Me enamoré de un engreído

Capítulo 5

  —¿Qué es eso? —me acerqué a la ventana, curiosa

—No lo sé, pero tiene algo escrito —Tikki miró el pedazo de papel de mi ventana fijamente

Cuando estuve parada frente a la ventana, la abrí, tomé la nota y miré a ambos lados, no pudo hacer llegado hasta aquí sola.

Tikki llegó a mi lado y se quedo viendo la nota, cada vez con los ojos y boca más abiertos.

—Marinette, creo que vas a querer leer eso —señaló la nota

Cerré la ventana y me senté en la silla de mi escritorio. Leí la nota con cada vez más asombro.

—Puedo ayudarte con tu tarea de matemáticas, se que se te dificulta un poco, llámame y yo vendré
Atte: Chat Noir

Luego estaba un número de teléfono.

—Esto debe ser una mala broma, Chat Noir ayudándome con la tarea, además ¿él como sabe que tengo tarea? —me estaba poniendo cada vez más nerviosa

—Quizá puede que quiera hacer algo lindo por ti, vamos Marinette no pierdes nada si lo llamas y le dices que te ayude

—Pero... ¿vendrá? —miré angustiada a Tikki

—Claro que vendrá, no te dejó esa nota ahí para nada, llámalo, o yo tendré que hacerlo —se cruzó de brazos, frustrada

Me reí ante su comentario, y su cara.

—Bien Tikki tú ganas, pero solo por esta vez —traté de calmar mi risa, y tomé mi teléfono —bien, aquí voy —nerviosa, marqué el número de teléfono sin pensar

El timbre sonó dos veces.

—Creo que no va a contestar Tikki, te dije que era una mala broma —cubrí la bocina del teléfono con la mano

—Pues en el caso de que fuera una mala broma, te habrían dejado la nota allá abajo y no en tu ventana Marinette, nadie escala tan alto sin ayuda

Contestaron el teléfono.

—¿Hola? -dije, nerviosa

–Hola Princesa, veo que leíste mi nota —era la voz de Chat Noir

—Ah... esto... s-si la leí —oh Dios mío, ¿estaba tartamudeando?

—Está bien, voy para tu casa, no te vayas de ahí —uso un tono... ¿seductor?

—Mmm... claro, no me moveré de aquí... —maldita sea, si estaba tartamudeando

—Bien, llegaré lo más pronto posible Princesa —no sé por qué pero casi podía ver su sonrisa del otro lado de la línea

Me quedé helada, pero sentía mucho calor, Chat colgó y yo me quede ahí, con el teléfono en la oreja y la boca abierta.

—¿Marinette? ¿Qué pasa? —Tikki se acercó a mi, preocupada

—¡Q-qué es lo que acabo de hacer! —solté el teléfono, el cual acabo en el suelo —¡A-acabo de arreglar una ci-cita con Chat Noir! —me estaba poniendo más roja con cada palabra

—Marinette cálmate, respira no te va a pasar nada, yo estaré contigo —Tikki tocó mi hombro

—P-pero... ¡¿que rayos voy a hacer con Chat en mi cuarto?! —me puse de pie de un salto —d-debería de... de quitar todo lo infantil o... o ¡no lo sé! —me pegué en la cabeza con la pared

—Marinette hablo em serio, cálmate, o ¿es que estás tratando de quedar bien con Chat? —cambió su tono de voz a uno pícaro

Sentí como me ponía roja de los pies hasta el cabello, abrí mucho los ojos y comencé a brincar por todo mi cuarto nerviosa.

—Cla-claro que no Tikki no seas tonta... solo es que... mmm... necesito... arreglar mi cuarto —me quede quieta —si, arreglar mi cuarto

—A mí no me engañas Marinette, tú quieres quedar bien con Chat

Abrí la boca para hablar pero oí que tocaban mi ventana.

Tikki se escondió y entonces me voltee a ver detrás de mí, y ahí estaba él... en su traje negro... y con esos ojos verdes, tan lindos que sentía que me derretía.