Capítulo 6.5: Pensamientos de dos almas solitarias

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Estos sucesos ocurren al día siguiente, por el medio día:

En un lugar lejano, cerca de las lejanías, se encontraba una cachorrita de ojos azules, perdida en sus pensamientos mientras miraba el cielo, desde esa parte de la zona, el cielo se veía algo rojizo. No se explicaba el porqué de tal fenómeno pero le daba igual, disfrutaba ver el cielo solitariamente. Estaba recostada en una de las incomodas elevaciones de rocas puntiagudas que rodeaba el lugar, todo el sitio estaba completamente muerto, sin rastro de vida animal ni vegetal... solo se veían huesos de todo tipo y devastación.

Muy a lo lejos se encontraba su madre dentro de una cueva, entrenando a uno de sus hermanos para una futura misión cuando este sea cumpla la edad adulta, desconocía las razones del porque su madre estaba entrenando con puño de hierro a su pequeño hermano, pero entendía que se trataba de algo muy importante por lo cual decidió no molestar ni preguntar.

- ¿Pero qué haces aquí pequeña boba? Ya casi es la hora de almorzar y nuestra madre me mando a buscar – se pronunciaron unas palabras con un tono molesto detrás de ella.

- Creí que se encontraba entrenando a Kovu, además no tengo ánimos de ir a comer – respondió la cachorra agresivamente.

- No es mi problema si tienes hambre o no Vitani, estoy aquí para llevarte a la fuerza, a no ser que quieras enfrentar la ira de nuestra madre –

- Lárgate Nuka, ahora estoy ocupada pensando – dijo Vitani, incorporándose y dejando solo a su hermano mayor, este le siguió con una mueca de disgusto, ella al ver que lo seguía dio un suspiro y frunció el ceño.

- ¿Se puede saber que interesante tema es lo que tiene tan pensativa? – pregunto el león malhumorado.

Ella se detuvo en seco, conocía lo verdaderamente molesto y estresante que podía ser Nuka, diga lo diga, el no dejaría de seguirla hasta que cumpla su voluntad, se encogió de hombros y volteo a ver a su hermano.

- Si te lo digo, ¿dejaras de fastidiarme de una maldita vez? – gruño la cachorra.

- Tal vez, depende del tema, si resulta ser bueno te dejare tranquila – sonrió sarcásticamente Nuka ante la mirada furiosa de Vitani, ella volteo los ojos. – Dios... en verdad eres una verdadera molestia.

Ella se dio la vuelta y se recostó en frente de Nuka, observo sus ojos y comenzó a contar sus pensamientos, Nuka se recostó delante de ella para escuchar atentamente.

- ¿Recuerdas al cachorro que nos expulsó del pequeño poso, cerca al hogar de esa hiena llamada Jasiri? El que te dio una buena patada cuando quisiste atacarlo – rio Vitani al recordar aquella escena.

- Kion ese pequeño... bien, ¿a donde quieres llegar con esta conversación? – pregunto Nuka aún más molesto al ver la sonrisa de su hermana.

- ¿No te recuerda un poco a Kopa? el primer hijo de Simba y Nala con el que jugábamos todos los días en Pridelands antes de ser desterrados –

- Kopa... si lo recuerdo muy bien, en esa época nos metíamos en toda clases de aventuras peligrosas- suspiro el león recordando a su viejo amigo – Siempre al final, terminábamos castigados o regañados por nuestras madres.

- Si... si te soy honesta, extraño mucho esa vida con Kopa a nuestro lado, siempre nos consideró sus compañeros más cercanos a pesar de la rivalidad entre Zira y Nala, siempre sonreía a nuestro lado, nos defendía ante cualquier amenaza o decía cualquier excusa para salvarnos de la ira de nuestra madre – susurro Vitani recordando la imagen del león. – Al final el terminaba pagando por nuestros errores y a pesar de eso, siempre estuvo a nuestro lado.

The Lion Guard: Dos corazones, un solo destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora