Capítulo 33

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Hoy despierto antes que la alarma. No pude dormir solo de pensar que hoy es cuando conoceré a los demás hijos de Jack, mis medios hermanos. Decidí invitarlos al bautizo de Lena y Eric, así mi padre también conocía a mis bebés.
Miro por la ventana y los primeros rayos del sol se están asomando. Me giro hacia la cama y mi flamante esposo aún sigue dormido, da media vuelta y lanza un brazo a mi lado de la cama, cuando no me encuentra suelta un gruñido —Aún es muy temprano, Hannah. Vuelve a la cama.

—Lo siento, no quise despertarte, vuelvo en un minuto.— respondo antes de regresar mi mirada al amanecer.

—Sabes que eso no es cierto— se sienta de golpe aún con un ojo cerrado. — ¿Aún sigues nerviosa por conocerlos? — yo solo asiento cruzándome de brazos —Ya te dije que les agradaras, eres la persona más increíble que alguien pudiera tener en su vida. — se pone en pie y camina hasta donde estoy parada para tomarme entre sus brazos.

—Te amo, Christian. — suelto de pronto. Afloja su abrazo para poder mirarme a los ojos.
—No te escuchaba decir eso desde que nació Eric.
—Lo sé, estuve pensando mucho cuando volvería a decirlo y llegue a la conclusión de que no por un error iba a echar a la basura todo lo que siento por ti.
—Oh, Hannah...— toma mi rostro entre sus manos y lo acaricia —Te amo tanto. — junta sus cálidos labios con los míos.

Su beso me reconforta y hace desaparecer el nerviosismo que sentía cuando desperté. Él siempre tiene ese don de hacerme olvidar los problemas. Con Christian comprendí lo que mi madre siempre decía —cada quien tiene un concepto diferente de amar, pero todos trabajan sobre la misma base— y sí, quizás antes su forma de amarme era protegerme y seguirme sin que lo notara, ahora se encarga de proteger a su familia sin máscaras, aceptándome por lo que fui y lo que ahora soy. Yo por mi parte, cambie mi forma de amar puesto que ahora no sólo amo a mis padres sino a una familia entera y lo que es más importante, amo a mi propia familia. Mi concepto de amar se convirtió en perdonar los pequeños errores de a quién les ofrezco mi cariño así como ellos lo han hecho con los míos.

Nos separamos para tomar aire y justo cuando pensamos volver al candente beso, nuestros hijos comienzan a llorar. —Será otro día— digo resignada. Ambos soltamos un suspiro y vamos al encuentro de nuestros hijos, hoy será un día largo e intenso...

...

Me encargo de vestir a Lena mientras Christian viste a Eric. Ambos bebes lucen tranquilos y felices. Le hago un poco de cosquillas y le da un ataque de risa, el cual le contagia a su hermano. Mis pequeños ya tienen 7 y 4 meses conmigo, sin duda el tiempo vuela. Así como el próximo mes cumpliré mi primer año de casada con Christian.

—Lucen demasiado adorables.
—Claro, se parecen a su madre. — respondo y suelto una risita.
—Pero tú no eres adorable, tú eres sexy. — me mira pícaramente.
—No es momento de hacer el amor, Christian. Es el bautizo de estos dos pequeños.

Dirijo mi mirada a los diminutos humanos vestidos de color beige que tengo frente a mí. Eric me mira con atención. —Usted, niño de ojos azules, ¿Qué hace mirando a su madre? — bromeo.

— ¿Sera que te mira porque eres su madre? — golpeo a mi marido en el hombro antes de disponernos a cargar a nuestros hijos. 

Abajo ya nos esperan Santiago y Grace que serán los padrinos de Eric, mientras que Daniel será el padrino de Lena. Jack me mira con mucha ilusión al bajar con mi pequeña.

—Tus hijos son preciosos— dice mientras alterna la mirada de un bebé a otro. Aún no había tenido tiempo de explicarle que Lena era nuestra hija adoptiva.

— ¿Nos vamos?— le pregunto a todos mientras sonrío —No queremos llegar tarde.— todos concuerdan conmigo y caminamos hacia dónde están estacionados los coches.

...
La celebración después de la ceremonia, fluye con normalidad. Afortunadamente ningún proveedor me falló en su servicio, lo que le da un gran respiro a mi alma. Aunque a Christian se le ve un poco estresado y distante de la fiesta. Hace unos momentos estaba charlando con mis hermanos y conmigo, y de pronto recibió una llamada, se disculpó antes de entrar a la casa para hablar sin que escucháramos. Lo veo alejarse con su celular en la mano y decido concentrarme en la conversación de nuevo.

—Tus pequeños son una verdadera ternura— dice mi hermana menor Verónica. — Gracias por habernos invitado.
—Gracias a ustedes por aceptar venir y pues... Aceptarme en su familia.
—Dime cómo podríamos rechazarte después de que le devolviste la alegría de su vida a nuestro padre. — responde Marilyn y sus ojos me dicen que está siendo sincera.
—De verdad, muchas gracias. — les doy un abrazo con cuidado para evitar hacerle daño a mi pequeño Eric, quien está en brazos de Verónica. —Disfruten la comida, iré a ver qué sucede con Christian. Cuiden a mi bebé un momento.
—Tú no te preocupes, ve a buscar al galanazo que tienes por marido.— sonrío por su extraño comentario y camino por donde se fue Chris, evitando hacer mucho ruido.

No lo encuentro por ningún lado hasta que veo la luz encendida de su despacho. Me quito los tacones para que no resuenen en la madera y me acomodo con cuidado cerca de la puerta para intentar escuchar la conversación.

— ¿Cómo pretendes que le oculte tal cosa? ¡ES TU HIJA! — me llevo una mano a la boca de la impresión. —Ella no se merece que le hagas esto... Si, si la amo y pienso protegerla de cualquier persona que quiera dañarla como tú... No metas a mis hijos en esto... ¡Claro que son mis hijos!— intento pensar de quien podría estar hablando, "hija..." ¡Pero hija de quién! Supongo que se refiere a mí porque mencionó a mis pequeños. ¿Acaso está hablando con Jack? Me giro hacia la puerta de cristal de la cocina y lo veo de pie junto Caleb y Santiago. Es imposible.

De pronto entra Grace a la casa —¿Qué estás haciendo Hannah? — le ruego con la mirada que guarde silencio. Escucho que Christian cuelga y pienso rápido en una excusa.

—Vengo a buscar a Christian y a cambiarme los zapatos.
Sale mi marido de su despacho —Hola, amor — me da un beso fugaz —Perdón, tenía que aclarar unas cosas con un cliente. Te acompaño a cambiarte. — asiento y miro a Grace que está confundida. —Grace— dice él en forma de saludo y ella contesta con un asentimiento de cabeza.

Chris me toma por la cintura y ambos subimos la escalera. Espero no haya notado que lo estuve espiando por detrás de la puerta.
—Por curiosidad, Hannah, ¿escuchaste algo? — mi corazón se pone a latir con fuerza.
—No— miento — Llegue justo cuando te despedías, ¿por qué la pregunta?
Se pone nervioso —Es que estoy preparándote una sorpresa por nuestro aniversario y... Y pues si escuchas, ya no es sorpresa.
—Ya veo...— entramos en nuestro cuarto y me dirijo sin escalas al armario para buscar unos tacones más bajos. Ahora piensa protegerme de "una sorpresa", si claro. —Listo, volvamos a la fiesta que tengo muchísima hambre. — miro como se enciende el deseo en sus ojos. —Hambre de comida. — y de la misma forma que se encendió, se apaga.

...
—Gracias por haber venido, chicas— le digo a Marilyn, Verónica y Alexa —Tenemos que tomarnos un café para conocernos mejor.
—Sin duda— responde Alexa. 

Nos despedimos de todos y suelto un suspiro. —Todo salió muy bien — le digo a Christian y me abraza —No me rechazaron.
—Te lo dije, amor. Ellos te adoran. Ahora, ¿qué te parece si nos vamos a dormir?
— ¿Dormir? ¿Quién diablos hablo de dormir?— lo jaló de la corbata y lo beso apasionadamente.
—Habrá que sacrificar unas cuantas cosas— me carga y se dirige a la sala de estar —Pensándolo bien, nunca hemos estrenado este lindo sofá
—Hagámoslo ahora— lo vuelvo a besar y el tiempo deja de correr para nosotros, es momento de aprovechar que los niños duermen.

Holaa! He aquí el nuevo capitulo, espero y les haya gustado y si es así no olviden votar y recomendar la historia. PD: Feliz año nuevo a todos.

Menre.

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