Y aquí estaba yo, acostando sin poder dormir en este horrible cuarto, sin siquiera saber si es día o es noche...
Con un millón de cicatrices que jamás podran ser vistas y en esos momentos es cuando la mente es tu peor enemiga.
Esas veces en donde deseas que todos pudieran ver tu alma y notar lo dañado que estás. Solamente quieres que todo se termine sin importar el modo, lugar o dia.
Te sientes prisionero en un lugar del cual no sabes si saldrás para reagruparte en la sociedad y vivir como cuando todo era "normal" o morirás antes de que si quiera puedas ver el exterior otra vez.
Estar aquí es un infierno, todos los dias viene a verme un doctor que dice que estoy mal aunque yo no sienta ningún dolor.
¿Qué fue lo que pasó? Se preguntarán... La respuesta es muy sencilla... Permitanme contarles una historia...