A uno siempre le dicen que ya tiene su destino escrito pero ¿qué tan cierto llega a ser esto? Desde niños siempre se nos inculca lo que posiblemente seremos en un futuro. Bien, pues todo esto en cierto momento llega a ser una mentira, quien quita y aquel que prepara nuestro futuro no es más que un simple espectador esperando el momento indicado para mover las piezas y acomodar la situación a su antojo. Después de todo, nada es imposible.
Hermione observaba a las personas frente a ella con verdadero asombro. Si bien había llegado a viajar en el tiempo, algunas horas nada más, nada se comparaba con lo que se encontraba viviendo. Estaba en presencia de dos de los fundadores de la escuela a donde asistía. Bien, ya nada podía ir peor, bueno tal vez sí teniendo en cuenta en como el fundador de la casa de Slytherin la miraba.
-¿Y usted, mi lady, cómo se llama?- Hermione desvió su mirada del hombre oscuro para posarla en la del fundador de su casa. Sus ojos verdes le daban tal calma que terminó más relajada de lo que alguna vez en su vida había estado, y con este sentir dejó la timidez de lado y prosiguió a contestar la pregunta que le habían hecho.
-Granger, Hermione Granger- dijo segura, después de todo su nombre era Muggle y una vez regresara a su época se olvidarían de ella y no habría afectado en nada al futuro. Todo quedaría tal y como lo había dejado antes de que, extrañamente, saliera de su tiempo.
-Bueno, Lady Granger… -estaba a punto de seguir interrogando a la chica cuando las puertas de la enfermería se abrieron para dar paso a dos hermosas mujeres que Hermione rápidamente identifico, después de todo al saber dónde se encontraba no le costó unir los puntos.
-Pero miren, ya despertó- habló la mujer de cabellera pelirroja, que curiosamente le recordaba a su amigo, amigo que le había roto el corazón pero eso era un simple detalle que en aquel momento no calzaba.
-Eso es obvio - habló Salazar por primera vez, utilizando un tono ácido. Siempre se había preguntado cómo es que aquellas dos mujeres habían podido colaborar con él y el prospecto de hombre que era Godric para que la escuela se diera y siguiera con los propósitos que desde un principio se habían propuesto, bueno los otros tres, él tenía planes completamente distintos.
Hermione simplemente sonrió al ver el comportamiento de esos dos. En ninguno de los libros que había leído sobre los fundadores de Hogwarts le decían sobre el comportamiento que con el que se traban unos a otros, era simplemente magnifico el poder presenciar esas acciones con sus propios ojos. Soltó una pequeña risa al ver como la pelirroja rodaba los ojos ante el comportamiento de Salazar, ante este sonido varios pares de ojos se clavaron en ella provocando un ligero rubor en sus mejillas.
-Oh querida, pero que bonita sonrisa-. La castaña se tensó al sentir como una de sus sonrojadas mejillas era acariciada, no sintió el momento en que la otra fundadora se había acercado tanto a ella. El haber combatido en una guerra le había hecho vivir diversas situaciones, una más desagradable que la otra.- Perdón-. Se disculpó la mujer al notar como la chica había empezado a temblar ligeramente- mi nombre es Rowena Ravenclaw y ella es Helga Hufflepuff-. El abundante cabello negro caí dócilmente por la espalda de la mujer causándole una pizca de envidia a Hermione al compararlo con su cabello, después de todo ella también era una chica.
.Yo… yo sé quiénes son-. Dijo tímidamente, jugando con sus manos. No sabía lo que sus palabras causarían pero aun así esperó las reacciones de aquellas personas que habían brindado una oportunidad de tener una educación.
-¡Entonces para que has preguntado!-. Dijo Slytherin antes de que los demás pudieran abrir la boca. Pero que se creía esta hija de muggles, pensó. Aunque no lo hubiera dicho él sabía lo que aquella chiquilla era, lo que sucedería si se quedaba en la escuela, simplemente sería una cría más que debería de vigilar. Para Salazar solo podría significar complicaciones.
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Paleta de colores
FanfictionRojo, toda la sangre derramada. Azul, aquella esencia que te da vida. Amarillo, la victoria esta a la vuelta. Verde, ven te habla el destino. Hermione se vera rodeada por dos hombres incapaces de ignorar. Uno bondad, otro maldad. Pero, ¿Quién repres...