Capitulo 16

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No había visto a Christian desde que se despidió de mí aquel día que se quedo conmigo. Hoy era la boda y a pesar de que sería solo por él civil, estaba muy nerviosa.

—Te ofrecería tequila pero estas embarazada— bromea Santiago para aligerar el ambiente en el coche.
—Tranquila, tía. Todo saldrá muy bien— dice la pequeña Hannah y me abraza.
—Por cierto cuñada, te ves preciosa con ese vestido. — menciona Grace.
—Gracias a las dos.

Mi cabeza va a mil. Es la primera vez que ambas me ven, sin embargo, me tratan como si nos conociéramos de toda la vida. Estoy muy feliz de que por fin me vaya a casar. Aunque no es bajo las condiciones que quisiera. Desde niña he soñado con que mi padre me llevara por el pasillo de su brazo, además de que había soñado con casarme antes de tener un bebe. Y ninguno de mis dos sueños se va a cumplir. Santiago se ofreció a llevarme el día que sea la boda religiosa, por el gran parecido que tiene con mi padre, pero aun así no es lo mismo.

—Llegamos— me susurra mi madre.

Trago saliva. Salgo del coche y siento el corazón en la garganta mientras que mis piernas tiemblan.

—Buscare un lugar para aparcar.

Mi madre me toma por los brazos y camina conmigo. El vestido que estoy utilizando era de ella cuando se caso con mi padre. Es muy bonito y sencillo. Me llega arriba de la rodilla, tienen un escote en forma de corazón y está cubierto de encaje. Cuando me lo probé, lo ame.

Entramos y nos dirigimos hasta donde había quedado con Christian. Mi corazón se acelero al verlo de espaldas. Imagino que sintió mi mirada, porque me quede congelada mirándolo y él se giro.

—Hannah...— susurra y me mira boquiabierto —Luces preciosa— se acerca hasta mi y toma mi mano para llevarla directo a sus labios.

—Gracias, este traje te queda muy bien. —respondo mientras le sonrió.
—Gracias. Invite a mis padres, espero que no te moleste la presencia de mi padre
—No. Solo espero que no vaya a arruinar la boda— lo miro con preocupación.
—Tranquila, amor. Hable con él y le dije lo mismo que a tu madre. Bebimos después de que él se fuera— me guiña un ojo y me jala hacia él para abrazarme. Deja un beso en mi coronilla —Vamos a volvernos marido y mujer.

...

—Por el poder que me confiere el estado. Yo los declaro, marido y mujer. Ya puede besar a la novia.

Me giro hacia mí ahora esposo y lo miro a los ojos.

—Con su permiso, señora— le dice a mi madre y me toma entre sus brazos para besarme.

Es un beso apasionado y tierno al mismo tiempo. Me pierdo en sus labios, todo desaparece a nuestro alrededor y el tiempo se detiene. A partir de ahora somos uno solo.

—Te amo...—me susurra al separarnos y me quedo muda. Él... ¿Me ama?

Yo solo sonrió ampliamente, tratando de expresar: — Quizás yo también, Christian— Todos nos comienzan a aplaudir y posteriormente a felicitar. Hasta la persona que no imaginaba. Su padre.

Cuando el juez pregunto si alguien se oponía, comencé a sudar helado pues tenía miedo de que el propósito del señor Held, fuera ese. Impedir que nos casáramos.

—Muchas felicidades, Hannah— extiende su mano y la tomo. —Cuida de mi muchacho y perdón por lo del otro día, Christian me explico lo que sucedió.

—No se preocupe, señor Held...
— Llámame John, por favor...
—Eso ya es parte del pasado, John— respondo con una sonrisa forzada pues el recuerdo de como sucedió, volvió fugazmente a mi cabeza.

Mientras manteníamos un agarre un poco incómodo, una idea cruzo por mi cabeza. Suelto su mano y me abalanzo sobre él para abrazarlo. Siento como se tensa debajo de mis brazos y luego se relaja poco a poco, regresándome el abrazo paternalmente.

—Le robo a la señora Held— susurra Christian detrás de nosotros con una sonrisa en el rostro.

—Claro, hijo. — sonríe y encuentro a la persona que le heredo la sonrisa a mi esposo —Yo me retiro, me toca hacer guardia en el hospital— se despide de ambos.

—Me alegro que hayan arreglado sus "diferencias"
—Yo también me alegro, sinceramente. — Me abraza por la cintura y me deja un beso en la sien —Ahora, vayamos a celebrar.

...

—Gracias por todo, Hannah. Ha sido el mejor cumpleaños desde que papá falleció. — dice Santiago con su pequeña en brazos, la cual ha caído rendida después de un largo día de festejo.

—Si, muchas gracias por abrirnos las puertas de tu casa— agrega Daniel mientras me abraza en forma de despedida.

—Gracias a ustedes. Ya saben, cuando necesiten algo, solo pídanlo — respondo mientras le acaricio la cabeza tiernamente a Hanny.

—Santiago, ¿puedes acercarme a casa? Roxanne llevara a Rose y a Dante, antes de lo acordado.

—Claro que si, Daniel. Nos retiramos, hermanita. Que disfruten la nueva etapa que comienzan juntos.
—No se vayan a la cama molesto con el otro— exclama Grace, uniéndose a nosotros. —Lo digo por experiencia — le guiña un ojo a Santiago y todos reímos. —Hasta pronto, cuñada. Cualquier duda en el embarazo o si necesitas a una amiga para comer helado, aquí me tienes. — me abraza rápidamente.

Christian se pone a mi lado con mi madre y despedimos a todos desde el umbral de nuestra casa.

—Bueno, chicos. Me iré a dormir en esa cama muy comprometedora.
—Descansa, mamá. — beso su mejilla.

Sube las escaleras con tranquilidad hacia la habitación de huéspedes. Esta noche se quedara con nosotros. Recién son las 10 pm, pero todos estamos juntos desde hace 12 horas.

—Entonces, señora Held. ¿Quiere una copa de jugo de uva?
—Por favor. — respondo y nos reímos. Todos bebían vino, excepto Hanny y yo que bebíamos jugo de uva.

Christian y yo, subimos un rato a la terraza para disfrutar de la fresca noche y la mutua compañía. Estamos recostados en un par de camastros para estar cómodos.

— ¿Sabes? Nunca imagine que me casaría estando embarazada
—Yo tampoco lo imagine — responde Chris con una sonrisa divertida
— ¿Qué cosa?
—Estar embarazado — pongo los ojos en blanco y me acerco a él para besarlo. —Imagínate a un ajolote revoloteando en tu barriga. Debe de ser muy lindo.
—Grace me aseguro que lo es.
—No me dijiste "te amo"
— ¿Tenía que hacerlo?
—Como mi esposa, supongo que sí— dice y se sienta en el mismo camastro que yo, mirándome fijamente a los ojos.

—Me prometiste que iríamos a mi ritmo. Ya nos casamos, ya vivo contigo. Déjame escoger cuando decirte "te amo" — pone sus ojos en los míos y es como si pudiera ver a través de mi alma.

—Está bien. — responde y me besa apasionadamente.

Menuda noche de bodas. En la terraza. No lo detengo, sé que ambos necesitamos esto, quizás no pude decirle "te amo" pero pienso recompensárselo disfrutando la noche con su esposa, haciendo el amor... 


Holaa! He aquí el nuevo capitulo, espero les haya gustado y si es asi no olviden votar y recomendar la historia.
Menre.

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