shun la que habla.-Solamente tenía miedo al verlo como Skyress.

Frunzo el ceño al escuchar mi nombre y siento el sentimiento de la indignación asentarse sobre mí. Así que aquello que era tan importante para Shun contarle a Laos tenía algo que ver conmigo. Y prefiere hablarlo con Laos antes que conmigo, muy bien, genial.

-Como digas, líder. ¿No quieres a Skyress?

Oh, aquello me interesa. Luego caigo en la cuenta de que oiré lo mismo de siempre, que sí, que me quiere como hermano, como si fuese casi su hijo, bla, bla, bla.

-Claro. Mucho. ¡Muchísimo! Pero…

-Pues eso. El cariño es otra actitud humana-le ataja Laos por lo sano, me acerco más a la puerta para escuchar. Y vaya si lo siguiente era interesante.-Tú estás enamorado de Skyress…

El corazón me empieza a palpitar a toda prisa. ¿Qué responderá Shun?

-Esto es serio, Laos.-contesta, tajante, despreciando la idea de que pudiese estar interesado en mí.

Siento la esperanza desprenderse de mi corazón y caerse del mismo, abandonándome.

-Y lo que yo digo también.-No insistas Laos, déjalo, pienso.-¿Vas a negarme que quieres a Skyress más que a cualquiera de nosotros? No te culpo por ello; es más, me hace il…

-Sí.-le interrumpe Shun ahora.-voy a negártelo.

Las lágrimas purgan por salir de mis ojos, pero las retengo a duras penas, por mi orgullo. Porque jamás he llorado por los desplantes de otra persona, y no va a ser ahora. ¿Qué me está pasando últimamente que estoy tan sensible?

De repente, oigo pasos acercándose a la puerta. Van a salir.

Reacciono, demasiado tarde pues a mi espalda escucho el grito de <<¡Eh!<< de Shun, pero lo ignoro, y me lanzo escaleras arriba a mi habitación.  

Entro en la misma, donde ya está Darkxai durmiendo. Trepo a mi cama, la litera de arriba y me tumbo boca abajo, abrazándome a la almohada.

Comienzo a darme cabezazos de frustración contra el colchón, como si de esa forma pudiese eliminar toda la tristeza y el patetismo acumulados que traía. ¿Por qué…demonios…me importa…tanto…la opinión…de Shun?

No sé cuando empecé a sentirme atraído por mi hermano. Durante la guerra, cuando empecé a padecer insomnio por las noches, por el estrés y el miedo de la misma, Shun me solía llevar a su cama, me tumbaba sobre su regazo y me acariciaba el pelo hasta que me dormía. Sus brazos, fuertes y protectores, siempre estaban en torno a mi cuerpo, y yo amaba esa sensación de cariño y calidez.

[Edge of Seduction 01] Seduction (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora