1 | Volver a vernos

12.7K 722 26
                                    

Capitulo uno | Volver a vernos

─── ❖ ── ✦ ── ❖ ───

Ajusto mi chaqueta mirándome en el espejo, parte de la cicatriz de mi clavícula se hace notoria por la camiseta de gimnacio. Miro mi reloj inteligente, las siete de la mañana y desde que me desperté estuve activo.

Tengo a los italianos queriendo joderme con la mercancía y eso amerita demasiada de mi atención. Cuando bajo a la sala ya se encuentra James esperándome, vestido con ropa de gimnacio al igual que yo.

— Llama a Fredek, para que entrenemos juntos.

— Si señor.

Le pasó de largo hacia la salida y los dos nos subimos a la camioneta hacia uno de los galpones que usamos para el entrenamiento. El ring está en medio y lo rodean muchos aparatos, algunos juegos de tiro también.

Es uno de mis sitios favoritos.

Una hora luego de haber llegado Fredek se hace presente. Tengo la camiseta pegada al cuerpo debido a la transpiración cuando me acerco a él.

— Estoy de un humor de mierda así que tráeme a alguno de tus hombres para desquitarme. - se quita su chaqueta y se suena el cuello caminando hacia el interior del galpón.

— Buen día para ti también.

Rueda los ojos y se sube al ring, le hago una señas a mis hombres pero ninguno quiere acercarse por lo que me subo yo.

— ¿Se cagan en los pantalones tus hombres?

Me río y me quito la camiseta.

— Con el humor que trajiste, por supuesto que ninguno tiene ganas de morir.

— ¿Y tú si?

— No me matarias, no saldrías vivo de aquí.

Tira el primer golpe y lo esquivo para darle uno en la cara, que lo marea por un instante pero rápidamente me lo devuelve, acertando en mi abdomen, quitándome el aire por un momento.

Será viejo ya, pero tiene la fuerza para enfrentarme aún.

— ¿Me dirás lo que te sucede? - le doy vuelta el rostro con el puñetazo que le encajo, sangre sale de su nariz y tiene el labio partido cuando me mira, sus orbes ardiendo en ira.

— Khristeen no comprende el mundo en el que estamos y en el riesgo constante en el que se encuentra, no entiende que Rusia no es Inglaterra y que por ello no la dejo salir. - me da un golpe que deja mi nariz sangrando, siento el líquido bajando por mis labios pero no soy consciente del dolor. - Y para colmo debo de irme a hacer negocios en Cuba y deberé dejarla sola.

Termina de hablar con un golpe que me desestabiliza el equilibrio y me caigo, desde abajo lo miro con una sonrisa y él me da la mano, se la tomó y me ayuda a levantar.

— Puedo ayudarte con eso. - me limpio la sangre con el dorso de mi mano.

— ¿Cómo? Yo soy el que debe presentarse en Cuba, no tu. - ruedo los ojos y me quito las vendas que tengo puestas desde que llegué.

— Entonces mantendré vigilada a tu hija, es lo mínimo que puedo hacer. - bajo del ring y él no tarda en seguirme.

Fredek fue como un segundo padre para mí cuando murió el mío, se dedicó a ayudarme con la entrada al negocio y el entender cada aspecto del mismo. La mafia no solo es matar y cobrar deudas, tienes que ser inteligente, ser estratega ante tus enemigos y siempre estar un paso adelante de ellos.

— ¿Cómo? Necesito personal confiable que la vigile... Quizá podría quedarse en tu casa, es solo una semana. - me paro en seco y lo miro con el ceño fruncido.

Zhadánov ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora