Epílogo Parte: 2

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—¡Emma Agreste regresa acá!

—¡Pero no quiero ponerme ese sombrero!

—Hay Dios mío santo, ¡Adrian ven y ayúdame! —ya me había cansado de corretear a Emma por toda la casa

Adrian llegó y me abrazó por detrás.

—¿Qué pasa Princesa? —Adrian puso su boca en mi cuello, lo que me hizo estremecerme

—No es momento de juegos gatito, tu hija no se quiere poner este sombrero y llevo correteándola por toda la casa desde hace una media hora, llegaremos tarde con Alya, Nino, Tikki y Plagg, además no estoy como para estar corriendo así

—Ya se que no, yo me encargo de Emma, y tú ve al coche y esperanos ahí, no quiero que pongas en peligro a nuestro segundo hijo —Adrian sonrió y me besó en el cachete —aunque quisiera poder hacer cosas contigo más seguido —me hizo una pícara sonrisa

—¡Adrian Agreste! —le pegué con el sombrero en la cabeza —esas cosas no se dicen tan alto y menos con Emma despierta

—Está bien, está bien, yo solo decía, pero prepárate porque dentro de un mes volveremos a estar libres —tomó el sombrero y me guiñó un ojo antes de correr atrás de Emma para que no le pudiera recriminar

—Gato tonto —sonreí para mí misma y me subí al coche a esperar a Adrian y Emma

Cuando por fin llegaron y fuimos a casa de Alya, Nino, Nicolás y la bebe Maeva, nos dimos cuenta de que éramos los últimos en llegar, ya estaban Tikki, Plagg y la pequeña Lincy ahí.

—¡Lincy!

—¡Emma! Vamos juguemos con mis muñecas -Lincy y Emma se perdieron en el cuarto de juguetes con Nicolás atrás de ellas

—¡Espérenme niñas!

—Vaya, parece que ya no saludan a sus tíos estos dos —Adrian se puso a reír

—Si, pero son niños ¿que esperabas? —Alya estaba cargando a Maeva en sus brazos

—Algún día esos tres serán el pequeño remolino de París —dijo Tikki entornando los ojos —menos mal que solo tenemos una hija ¿verdad Plagg?

—Yo no tendría ningún inconveniente en tener otra —Plagg le sonrió pícaramente a Tikki

—Eso dicen ahora, pero créanme, si tuvieran dos no dormirían —Nino bostezó y luego le pasó el brazo por los hombros a Alya

—Yo no creo que sea tan malo, pero no lo sabremos sino hasta que el pequeño Louis llegue ¿verdad Princesa? —mi esposo me miró sonriente

—Si, pero tú está vez me vas a ayudar, no voy a poder con Emma y Louis a la vez

—Como digas My Lady

Así eran nuestras vidas ahora, quién diría que después de 14 años las cosas serían de esta manera.

Y aunque Adrian y yo ya no fuéramos los superhéroes de París como antes, sabíamos que ya fueran nuestros hijos u otras personas, siempre estaríamos a salvo.

*10 años despues*

—¿Qué es esto? -Emma abrió una caja y vio unos aretes, luego una pequeña criatura roja apareció

—Hola me llamo Lina

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—¿Cómo llegó esto aquí? —Nicolás abrió una caja y vio un anillo, un pequeño gato negro apareció frente a él

—Hola soy Nathaniel

Y así los nuevos héroes de París recibieron sus miraculous.

Me enamoré de un engreídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora