Aprender a amar...❤ [Harry Styles]

Capítulo 17-Pasar página.

Rebecca’sPOV:

Me levanto, con un dolor de cabeza insoportable, cuando consigo abrir los ojos ¡Veo que no estoy en mi casa! Aparte de que voy vestida con unas pintas horribles.

Veo a Harry a mi lado, durmiendo plácidamente junto a mí, abrazándome con cuidado. Sutilmente retiro sus brazos de mi cintura y me levanto.

Al intentar recordar algo de lo sucedido, mi mente me ayuda y empiezo a visualizar las escenas de ayer ¡Ahora todo me cuadra! ¡Estoy en la casa de Harry!

Por dentro me siento muy mal conmigo misma, pero también me da pena como trato a Harry, quizás le estoy dando ilusiones, no sé si le gusto, pero ayer me besó, y no niego que lo repetiría.

Pero que estoy diciendo ¡Amo a Zayn!

*Amas al hombre que te engaña*

Tienes razón, por muy agotadora que seas, y me enfade contigo, la mayoría de las veces tienes la razón, y esta es una de ellas.

Me incorporo con dificultad, y doy unos cuantos pasos hasta abrir la puerta girando el pomo muy despacio. Asomo la cabeza por el estrecho que la puerta me deja, y no veo a nadie más en la casa.

Decido irme, pero no sin decirle nada, ha sido el hombro que necesitaba la noche anterior, no sé que hubiese pasado si él no hubiese aparecido en aquel instante, porque mi cabeza hay veces que no responde.

*Gracias por tu apoyo, te necesitaba tanto, y aún te necesito. Admito que la guerra conseguirá acabar conmigo*

Att: Rebecca

{…}

Llego a mi casa muy temprano, me arreglo un poco, y maquillo mi cara con un maquillaje bastante fuerte para tapar las muchas imperfecciones visibles.

Decido llamar a mi madre, ya es hora de que hablemos, que hace mucho que no se de ella ¡Deguro que ya esta despierta, ahora son las 10! Necesito hablar con ella, aunque nos comunicamos por teléfono pero ya me entendéis, no es lo mismo.

-Mamá-Digo cuando la llamo por teléfono-

-¡Rebecca!-Exclama admirada al escuchar mi voz-

-Deberíamos quedar, llevo mucho tiempo sin verte-Le comente naturalmente, esperando que su repuesta sea un si-

-Claro hija, te iba a llamar yo también, así que ¿Qué te parece si quedamos esta mañana para almorzar? Aún es pronto-Me pregunta mi madre con una voz dulce que añoro verdaderamente-

-¡Perfecto! ¿En media hora en la cafetería que está más cerca de casa?-Le pregunto

-De acuerdo, ahí nos vemos cielo-Dice ella mientras da besos sonoros atreves del aparto telefónico y yo se los devuelvo echándome a reír, añoro esos tiempos-

{…}

Estamos en una cafetería, una sentada enfrente de la otra.

Al principio, nuestra conversación es normal, de temas habituales, hasta que pregunta algo diferente que hace que me quede sin respuesta:

-Rebecca, no te veo muy bien, te pasa algo, estas…-Mi madre dice con cara de preocupación, y le da un sorbo al café-

-Mamá, estoy bien, solo un poco cansada, entre los estudios y el trabajo…-Le respondo inventándome todas las palabras de la frase-

Estoy nerviosa, se que ella ha notado algo diferente en mi, sabe que no estoy bien, ella es mi madre, y a la mínima que algo va mal lo nota, me conoce mejor que nadie, y seguramente acabará sacándomelo de dentro y hará que se lo confiese, lo sé.