El chico que pudo volar.

10 2 0
                                    

-¿Con que Pandora eh? -Pregunto Emily mientras se sentaba en la arena.

-Si, así es. -Contesté mientras encendía la fogata.

-Por un momento pensé que era tu novia. -Dijo mientras sacaba algo de su bolsa.

-¿Por que lo dices? -Pregunté curioso.

-Porque te lanzó un beso por la ventana. -Dijo dándome una cerveza.

-Esta bien, las compré antes de salir del bar, ademas se manejar si te pones mal. -Agregó.

-Igual podríamos amanecer aquí... Si tu quieres. -Comenté mientras tomaba la cerveza de su mano.

-Jesse... ¿Que pasó contigo? -Preguntó Emily buscando mi mirada.

-¿Mmh? -Dije mientras tomaba cerveza.

-Me refiero a que tu no eras así, tu no bebías ni nada de esas cosas. -Dijo Emily apretando los labios.

-Hasta que... -Agregó.

-Algún día manejaré con mis ojos cerrados, hacia el cielo bajo el mar y será el mejor día de mi vida.

-¿Para que? ¿Para estar con Diana?. -Preguntó retándome con la mirada esperando mi respuesta.

Esa pregunta me dio un escalofrió que recorrió todo mi cuerpo.

-Si, solo así podré enmendar mi error. -Respondí bajando la mirada.

-Fue un accidente, no tienes por que culparte. -Dijo Emily levantando mi rostro con sus manos.

-¿¡TU QUE SABES!? ¡NO TIENES NI IDEA, NO ESTUVISTE AHÍ! -Grite mientras aventaba la botella de cerveza al mar.

-Tienes razón pero si de algo estoy segura es que necesitas ayuda. -Dijo Emily mientras se levantaba de la arena.

-Tu no sabes nada sobre mi, ni una mierda. -Dije caminando hacia mi auto.

-A este ritmo acabaras con tu vida. -Dijo Emily acercándose a mi.

-A nadie le importa si muero o no.

-A tu padre si.

Al oír esas palabras me quedé helado.

-¿Tu que sabes sobre el? -Pregunté girando quedando cara a cara con ella.

-Yo ehh no, nada. -Dijo Emily apenas pudiendo pronunciar aquellas palabras.

-No me vengas con ''yo ehh no, nada'' que de lejos se ve que estas mintiendo. -Dije buscando su mirada.

-Muy bien, muy bien. Te lo diré. Tu pad... Tu padre me pagó para mantenerlo al tanto de todo lo que haces. -Dijo mirando de un lado a otro.

-¿Que tanto sabe? -Pregunté.

-Lo suficiente como para saber que hacer contigo. -se escucho una voz detrás de mi, una voz que tenia años sin escuchar.

-Andrew... Tiempo sin saber de ti. -Dije dándome la vuelta.

-Lastima que no pueda decir lo mismo de ti Jesse. Y de lo único que me entero es que solamente das problemas. -Dijo Andrew lanzándome una mirada retadora.

-Muchas gracias Emily, fuiste de gran ayuda. Te haré llegar tu pago como lo acordamos. Max te llevara a tu casa, tengo mucho que hablar con Jesse. -Agregó

-Jesse, yo... Lo siento. -Dijo Emily con una mirada triste.

-Esta bien, ve a casa. -Le dije a Emily regalando le una sonrisa de despedida.

-Así que estas echando tu futuro a perder por culpa de ella. Una mujer que ni siquiera esta viva. -dijo Andrew caminando hacia mi carro.

-No permitiré que hables así de ella. -Dije sin siquiera seguirlo.

-¿No crees que es un poco patético? -Dijo subiendo a mi auto sin siquiera darle importancia  lo anterior dicho.

-No me sorprende, tu nunca haz tenido corazón. -Dije subiendo a mi auto también.

-Sabes... Si tu mad... -Decía Andrew antes de interrumpirlo.

-¿No hables de ella quieres? -Dije agachando la cabeza.

-Además si ella aun estuviera aquí, nunca me habría ido a vivir solo. -Agregué. 

-Siempre haz sido muy débil, vayamos a tu casa, tengo algo que proponerte. -Dijo Andrew.

El camino a casa fue muy silencioso e incómodo para ambos ya que nunca convivimos mucho cuando vivíamos juntos y cuando mamá murió yo decidí alejarme, empezar de nuevo. Andrew no quería pero siendo el último deseo de mamá no se pudo negar.

-Pasa. -Dije mientras abría la puerta de mi casa.

-No es como tu mansión pero estoy cómodo aquí. Y bien, ¿Que querías proponerme?

-Iré al grano. -Dijo después de revisar su celular.

-Tienes 2 opciones, la primera regresas por tu propia voluntad a Whispering Oaks. -Dijo levantándose del sofá.

-¿Y la segunda? -Pregunté retándolo. 

-Haré que vengan por ti y te lleven a la fuerza, tienes una semana para darme tu respuesta. -Dijo y después cerro la puerta.

Y ahí me quedé un domingo por la noche, después de un viernes sin saber que hacer, por una parte Pandora y su partida me afectó y por otra mi Padre.

Avalanche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora