Mirando a la nada, Chuya respiró hondo mientras pensaba en las palabras adecuadas para su nuevo poema. Al mismo tiempo, estaba preocupado en Dazai, que todavía no ha llegado a casa, cuando tenía que haber regresado hace una hora. Este último no respondió a ninguno de sus mensajes, razón por la cual el pelirrojo poco a poco se preocupaba más y más.
Minutos después del último mensaje, Chuya sintió la puerta abrirse. El ojiazul levantó la vista para darse cuenta de que la razón de sus preocupaciones por fin llegó a casa.
-Con que al fin apareces, creí que estabas muerto. - dijo Chuya, tratando de ocultar el alivio que sintió cuando Dazai apareció.
-¿Pero qué dices, Chuya? -- respondió, burlándose. - El puente más cercano está a varios kilómetros de aquí. - dijo, poniendo su saco en un perchero.
- El punto es que tú, saco de basura, llegas una hora más tarde lo habitual y no respondiste a ninguno de mis mensajes. ¿Qué carajos estabas haciendo? ¿Fuiste al bar? - el pelirrojo se arrepintió de sus palabras. Dazai notaría que se estaba preocupando por él, y esa sería otra fuente para burlarse.
- No, simplemente fui a pasear. El clima está muy bueno estos días, así que ¿por qué no ir a caminar de vez en cuando? -
-Me podrías haber avisado por teléfono, ¿no crees, imbécil? -
- Se me acabó la batería. - mintió. De hecho, no quería leer sus mensajes, porque sabía que le destrozaría más por sus próximas acciones.
Chuya pronunció un "tsk", pateó a Dazai en la pierna y fue a la habitación para ir a dormir. Todo esto fue debido a la preocupación que el castaño le provocó.
Dazai no se quedó atrás, siguió a Chuya y antes de que este último fuera al armario a ponerse su pijama, le dio un abrazo por detrás, mientras apoyaba su barbilla en la cabeza del pelirrojo.
- Disculpe, señorita, por preocuparla~. No fue mi intención. - el castaño arrastró las primeras palabras con tal de molestar más a Chuya. - Me halaga que lo hayas hecho, en realidad. -
- Urgh, ¡suelta! Ensucias mi ropa. -- ordenó el más bajo, orden la cual el otro no obedeció. - ...La próxima vez, no seas tan estúpido y avisa. -
- Sí, sí, mamá. - rápidamente le dio un beso en la mejilla antes de vestirse con su pijama para acostarse en la cama matrimonial. Dazai dijo que no tenía suficiente dinero como para comprar dos camas individuales. Obviamente esto último es una mentira.
Chuya ocultó su sonrojo al vestirse también. El enrojecimiento en sus mejillas desapareció cuando recordó que Dazai lo estaba tratando como una mujer. Trató de calmar su ira. Cuando se dio la vuelta para por fin acostarse y descansar, vio a Dazai en la cama con una pose provocativa.
- Ven, Chuya. Te voy a pedir perdón... a mi manera. - sonrió. Chuya conoce esa sonrisa; es el tipo de sonrisa que hace cuando algo malo va a pasar, cuando está pensando en algo perverso.
- Tus "maneras" son las peores. Deja de ocupar todo el espacio de la cama y ve a dormir, estoy cansado. - A pesar de su horrible respuesta, Chuya no negó que Dazai no se veía tan mal. El pelirrojo pudo acostarse, dándole espalda a su compañero.
Mientras que Dazai... Dazai quería hacer todo lo posible con Chuya esta última noche. Él simplemente no quería dejarlo ir como si nada. Él necesita a Chuya y Chuya lo necesita, lo sabe. Al mismo tiempo él desea cumplir el último deseo de su único amigo. No quiere dejarlo así. Aún cuando ya sabe qué decisión tomar, él no sabe qué opción grita más fuerte.
Acercó a Chuya más a su cuerpo y susurró sinceridades.
- Sabes... a pesar de todo lo que suceda entre nosotros... ese "odio" entre comillas... ten en cuenta que siempre te querré, pase lo que pase. - comienza a plantarle besos en la nuca.
- ...Igual. - respondió en voz baja. A pesar de tan fría respuesta, él no miente. Él lo amó, lo ama y lo amará.
'¿Estás seguro de lo que dices?' pensó Dazai. 'Abandonarte sin más, sin que sepas la razón, ¿estás seguro?'
- También, quiero confesar que la primera vez que te vi sentí que... eras perfecto. No-, me equivoco. Eres perfecto. - abrazó al más bajo. - Incluso aunque tengas esa estatura de un gnomo.
- Fingiré que no escuché eso. - suspiró. - La primera vez que te vi yo... bueno, no puedo explicarlo con palabras. - tuvo ese bloqueo mental desde que comenzó a escribir su poema para el castaño. - Sentí que... necesitabas un abrazo, que necesitabas apoyo, y quería dártelo aunque ni te conocía en ese momento.
Dazai sonrió, halagado.
- Y ahora que me tienes aquí a tu lado, no me lo estás dando. -
- ¿Necesitas apoyo? - dijo, confundido.
- Quizás. - Chuya se sintió mal consigo mismo por no habérselo dado. Se dio la vuelta y sus rostros se conocieron. Luego de unos segundos, el pelirrojo no sólo le dio un abrazo, sino un cálido beso en los labios, que Dazai correspondió al instante. Después, el más alto realizó un camino de pequeños besos en el cuello hacia el hombro del contrario, mientras que este último acariciaba su cabello susurrando palabras que quedarían por siempre en la mente de su compañero. - Gracias, Chuya. Te amo. -
- Yo igual, momia. - Dazai soltó una pequeña risa antes de que Chuya se diese vuelta otra vez para irse a dormir.
close your eyes, you'll be here soon.
Aún así, Dazai sentía de todo menos sueño. Se quedó mirando el techo, acariciando un mechón del cabello de Chuya, pensando en sus acciones.
tokidoki, hontou ni netai
demo, kono waado dekinai
Lágrimas salían de sus orbes antes de que se diera cuenta. Trató de no sollozar para no despertar al otro. Esta fue la primera vez que sintió miedo.
oyasumi, oyasumi
i know that it's hard to do
- Buenas noches, Chuya. - dijo sin más, tratando de ocultar su tristeza.
- Buenas noches. - por el sueño que tenía, no pudo ver el estado que tenía el contrario.
every little moment spells regret
. . .
Cuando Chuya despertó, vio que estaba solo.