Park Jimin, dulce e inocente. A sus cortos tres años comenzó a perder la vista siendo apenas un cachorro que no sabía nada de la vida, esto debido a una enfermedad con la cual nació y los médicos no detectaron a tiempo.
Su madre, una omega fuerte, la más fuerte que alguna vez conocerás, salió adelante con su pequeño cachorro aun cuando el padre de este había fallecido dando la vida por ella un trágico día que debido al celo, alfas inmaduros buscaron abusar de ella.
Una omega sin su alfa fácilmente puede morir, pues ha perdido ese algo que la mantenía con vida, ha perdido su otra mitad.
Pero Park Yoora no era así pues ahora su vida completa estaba dedicada a Jimin, a su bienestar y su protección. Y se prometió frente a la tumba de su amado alfa proteger al fruto de su amor para que una vez este encontrara a su mate, poder descansar en paz.
Pero aquello sabia sería difícil de cumplir, tenía más que claro que pocos se acercarían a su indefenso hijo que al cumplir los seis años, perdió totalmente la vista.
Fue un día de escuela en el cual había decidido pasar temprano en la mañana para dejar a su hijo, aun cuando temía que algo le pudiera pasar no quería privar a su pequeño de experimentar lo que era estudiar, pero ese día sentía en lo más profundo de su ser que algo malo ocurriría, y como hace tiempo no pasaba, su lobo le decía que estuviera alerta.
No supo que pasaba hasta que cerca de las once de la mañana tocaron la puerta de su casa con demasiada insistencia. Un fuerte dolor se instaló en su pecho y, con el alma en un hilo y su omega arañando esta, fue ha abrir encontrándose con una escena que jamás espero presenciar.
Un chico de tez morena y facciones delicadas la miraba con temor, mientras que en su espalda cargaba un pequeño cachorro de oscuros cabellos que sollozaba casi con miedo.
-Y-yo no s-sabía que hacer... -Murmuró el niño entregándole a la omega su pequeño cachorro que una vez sintió el dulce aroma a moras de su madre, se aferró a su cuello. - Jiminnie c-comenzó a llorar c-cuando lo fui a buscar y... -Haciendo un pequeño puchero se arrodilló junto a Yoora quien con adoración acariciaba el cabello de su hijo. - d-dijo que no... Que ya no veía casi nada...
Una parte de su corazón se rompió al escuchar al pequeño cachorro, quien asustado solo pudo comenzar a llorar al escuchar que su pequeño amigo sollozaba en los brazos de su madre.
Yoora sabía que eso pasaría algún día, lo tenía claro en el momento que el doctor le había informado sobre la enfermedad de su hijo. Glaucoma, algo que tenía desde su nacimiento y que, con el tiempo y la falta de tratamiento, se terminó convirtiendo en una ceguera al dañar el nervio óptico. Y es que siendo una madre soltera que apenas y lograba mantener su hogar sin ayuda de su familia, nunca pudo ayudar a su pequeño con el tratamiento que necesitaba.
Repsirando profundamente para evitar llorar y con ayuda del castaño niño consiguió llevar a Jimin a su habitación donde ae quedó junto a él hasta que se durmió y, una vez calmada, volvió con el pequeño que la esperaba en la sala.
-Gracias por cuidar de Jiminnie, no sé cómo agradecerte... -Callo al no saber el nombre del lobezno frente a ella, quien colocando una mano en el pecho se presenta.
-Taehyung... -Respondió el menor quien sonreía dejando ver su cuadrada sonrisa. - Kim Taehyung, y no se preocupe, yo quiero mucho a Jiminnie.
-Eso lo puedo ver, cariño. -Dejando una pequeña caricia en la cabecita de Taehyung se sentó a su lado. - No sé qué haré ahora, no quiero que le hagan daño en la escuela.
- ¡Eso no pasara! -Con emoción se colocó de pie, llevando nuevamente una mano a su pecho, haciendo reír a Yoora. - ¡Prometo cuidar a Jiminnie! Cuando grande seré un fuerte alfa y no dejare que nadie se le acerque.
- ¿Y si eres un omega? -La pelinegra no quería ser aguafiestas, pero aquel tierno chico desprendía un olor muy dulce.
-Pues... -Lo pensó un momento, frunciendo su naricita. - Si no soy alfa... ¡Ayudare a Jiminnie a encontrar al suyo!
Yoora sabía que podía confiar en ese pequeño, y lo confirmo a lo largo de los años al ver como Taehyung llegaba muy temprano en la mañana junto a su hermana a buscar a su pequeño y en la tarde, después de la escuela, lo iba a dejar cargando con todas sus cosas.
Sabía que pocas personas se acercarían a su hijo por su enfermedad, pero si esas pocas personas eran como el dulce Kim Taehyung, estaba conforme.
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Blind Eyes 【myg+pjm】
Fanfiction❝Blind eyes: Ojos ciegos❞ Park Jimin, un dulce omega de solo dieciseis años, de pocos amigos. Aunque se tratara de la persona más linda y tierna que podrías haber visto, era ignorado por la mayoría de alumnos de la escuela. Pero todo lo contrario a...