50 centavos y una revista (parte 1)

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Ella iba caminando sola por la calle
Pensando "dios, qué complicado es esto del amor"
Se preguntó a sí misma cual habrá sido el detalle.

Que seguro Cupido malinterpretó.

Ha pasado un día desde que escapé de la iglesia, todo mundo me miraba como si estuviera loca, no los culpo, andar con vestido de novia y paseando buscando donde dormir no es de verse todos los días.

La familia de Nick era muy poderosa económicamente. Y me imagino que el espectáculo que hice en la iglesia debió ser fortuna para la prensa. Sí, había paparazzis en la iglesia. Patético. Llegué a la entrada de un parque donde había un kiosco, la curiosidad de saber que habían escrito sobre mí, me invadía. No porque viviera de la opinión de los demás pero quería reírme un rato con las mentiras que debió haber inventado la prensa.

***

¿Saben cuán grande es el dolor de perder a tu mejor amiga? ¿A tu compañera de aventuras? ¿A tu confidente? ¿A tu hermana? No de sangre pero si de corazón, eso valía más, creo yo.
Una semana había pasado desde su perdida, una semana en la que no comía, no dormía y no salía. Una semana en la que lo único que quería, era morirme para estar a su lado. Linn era una chica muy carismática además que siempre tenía una sonrisa en su rostro. Cada vez que tenía un problema, ella me ayudaba a solucionarlo, siempre se preocupó por mí y nunca dejó que me rindiera tan fácilmente.

Estarán pensando que hacía todo esto porque me quería, sí, me quería pero como un hermano, no como pareja porque ella tenía atracción hacia su mismo género. Eso para mí nunca fue un problema, la quería tal y como era pero para sus padres fue lo peor que les pudieron haber dicho.
Recuerdo la tarde que me confesó su secreto.

Inicio Flashback.

─ ¡Una carrerita y el último compra la comida para la noche de películas!─ exclamó y acto seguido empezó a correr.
─ ¡Eh! ¡Tramposa!─ la seguí pero era demasiado tarde, ella había llegado a nuestro lugar secreto no tan secreto.
Al llegar a su lado, la noté muy nerviosa.─ ¿Qué te pasa, cabezona?─ pregunté y ella rió pero al instante me di cuenta que estaba muy inquieta. Suspiró y preguntó:
─ ¿Podemos hablar?─ Recuerdo haber leído un libro en wattpad en donde decía que " Las peores cosas pasan cuando alguien pregunta si pueden empezar una conversación." O algo así decía.

─ ¿No estamos hablando?

Ella viró sus ojos y respondió: ─ No ya enserio, poniéndonos serios.

Asentí y ella empezó.

─ Entenderé si después de contarte esto no vuelvas a hablarme, te cuento esto porque nos tenemos mucha confianza y porque quiero mostrarme a ti, tal y como soy, sin mentiras.

Asentí y ella continuó

─ ¿Nunca te has preguntado por qué no te presento a ningún novio? ¿O por qué nunca hablo de chicos?
No me dejo responder y continuó.

─ Es porque no me gustan los chicos─ suspiró y al ver que no decía nada siguió hablando─ mis gustos van hacia las chicas.

Me miró esperando una respuesta pero yo estaba procesando toda la información.

─ ¿Y?─ insistió esperando una respuesta.

Hice lo que creí correcto, la abracé.

Ella tardo en corresponder mi gesto pero al final lo hizo y ahora veo que a veces un gesto vale más que una palabra.
Nos miramos y hablé: ─ Te apoyaré siempre en todo, cabezona. Porque te quiero y quiero que seas feliz y si tú eres feliz así, yo te apoyaré sabes ¿Por qué?
Porque te quiero y eso es lo que importa ahora y siempre.

Y desde esa noticia, nos hicimos más cercanos, cualquiera que nos haya visto, debió pensar que estábamos juntos. Si estábamos juntos, más unidos que nunca, apoyándonos uno al otro a pesar de todo, a pesar de todos.

Fin Flashback.

Ella no hubiera querido verme así pero ¡¿Cómo debo estar?! ¡Perdí a mi hermana! ¡Perdí un pedazo de mí! Y lo peor de todo era que yo me enamoré, la amé y la amo aún y estoy seguro de que la amaré por el resto de mis días.




El daba como cada noche vueltas en la cama. Sonó de pronto una canción romántica en la radio.

Quizá fue Michael Bolton quien metió el dedo en la llaga. Y como le faltaba el sueño fue a buscarlo

Cayó la noche.

No iba a poder dormir de nuevo así que decidí salir de mi habitación para poder tomar aire fresco.
Caminaba sin dirección alguna y al darme cuenta estaba a unos pasos de la entrada al parque. Pude divisar un kiosco a lo lejos y recordé que mi mamá me había avisado que al padre de Linn le habían hecho una entrevista que sería publicada en la revista la cual su nombre empezaba por Viz pero no recuerdo lo demás.



ABIGAIL

Como el primer díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora