II

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Mayo, 2017

Estaba saliendo de un baño purificador y relajante. Cuando entró a mi cuarto me consigo con mi madre sentada en la cama mirando hacia la puerta del cuarto, me produce un fuerte escalofrió, llámenlo sexto sentido, un presagio, lo realmente importante es que todo esto, es que mi sexto sentido, en conjunto con mi experiencia previa, me decía que mi noche aun no iba a terminar.

Sofía Angelini, cuyo apellido de soltera era Barotelli, es una mujer de baja estatura, con un sentido de responsabilidad muy grande, hija de legales comerciantes de Verona, en sus planes nunca estuvo casarse con un mafioso, pero su corazón habló en vez de su cerebro, una historia muy bella que contar. Su cabello pintado de un rubio cenizo acompañaba a una piel aceitunada muy típica de esta región, parecía preocupada, ¿Cómo no? Su hija le acaba de decir sus cuatro cosas a la mayor de los hijos de los Cappola

Hija, ¿Como estas?dijo levantándose y caminando hacia mi

―En realidad ya un poco más tranquila mamá, eso de allá arriba estuvo mal ―dije caminando hacia mi closet, vi que asintió y camino hacia la puerta

―Vístete, iras a una reunión con los Cappola, los Ranciaffo y los Parleone

―¿Como me visto? ¿Elegante o como para ir al trabajo?

―Vístete con algo que diga "Soy una Angelini y no me importa lo que pienses"

―Entonces será el vestido rojo―murmure buscando el vestido que tenía en mente

―Hija―me llamo y yo levante la vista para verla ¾estoy orgullosa de lo que paso arriba, sin duda alguna... te criamos bien¾me dedico una dulce y orgullosa sonrisa

―Gracias mamá

Luego de que mi mamá saliera de mi habitación, fui por mi vestido rojo escarlata, un color muy similar al de los labios color sangre, me puse unos tacones negros, estos guerreros me acompañaban para donde sea, digamos que son mis tacones de la suerte, fui hasta mi Peinadora para terminar de arreglarme, decidí dejar mi cabello liso y con un maquillaje un poco oscuro y un color rojo en mis labios, con mis labios pintados estuve lista para verme con tres de los mafiosos más poderosos de Italia.

Salí de la habitación, eran pasadas las 9 y seguro que mi madre ya fue a acostar a las niñas, aún se escuchaba un poco de jaleo en la terraza, pero mi meta era el estudio de mi tío Leónidas, baje las escaleras y me dirigí al ala izquierda de la casa, cuando llegue al sitio indicado, iba a tocar la puerta, cuando unas voces al otro lado llamaron mi atención.

No entendía del todo bien lo que decía, pero sonaban urgentes, este tipo de conversación era típica en la casa, siempre andando en el ojo del huracán, decidí no preocuparme de lo que se estaba dando en el despacho, pero una parte de la conversación me llama especialmente la atención.

―¿Y si eso nos arruina los planes?―dijo una voz muy conocida para mi

―No nos va a quitar nada, además ¿Que esperabas? ¿Que se quedara callada? conoces al personaje Federicco, nadie la va a hacer callar―dijo mi tío en una voz muy tranquila, muy típica de el

―Me preocupa ¿sabes? he pasado por tanto que no soportaría que todo se cayera por estupideces

No soporte mas y toque la puerta, se hizo un silencio sepulcral en el despacho, luego de un rato se escucho un "Pase" tome el pomo de la puerta y lo gire para entrar en la oficina, sentado en su habitual silla estaba mi tío, el jefe de todo lo que maneja la familia, parado al lado del Bar estaba Federicco Battaglia, pude ver que se puso un poco pálido, pero eso fue solo por un instante, luego recobró la compostura, como siempre se nos ha enseñado a hacer.

Roja como la mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora