Escrito XI

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Papá, me llamaste perra barata cuando intenté decirte que Stiven, el hijo mayor de tu futura esposa entró a mi habitación y me obligó a hacer todo lo que sucedió, no me escuchaste y sólo me llevaste a la ducha, abriste el grifo de la llave y me pegabas mientras me decías que era una perra igual que mi madre, que merecía todo lo que me había sucedido.

 No puedo evitar recordar como él irrumpió mi habitación muy de noche y con su mano cubrió bruscamente mi boca.No podía ver, pero creo que lo había planeado todo.—Por favor, no diré nada. —Dije tratando de soltar su fuerte agarre de mi.

—Quédate callada, será muy rápido, te lo prometo.—Susurró muy cerca de mi oído.

Sentía asco, miedo, quería gritar y llamar a papá.

—Por favor. —Imploré una vez más. 

Shh, calla ya no aguantaba más verte por ahí con tu falda de colegiala o tus jeans apretados y no poder tocar ese redondo culo o esas grandes tetas que tienes. —Con su mano baja bruscamente mi blusa de pijama. ¿De quién las heredaste, de tu madre? —Pude sentir su fuerte olor a alcohol.

—Por favor déjame, no diré nada. —Una lágrima resbala por mi mejilla.

Él enciende la luz y me muestra una navaja.

—Si corres o dices algo, te mueres. —Desliza la navaja por medio de mis senos. ¡Pero que lindas tetas tienes! —Emboza una gran sonrisa pícara.

Más lágrimas salen de mis ojos.

—Párate.—Me ordena.

—¡No! —Grito, mientras cubro mis senos.

—¿Qué dijiste?. —Agarra la navaja y se acerca a mi.


  Continuará. 

12 Cartas a papá. |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora