Los dos estaban caminando en el mismo sentido
Y no hablo de la dirección errante de sus pasos
El la miró, ella contestó con un suspiro
Y el Universo conspiró para abrazarlos.Me acerqué al kiosco y al llegar saludé al señor que atendía con un asentimiento de cabeza, él respondió con una sonrisa divertida al ver mi vestido.
Alargué mi mano para tomar la dichosa revista pero al momento de tomarla, alguién más alargó la mano y nuestro tacto hicieron conexión, levanté mi vista hacia esa persona.Era un chico, cabello rubio, semblante serio y con unas grandes ojeras.
Se nota que no ha dormido en días.
Pero debo admitir que a pesar de sus ojeras, era muy apuesto.
Los dos levantamos lentamente nuestros brazos, sosteniendo la revista en nuestras manos. Se notaba que el chico no iba a soltar la revista pero yo tampoco iba hacerlo.
Carraspeé y dije: —Yo... —mire la revista— la vi primero.
El me miró serio y respondió: —La vimos al mismo tiempo.
— Sí, pero la necesito en verdad.
— Créeme yo también la necesito.
Suspiré — Pero yo la vi primero — y empecé a jalar lentamente hacia mí.
El se dio cuenta e hizo lo mismo.
— Da la casualidad de que la vimos al mismo tiempo— respondió con tono molesto.
Jale más hacia mí y él resopló.
Dirigió su mirada hacia donde estaba el señor que atendía y preguntó: — Por si a caso ¿No tiene otra de esta misma revista?
El señor dejó de hacer cualquier cosa que estaba haciendo y negó con la cabeza.
Los dos resoplamos.
Jale más hacia mí y el hizo lo mismo pero a la vez me daba una mirada de reproche hacia mi acto.
Y así empezó. Sé que estaba portándome muy infantil.
Ninguno de los dos decía algo porque estábamos concentrados en quién se quedaba con la revista.
Hasta que él habló: — Te propongo algo— me miró esperando una respuesta.
— Te escucho─ respondí con pocos ánimos.
— Hagamos piedra, papel o tijera y el ganador se queda con la revista obviamente, pero el perdedor la paga.
Nunca fui muy buena jugando el típico piedra, papel o tijera pero leí por ahí algo que decía: Dí que sí. Aunque tengas miedo, aunque te arrepientas. Porque de todos modos te arrepentirás toda la vida si dices que no.
—De acuerdo— respondí tajante.
Se acercó un poco más a mí y dejamos la revista en el piso. El señor que atendía estaba muy entretenido haciendo lo que sea que estuviera haciendo.
— 2 de 3 — dijo él y yo asentí.
1
Yo saqué piedra y el sacó papel.
¡Oh no! ¡Va a ganar!
2
Él sacó papel y yo saqué tijera.¡Vamos suerte te necesito más que nunca!
3
Los dos sacamos piedra
El se dio vuelta un momento, agitándose el cabello, se veía estresado.
Nunca en mi vida pensé en robar pero necesito la revista y solo tenía 50 centavos y la revista costaba 2,50. Miré al cielo y pedí perdón a Dios por lo que iba a hacer. Dejé los 50 centavos en el kiosco sin que ninguno de los dos hombres se dieran cuenta, agarré la revista y salí corriendo.
¡Prometo venir a pagar!
El chico rubio se dio cuenta de que estaba huyendo y gritó:
— ¡Vuelve!A lo lejos pude escuchar al señor que atendía el kiosco gritar: — ¡Hey! ¡Paga la revista!
Pero primero no tenía dinero para pagar la revista y segundo ni loca volvería.
***
Cuando llegué al kiosco miré a una chica pelirroja con vestido de novia, se veía ridícula, pero ella empezó a alargar su brazo para agarrar la revista, sin embargo al darme cuenta de qué revista era, yo también alargué mi brazo y agarré la revista como pude fue ahí nuestras manos hicieron conexión.
Su tacto era suave y frío.
Y la chica que al parecer quería la misma revista que yo, no estaba dispuesta a soltarla y yo tampoco iba a hacerlo por una desconocida.
Le propuse jugar piedra papel o tijera y ella aceptó dudosa.
¡Esto sería pan comido!
Al terminar quedamos empates y yo ya estresado por la situación me di vuelta para tomar aire. Por un momento confié en la chica.
Al dar vuelta pude ver a la chica huir con la revista grité: — ¡Vuelve!
El señor del kiosco también gritó: — ¡Hey! ¡Paga la revista!
No voy a dejar que esa chica pelirroja se llevé la revista.
Lo hago por ti Linn.Me volví hacía donde estaba el señor del kiosco y pagué la revista.
Vi que la chica corría hacia las piletas y yo iba tas ella.
Esto no ha acabado.
No tan fácil.
ABIGAIL
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Como el primer día
Romansa•¿Recuerdas quién era tu primer amor? • ¿Recuerdas cuándo lo viste por primera vez? •¿Recuerdas todo lo que pasaron juntos? Lo bueno... Lo malo... • Y... ¿Recuerdas cómo te rompió el corazón? Para Lycia esto es un recuerdo... incómodo y no...