1-Niel

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 Greenlake. Un pueblo donde nunca sucede nada. El único acontecimiento emocionante en todo el año es el deshielo del lago Karatway, lo que para los chicos significa el inicio de la temporada veraniega al ofrecérsenos oportunidades como bañarnos en el mismo o celebrar picnics a sus orillas.

Lo demás, es igual. Durante casi todos los meses del año, o nieva o llueve. Estamos acostumbrados a estar permanentemente mojados.

Greenlake está situado en una explanada, rodeado en sus tres cuartas partes por bosque y montañas. El calificativo de pueblo le viene casi grande; encajamos más en la descripción de aldea rural chapada a la antigua. Creo que nuestro número de habitantes no sobrepasa los doscientos. Evidentemente, nos conocemos casi todos. Sólo hay un instituto, al que asistimos todos los chavales del pueblo, que no somos más de cien.

La vida aquí es un aburrimiento. Las palabras “recreativos”, “Starbucks”, “cines”, pertenecen a otra lengua para los habitantes de Greenlake. Por suerte, unos veinte quilómetros al norte de aquí está la ciudad de Landway, una enorme metrópolis con millones de habitantes. Y por supuesto, con un índice de actividad criminal mucho mayor que el nuestro.

-Otro asesinato.-dice mi padre, entrando en la cocina mientras lee el periódico.

Estoy sentado a la rústica mesa de madera, con un tazón de leche entre las manos, ya vestido para ir al instituto. En cuanto entra mi padre, me giro hacia él interrogante.

-¿Dónde ha sido?

-En Landway.-responde mi padre.- Cómo ayer. Un chaval de diecinueve años, que salía de una discoteca a las cuatro de la mañana. Le están haciendo la autopsia; como las otras veces, no hay muestras a primera vista de que haya muerto por un tiro, un navajazo o una pelea.

Se sienta a la mesa, enfrente mía y da un sorbo a su café nerviosamente. Sé que este tema le preocupa, y es normal. Llevamos más de un mes con asesinatos en localidades cercanas, cada vez más cercanas a Greenlake…y por la ruta que están tomando los asesinos, parece que se dirigen hacia aquí. ¡Hacia Greenlake! ¿Qué hay en Greenlake que pueda interesar a los criminales? Hace más de cien años que no hay ningún hurto, ni asesinato, ni secuestro, ni nada, aquí. 

Por eso no tenemos policía, solo un comisario que se encarga de resolver conflictos entre los vecinos y ya.

-Bueno.-dice mi padre, levantándose de la mesa.- Voy a hablar con Wilson. Tengo un mal presentimiento…

Coge la escopeta de caza, se la cuelga al hombro y sale de la cabaña.

Pongo los ojos en blanco. Wilson es el mencionado comisario, y un gran amigo de papá. Papá es cazador, abastece a la población de carne de alce y otras porquerías.  Con la escopeta es verdaderamente temible; yo quiero ser como él cuando sea mayor. Estoy seguro de que si un criminal viniese a instalarse en Greenlake, con el último con el que buscaría pelea es con él. Como medida de seguridad, papá me ha prohibido las salidas a Landway. Tuvimos una discusión por eso anoche.

Una piedra lanzada a la ventana de la cocina me saca de mis cavilaciones. Me levanto y me asomo rápidamente. En la cara se me forma una inconsciente sonrisa. Es Zayn.

Mi novio, o mi mejor amigo, como cree el resto de Greenlake. Mantenemos nuestra relación en secreto. La gente de aquí es muy supersticiosa, y tiene una actitud hacia la homosexualidad muy medieval. Solamente sabe de lo nuestro el mejor amigo de Zayn, Ethan.

-¿Estás listo?-pregunta. Está apoyado informalmente sobre su moto. Aprendió a conducirla el mes pasado, y desde entonces la lleva a todos lados.

-¡Enseguida bajo!-exclamo. Me aparto de la ventana, me tomo la leche a toda prisa, pesco la mochila del asa, la cual estaba apoyada sobre una silla de la cocina y salgo corriendo al encuentro de mi novio.

[Edge of Seduction 01] Seduction (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora