II

30 10 2
                                    

En algunos de los casos las mujeres temen no encontrar su pareja ideal o su media naranja. Es lo mismo.

Es cuestión de tiempo.

Y si no has pasado un momento así, me alegro, no has pasado desveladas pensando en que momento llega tu príncipe o ¿Por qué no ha llegado aún? O piensas que algo va mal contigo pero no es así, lo que pasa es que aun no llega el momento indicado y la persona indicada.

Pero no me malentiendan, no les estoy diciendo que toda mujer necesita un hombre a lado para ser feliz, lo que quiero decir es que todos merecemos a alguien que te ame con todo su corazón.

Alguien que se preocupe constantemente en ti.

Alguien que pase cada minuto de cada día preguntándose qué estás haciendo,   dónde estás, con quién estás y si estás bien.

Alguien con quien podamos hablar de cualquier tontería y reírnos de todo.

Todos necesitamos eso, alguien que con solo mirarlo, nos haga explotar miles de emociones en el cuerpo, alguien que te haga sentir seguro a su lado.

Todos necesitamos a alguien que nos quiera, que nos quiera de verdad.

En mi caso yo conocí a Nick, lo conocí en unos de mis viajes a casa de mi tía, él era su cardiólogo y yo era como  hija de mi tía, me quería como tal.

Él era muy atento, apuesto, alto, carismático, perfecto para mí.

Yo le contaba todo y él no me juzgaba, siempre me apoyaba en todo aunque sea lo más absurdo.
Nunca me dejó hacer locuras sola y siempre me decía lo mucho que me amaba.

Salimos por 4 años y hoy por fin seríamos pareja ante los ojos de Dios.

                                                     💌💌

Mi hermana apareció al otro lado de la puerta, parecía muy nerviosa.

Leah me miro y me preguntó si podíamos hablar, no había mucho tiempo pero me dijo que era muy importante así que acepté.

─ Leah dime ¿Qué pasa?

Nuestros padres salieron de la habitación y cerraron la puerta.


─ No te cases, Lycia, no lo hagas, te lo pido─ exclamó al momento de poner sus manos en su cabeza para tranquilizarse, o al menos yo lo creí así

Espera ¿Qué?

─ ¡¿Qué?! ¡No! ¿Por qué me pides eso?─ pregunté muy molesta por todo lo que estaba pasando.

─ Porque él no es bueno para ti, Lycia. Él no es lo que parece.

Con lágrimas en los ojos dije: ─ ¡¿Cómo lo sabes?! Tú no sabes todo lo que él me hace sentir.   

Él me ama y yo a él.

Ella negó con la cabeza, me miró y suspiró.

─ Te mintió, Lycia.

─ ¿De qué estás hablando, Leah? El me am...

─Te engañó─ me interrumpió.

─No....n-no es posible, ¡El jamás me haría eso!─ exclamé asustada, ella se acercó y puso sus delgadas manos en mis hombros.

─ Solo déjame contarte todo pero prométeme que no me vas a interrumpir.

─ Está bien pero espero que estés equivocada─ respondí casi en susurro mientras ella suspiraba y decía:

─Jamás me equivocaría en esto. 




ABIGAIL


Como el primer díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora