Especial 2 parte 1

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Dedicado a: AngelRodrigues1212

412..421...421. Repito en mi cabeza mientras tomo el ascensor, mi intranquilidad invade todo el espacio, y la espera de este susodicho se me hace eterna.Bajo ninguna circunstancia él tiene derecho de nada, de absolutamente nada, Ah, salvó a mi hija, la conoce e incluso sabe su nombre,¿Sabrá lo que sucedió?

Toda esa clase de pensamientos experimento hasta que las puertas del ascensor se abren.

—412, señorita, el consultorio 421. —Digo apresurado a la señorita de traje blanco, a lo que en su defecto ella arruga su frente.

Supongo que está tan confundida como yo.

—¿421?—Emboza una duda entre su perfecta dentadura.

—Sí. —afirmo, mirando alrededor en busca del consultorio.

—Señor. —Una gran curva es la que asoma y armoniza su rostro.—Usted debe estar un poco perdido, el consultorio 421 se encuentra en el segundo piso.

¿Esta maldita señora me está tomando del pelo? este es maldito segundo piso.

Trato de devolverle su falsa sonrisa.

—Señora-señorita, me encuentro en el segundo piso. —Digo apretando mis puños.

Ella en su defecto sonríe y hace que mi sangre hierva al doble,¿Qué es esta empresa de críos irrespetuosos? de seguro nacieron con cuchara de oro.

—No señor.—Señala con su índice  la parte superior de ascensor. —Piso 7, creo que usted se ha pasado unos cuantos pisos.

Maldita sea, se me va a caer la cara, y después de todo lo que le dije.

—Oh, por favor disculpe las palabras que le dije anteriormente, últimamente paso por mucho en estos momentos. —Musito con una gran sonrisa en el rostro.

—No se preocupe, voy al mismo piso.—Suena tranquilizadora mientras presiona el botón "2" dentro de ascensor.

—Por favor, excúseme. —Digo con mis manos dentro de los bolsillos laterales. Al parecer a dejado de escucharme ya que se observa detalladamente en el espejo del ascensor y ahora yo también la observo tanto como ella lo hace.

—¿Luzco bien?—Pregunta observándome a través del cristal.

No respondo nada. 

—Mi mejor amiga acaba de ser remitida aquí. —Articula, mientras limpia su vestidura blanca. No puedo creer que esté muriendo, sólo por un padre como el que tiene. —Una lágrima resbala por su mejilla.

¿Se refiere a mi?¿Ella conoce a Angeline? Son demasiados los interrogantes que tengo.

—Discul...—Las puertas del ascensor de abren y aquí termina nuestra conversación, ella sale apresurada.

A unos cuantos pasos encuentro el consultorio.

—Siga. —Una voz varonil y bastante adulta exclama desde el otro lado de la puerta.

—Siéntese. —Replica autoritario desde la parte de atrás ya que su silla le está dando la espalda al escritorio al igual que él.

¡Qué falta de clase!

—Siéntese. —Levanta la voz y se da vuelta.

No puedo creer lo que mis ojos están viendo.

—Hola, cuñado. —Musita mientras se pone en pie. Un largo tiempo sin vernos. —Replica.

—¿Qué pasa? ¿No vas a saludarme?. —Ahora es él quien tiene el control de la conversación.


Continuará..








12 Cartas a papá. |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora