¿Cuernos o Paranoia?

Escena 4. No salgas que no tengo llaves.

Mañana hay una concentración motera, a la que a las diez de la noche del día de hoy, te avisa a la que va a asistir con sus amigos.
Insiste: vamos solo los tíos.
Te jodes, porque quieres ir, pero si vas, seria como si fueras una calientapollas o una cortapuntos. Así que te quedas fastidiada con los niños en casa.
Tu marido, limpia la moto, se ducha, se arregla y sale por la puerta. A los dos segundos entra otra vez y te dice:

- las llaves las dejo aquí, así que no salgas. Es que me molestan en el bolsillo del pantalón.

"¿desde cuando te molestan? Nunca se sale de casa sin llaves" Es algo que te hace dudar y muchísimo.

Te llama tu amiga, y te dice de salir con los niños a dar un paseo por el parque. Y le dices que estas prisionera en casa y que no puedes estar mucho tiempo fuera.
Tu amiga que es más lista que tú, o mejor dicho, no le han dejado bloqueado el cerebro, después de insertar en el disco duro" me molestan las llaves en el bolsillo, no salgas de casa". Te despeja y te dice:

- joder para eso está el móvil, que te llame.

Tiene toda la razón del mundo y aceptas en salir.
Te recoge en su coche y muy convencida y entusiasmada te dice:

- ¡vamos a la concentración! llama a tu marido y preguntale donde están.
- no tía. Que les vamos a cortar el rollo.
- ¡si tía! Lo que te ha dicho es muy raro. ¡Llámalo ya!.

Le llamas y no te coge el teléfono. Lo vuelves a  llamar y te cuelga antes de contestar. Así que tu amiga decide llámarle desde su móvil.

- Hola, soy Inés, estoy con tu mujer y los niños,¿ dónde estáis?.
- .....( jaleo de motos), estamos por el centro de la ciudad.
- ¿en que sitio?, vamos para allá, que los niños quieren ver las motos.
-  Emmm...es que estamos tomando ahora una cerveza y luego nos vamos.
- ¿y a donde vais después?
- Emmmm.....no se.
- ¿Donde termina la concentración?
- ....pues en el pub Montecarlo a las 13h.
- pues allí quedamos.
- ¿pero vais a venir?¿con los niños y todo?, es mucho jaleo, ¿no?.
- ¡que vah! Allí estaremos.

Tu amiga cuelga el teléfono, y te mira con cara de pocker:

- vamos para el pub Montecarlo, ¡pero ya!.- te dice.
- ¿pero por que?¿que pasa?.
- de fondo alguien le preguntaba que con quien estaba hablando y me ha puesto impedimentos para que no fuéramos.
- ja ja ja ja, yo no voy.
- ¡que dices!, ¡tienes que ir!.

Tu amiga te convence, y os plantais con los niños en la puerta del pub.
Vigilais con esmero quien entra y sale, y tu marido no aparece. Dais un pequeño paseo por la avenida del pub, a ver las motos que están aparcadas, sin alejaros de la puerta y cuando volvéis al punto de partida (la puerta del pub) os encontráis a tu marido que acaba de llegar. Vosotros a la derecha de la puerta el a unos cuatro metros a la izquierda y se cruza una rubia que va directamente hacia tu marido y lo abraza.
Tu cara es de asombro, tu boca se abre hasta llegar al suelo y tu amiga te guiña un ojo encojiendose de un hombro " lo sabia", te dice con su mirada.
La rubia aun no te ha visto, y pasa del abrazo a hacerle un masaje en los hombros a tu marido.
Te acercas, y la rubia, sin quitarle las manos de encima te dice: Hola.
La rubia reacciona, tú reaccionas y te das cuenta que es la misma rubia que va al escapampado a sacar a su perra: Míriam.
La tía al reconocerte, da un brinco y le quita las manos de los hombros. Y te vuelve a saludar, con otro Hola menos simpático.
Empezáis a hablar entre todos y aparecen dos chicos más, dos hombres casados también.
Míriam, según ella, había estado con ellos toda la mañana tomando cervezas, se registró en la concentración la misma noche que lo hizo tu marido y se vistió de motera, aunque ella no tiene moto.
Sientes vergüenza por tu vestimenta de madre (mochila, deportivas, vaqueros y una camiseta).Te sientes como una porquería por que el prefería ir a la concentración con ella y no contigo. Y sobre todo sientes que tu marido te ha engañado, pero bien. Te quieres ir de allí.
Pero tu amiga toma el mando y sugiere entrar en el pub y tomarnos algo.
Le dices con la mirada que no, pero te coge del brazo y te empuja para dentro.
Tu marido pregunta: