Me desperté por el rico aroma que venía desde la cocina. Mire la hora y eran las 11:24 am. De repente una fuerte punzada se hizo presente un mi cabeza haciéndome recordar que ayer había bebido un poco de más, y de repente me atropeyaron más recuerdos, yo y Kilian haciendo el amor o teniendo sexo. Como sea.
Me levanté, me puse ropa interior, una remera de Kilian, que me cubría hasta la mitad del muslo. Até mi pelo en una cola de caballo y me lave los dientes.
En la cocina se encontraba Kilian haciendo el desayuno sólo con un pantalón de chándal. Era perfecto.
- Qué bien huele- dije llegando hasta su lado.
- Verdad que Si?- giro para verme con una sonrisa y luego darme un pequeño beso en los labios. - como amaneciste?- tenía sus ojos puesto en las tostadas.
- Sólo un poco de dolor de cabeza- dije mientras me servía un vaso con agua.
- Resaca. No deberías tomar tanto- me dedicó una mirada de reproche- en el primer cajón hay una pastilla, te ayudará.- la busque y efectivamente estaba ahí. Simplemente la tomé.
- am.. sabes anoche- no encontraba las palabras. Él sólo estaba ahí mirándome. - Realmente no quise despertarte- se acercó tanto que podía sentir su perfume varonil. Me tomó de las manos y les depositó un tierno beso.
- No me molesta estar para ti, o acudir a ti a las 3 de la mañana o a las 5 o en el horario que sea. Pero si me molesta de bebas de esa manera. Cualquier cosa podría pasarte ahí fuera. - le dedique una sonrisa, él se acercó para dejarme un tierno beso en los labios.
Nunca me había sentido tan... especial.
Después de una tasa de café y una tostada, me cambié para volver al hotel. Claramente quería bañarme y pensar un poco en todo lo que había pasado. Estaba por irme pero Kilian me detuvo.
- Ya te vas?- levantó su vista del celular para encontrarse con la mía.
-Si, me quiero bañar y cambiar de ropa, ya sabes- los dos reinos un poco.
- Dos minutos, te llevo. - No me dejo decir más nada. Y el camino fue algo en silencio. Pero no era un silencio incómodo, sino totalmente por el contrario. Me sentía bien. Estaba extrañamente feliz. Un sentimiento que no tenía hace mucho tiempo.
- Llegamos- era verdad, no me había dado cuenta.
- gracias- cuando iba a bajarme del auto, Kilian me tomo del brazo para volverme a mi lugar y darme un beso. Estuve unos largos minutos, hasta que finalmente la falta de aire se hizo notar.
- pasó por ti a las 20, iremos a cenar. Y volverás a vivir al departamente- sólo asentí y me bajé para luego entrar en el hotel.
Un sentimiento extraño me golpeó de repente. No sabía que era, así que decidí no darle tanta importancia.
Abrí la puerta de mi habitación, llavandome un gran susto al ver a Keith sentada en la cama mirándome.
- Puedo oler tu felicidad... ah no espera, es olor a perfume de hombre. Y no cualquier perfume- se había parado y me daba vueltas oliendome- es el perfume de Kilian.
-No, no es asi- mentí pero mi sonrisa me delató.
- Cuenta- nos sentamos en la cama. Y le conté todo lo que había pasado desde que salí del hotel.- Entonces, tu y Kilian, estan en algo? Están saliendo?- se la veía emocionada.
- No, no lo sé... lo averiguaremos hoy en la noche.- dije mientras me dirigía al baño.
- Como que está noche?- ella venía tras de mi.
- Me invitó a cenar y quiere que vuelva al departamento. - le dije mientras la empujaba fuera del baño para finalmente cerrar la puerta y poder bañarme.
-Arlet! Es genial- la podía escuchar gritar y yo sólo reía del otro lado.
- Tu deberías hablar con Ashton- no recibí respuesta del otro lado. Bañada al fin.
Después de pasar el resto del día con Keith hablando y que me ayudará a elegir la ropa que me pondría, ella se fue y yo quedé esperando a Kilian.
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Quédate Conmigo [Finalizada]
Подростковая литератураY si, muchos te dicen que debes hacer cuando te enamoras. Miles de revistas dándote estúpidos consejos, que de nada sirven. Tu amiga que porque piensa que tuvo uno o dos novios tiene la respuestas perfectas, toda una sabia. Pero quien? Quien sabe qu...