Cuando llegaste al mundo ya tenías una historia detrás de ti, tu llegada estaba siendo esperada, tal vez fuiste el principal tema de conversación de tus padres durante todo el año anterior, quizás tu nacimiento fue planeado con mucha anticipación o fuiste una mera casualidad, pero te digo un secreto: no creo en las casualidades. Estoy seguro que cada persona viene al mundo por una razón en específico. No tengo duda de que tú estas aquí con un designo.
Si te detienes a analizarlo un segundo, te das cuenta que es increíble la manera en la que llegaste a este mundo, libre de toda maldad, siendo completamente un lienzo en blanco, sin darte cuenta de las etiquetas que traías arrastrando contigo. Te nombraron hermano menor o mayor, un futuro abogado, doctor o maestro, un hombre de familia. Te ocultaron mucho tiempo que el único dueño del plumón eres tú, que tu eres el que decide con que colores iluminas tu vida.
Yo también crecí rodeado de cuentos infantiles de amor, tú sabes, esas historias donde una princesa quedaba envenenada por comer una manzana y bastaba con un beso de amor verdadero para romper ese hechizo, donde un príncipe hacia hasta lo imposible para encontrar a su damisela que había perdido una zapatilla la noche del baile, y mi favorito, aquel que te cuenta que una joven hermosa se puede enamorar de la más horrible bestia. No importa cuál sea su trama o sus personajes, estos cuentos siempre terminan encerrados en la frase vivieron felices por siempre, un príncipe y una princesa, la historia perfecta del primer amor.
Lamento decirte que esto no es verdad, nunca te lo cuentan tal y como es. Me hubiera gustado que me dijeran que el amor también es doloroso, que los problemas no se arreglan con una canción lenta, que habrá veces en las cuales quienes te rodean no estarán de acuerdo, que las brujas y los monstruos se disfrazan de hadas madrinas y que en ocasiones tu peor enemigo serás tu mismo.
Hoy, yo te digo que para llegar a ese vivieron felices por siempre tienes que recorrer un largo camino, que en trayectos estará lleno de obstáculos, que en ocasiones tendrás que ir costa arriba, aunque te aseguro que llegara la persona indicada, quien te acompañara y por quien valdrá la pena hacerlo. Con quien disfrutaras de la vista desde la cima.
Yo te contare la verdad. Mi verdad.
Lo siento.
Eddie Pineda
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¡Yo no Bailo!
Teen FictionYo también crecí rodeado de cuentos infantiles de amor, tú sabes, esas historias donde una princesa quedaba envenenada por comer una manzana y bastaba con un beso de amor verdadero para romper ese hechizo, donde un príncipe hacia hasta lo imposible...