Oh no.

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Fallamos. Jesse a estado incontrolable esta semana, a ido ebrio a la escuela casi todos los días... Está demasiado agresivo pareciera que el hielo delgado por donde caminaba se quebró, Arnold y yo tratamos de controlarlo pero todos nuestros intentos han fracasado. Parece que dará una gran fiesta... Será a lo grande pues a hecho demasiada propaganda, carteles en la escuela, posts en instagram, en facebook y hasta pagó a un Youtuber para anunciar la fiesta. Parece que esta es nuestra ultima oportunidad para ayudarlo.

-No sé, ¿crees que funcione? -Me preguntaba Arnold.

-Claro, si lo conozco como creo, así será. -Decía sosteniendo un álbum que Arnold había hecho con fotos de nosotros.

-Vamos ya son las 8:30 PM, hace horas que su fiesta empezó, si queremos salvarlo... Ahora es el momento. -Dije guardando el álbum en la mochila que Jesse me había regalado.

-Silencio, quiero pedir un fuerte aplauso a mis amigos, mis verdaderos amigos que acaban de llegar. -Decía Jesse arrastrando las palabras su estado de ebriedad era evidente pero aun así todos le hicieron casi y comenzaron a aplaudir tal vez por conveniencia.

-Chicos no los esperaba aquí, los invité pero dijeron que no vendrían. -Dijo abrazándolos. 

-Si, mira venimos para... -Le decía a Jesse cuando de repente una mujer me interrumpió.

-Jesse ven, necesito que pruebes esta bebida. -Decía la misteriosa mujer. 

-Ya vuelvo, no me extrañen. Pónganse cómodos, tomen algo ya saben que mi casa es su casa.-Decía Jesse mientras desaparecía entre la gente.

-Tranquila, yo me encargaré de esto, solo dale una hora para que entre en razón. Si no... Yo lo haré. -Dijo Arnold mientras sostenía mi cara con sus manos.

-Si, esta bien, confió en ti. -Contesté.

Y el tiempo paso, Jesse seguía bebiendo y bebiendo. Hasta que tuvimos suficiente y decidimos actuar. 

-¿Jesse puedes venir con nosotros por-favor? -Pregunté amablemente, peleas era lo ultimo que necesitamos.

-¿Para que o que? -Dijo Jesse mientras destapaba otra botella de cerveza.

-VAMOS AHORA. -Dijo Arnold lo mas serio posible que hasta yo me lo creí.

-¿Que quieren, no ven que arruinan la fiesta? -Dijo Jesse con enojo. 

-¡Que diablos te pasa? -Pregunta Arnold exaltándose. 

-Arnold ya tranquilo, yo me encargo. -Dije jalando a Arnold.

-Jesse por favor escúchanos... -No pude terminar de hablar cuando de su boca ya habían salido palabras.

-No, ustedes escúchenme, ¿acaso me odian? -Preguntó cubriéndose la cara.

-¿Porque dices eso? -Pregunté quitando sus manos de su cara.

-No me toques, estar así me hace ser feliz, mis problemas se van. Y si estar así me ayuda así sera, todos los días de mi vida serán una fiesta, y así no podre pensar de nuevo en ella. -Dijo alejándose de mi.

-¡No seas idiota! -Dijo Arnold poniéndose frente a el. 

-No digas que esto es una fiesta por que nunca se detendrá, una pastilla no es mucho pero una nunca serán suficientes. No digas que eres feliz por que esto ni siquiera es real así que ten cuidado con lo que deseas.  -Agregó.

-¿Saben que? Me importa una mierda, lo mas probable es que no pase de esta noche. Gracias por todo.... Pueden irse. -Dijo abriendo la puerta de su cuarto.

Esas palabras hicieron que mi corazón se partiera y por instinto actué.

-Toma tu estúpida mochila igual ya no la quiero. -Dije lanzando la al suelo.




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