Mi Querido profesor l.p (Adaptada)

Capitulo 07.-

________ apagó el despertador, como cada mañana. Eleanor tenía razón, tenía que conseguir que Liam no tuviera eso que lo acojonaba tanto… ¿quizás porque aun era menor? ¿O solo el simple hecho de que fuera su alumna?

—Qué más da… yo le quitaré todo el miedo… —sonrió, mientras se cepillaba el pelo. Preparó la maleta y se fue a desayunar algo, antes de coger el bus… y encontrarse de buena mañana con la angelical cara de Liam—

[…]

Se metió en el baño para afeitarse. Una buena loción y una colonia suave. Todo perfecto. Se ató el nudo de la corbata y tomó su café cortado de cada mañana. Luego salió de su casa. Hoy había dejado todo allí, encerrado. Des de la vergüenza, hasta los miedos. Iba a hacer caso a su hermano mayor. Iba a disfrutar de aquella chica. Iba a disfrutar de ______, de la dueña de sus sueños, des del primer momento en que la vio levantarse para darle la estúpida lista de asistencia.

[…]

______ subió al autobús, con el corazón en un puño. Pasó la T10, como cada vez que tenía que coger el bus o el tren y el conductor la dejó pasar. Y como cada día, no esperó a que se sentara, arrancó. Pero esta vez, alguien la sujetó de la cintura, por detrás, para que no se cayera. Alguien con un pecho amplió, que de repente posó su respiración en su cuello.

—Hacia atrás. —Y conocía esa voz—

Ella siguió las instrucciones y se fue a sentar en los asientos de lo más hondo del vehículo.

—Siento lo que pasó ayer… —Dijo Liam, sentándose a su lado— de veras, fui un completo imbécil.

—Yo también lo siento… debería haberte entendido —Liam se quedó perplejo ante la modestia de ______—

Cada vez la encontraba más… perfecta. Ella cruzó las piernas. Llevaba una falda tejana que llegaba por medio muslo. Unos botines de tacón negros y un jersey de color esmeralda, que quedaba arrapado a esas curvas. La miró a la cara. Tenía los ojos delineados y con una suave sombra azul. Se fijó en los labios que había podido besar ayer. Su pene empezó a latir debajo de los pantalones. Sus deseos se encendieron.

— ¿Liam? —Le sonrió ella, viendo como se la comía con la mirada—

—Eh… bueno… yo… quería decirte… —Ella se inclinó. Liam volvía a tener esos labios en frente de los suyos. Para colmo _______ se relamió—

— ¿Sí? ¿Tú querías decirme? —Sonrió ella, sin quitar la vista de sus ojos color miel—

Liam la cogió de los brazos, haciendo que se sentara encima de su erección. ______ gimió bajito al sentirlo clavado en su muslo. Nadie prestaba atención… y más siendo las siete y media de la mañana. Liam le apartó el pelo y apoyó su mentón en uno de los hombros, susurrándole en el oído, mientras pasaba, su mano, tan suavemente que hizo que a ______ se le endurecieran los pezones.

— ¿Si tu propuesta sigue en pie? —Y esa frase, en tono ronco, fue como otro canto para los oídos de ______. Al fin y al cabo no había sido tan difícil—

Ella se inclinó y le mordió el cuello, pasando su lengua por todo él.

— ¿Esto responde a tu pregunta?

Liam asintió.

—Esta tarde te quiero en la salita de música… lo más pronto posible… —Miró hacia su erección—

—Allí me tendrás. —Sonrío ella y le pasó la mano por el bulto, que cada vez crecía más— creo que no podré aguantar hasta las cinco… —Dijo, moviendo un poco las caderas—