*Dany*
- Y desde que hablé con el médico y me dejó estar a tu lado, no me he separado de ti.
Yo lo había estado escuchando casi sin respirar, no quería que ningún movimiento mío le hiciera perder el hilo de la historia.
- No llores, por favor – me susurró acariciándome la mejilla para luego besarla.
- Gracias.
- ¿Por qué?
- Por no marcharte y quedarte a mi lado a cuidarme.
- En realidad deseaba que me pidieras que no me marchara. Incluso estuve rezando.
- Vale, pues en realidad yo fingí que me desmayaba para ganar tiempo y que perdieras el avión y así no te fueras – mentí sonriendo.
- Eres preciosa cuando haces eso.
- ¿El qué?
- Sonreír. Tu sonrisa es la más preciosa que jamás haya visto. Por cierto, ahora te toca a ti contarme una historia, si es que quieres contármela.
- Lo de mi padre – afirmé.
Él, a la vez que sonreía, me apretó las manos al notar que comenzaban a temblarme. Agaché la cabeza antes de hablarle.
Le conté todo con lujo de detalles así como él lo hizo con su historia. Profundicé mucho más en toda mi vida de lo que jamás lo había hecho. Incluso recordé cosas que tenía olvidadas. Lloró conmigo cuando dije en voz alta que odiaba a mi padre y a mi abuelo por todo el daño que me habían causado en la vida. Le expliqué por último el motivo de la llamada de mi padre.
- Yo te acompañaré – sentenció.
- Bruno, no pienso ir.
- ¿Por qué?
- No quiero nada que me recuerde a ellos. No voy a ser tan hipócrita de ir allí para escuchar que mi abuelo me ha dejado todos sus bienes. No los quiero. Que se los quede su hijo. Ir allí y verle sólo me haría más daño y no quiero.
- Está bien – me abrazó – como tú quieras, nos quedaremos aquí. Ahora tranquilízate princesa.
Y me quedé dormida entre sus cálidos brazos.
Él me había echado piropos y yo los había recibido de buen agrado pero ya está. Él dormía en el cuarto de invitados y yo en su habitación. No nos habíamos ni besado ni nada. Nos gustábamos, eso estaba más que claro. Se notaba a la legua pero ninguno había dado el paso más allá de la amistad. Por lo que a mí respectaba éramos solamente amigos. Nada más.
En esa semana recibí la visita de mis amigos. Alex, Bill y Wentworth.
- Tenemos ganas de que vuelvas a la escuela – mi amiga estaba sentada junto a mí. Al otro lado tenía a Bill y junto a Alex estaba Went.
- Yo también os echo de menos. Un día de vacaciones podríamos quedar todos para comer.
- ¿Volverás a la residencia?
- Supongo que sí. Por ahora estoy aquí porque necesito reposo. Y el médico me ha mandado una dieta especial.
- Que bien te cuida Bruno – dijo Bill sonriendo.
- Genial. Por cierto, es raro que aún no haya venido del colegio – todos se miraron entre sí de un modo muy extraño – ¿qué pasa? – me alarmé.
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Kailua: Hoku y Anuenue
FanfictionDos Mares. Estrella y Arcoiris. Ese es el título traducido de esta nueva historia. Danielle es una joven chica alemana que se ha criado en el seno de una familia repleta de problemas. Teniendo el más puro y duro dolor como compañero. Tras unos desg...