Capítulo 13 Goner

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Pov. Mello

No quería admitirlo pero la idea de que voy directo a la habitación de Near me causa cierto nerviosismo... Por la tarde también fuí a su habitación pero era un poco... distinto, creo, ¡No sé! Pero ahora estoy más nervioso, aunque dudo que pueda quedarme con él aunque sea un momento, se supone que sólo voy por el maldito gato que se escapó.
No sé si era idea mía o Near se veía muy extraño... es decir, ya es extraño, aunque así él me... ¡El punto es!... que parece completamente desenfocado, como si estuviese pensando pero a la vez está estancado, parece que camina en el limbo. No quiero incomodarlo con preguntas pero quiero saber, quiero ayudarlo.

Intenté esperar un poco más, al menos hasta llegar a su habitación, y cuando tuve la oportunidad, inmediatamente me distraje con las acciones de Near, quien espiaba en su propia habitación antes de entrar. No pude evitar esbozar una sonrisa y esperé paciente a que él me diga si debo esperar ahí afuera o entrar por el gato.

— No sé dónde se ha metido —Dijo mientras habría más la puerta de su habitación, dándome paso. Asentí y pasé, inspeccionando para ver si encontraba a la bola de pelos a simple vista, pero no había ninguna señal de su existencia. Mierda, ya se perdió.

— ¿Seguro que no pudo salirse de aquí?

— Muy seguro

— Bien... entonces hay que buscar, quizá esté por... ah, mira, allí está el condenado —Apunté hasta una esquina del cuarto, donde descanzaban en el piso varios peluches, y entre todos estaba el gatito durmiendo. Suspiré y negué suavemente con la cabeza, como si eso fuese una clase de travesura de un niño pequeño. Me acerqué y con cuidado lo tomé en brazos, claro que se despertó al instante pero como se ve que le gusta que le concientan, no se quejó de que lo cargara. Giré para encarar a Near, aunque mi vista seguía en el felino. — Gracias por cuidar...lo.. —Near me miró algo confundido, así como yo a él cuando finalmente levanté la mirada.

Pude notar nuevamente esas marcas rojizas debajo de sus ojos, tan sutíles pero aún así podía verlas. Ahora que estaba un poco más cerca de verdad que la visión no me engañaba ¿Esas marcas eran por... llorar? Sentí una punzada en el estómago al imaginarlo.

— Tienes los ojos rojos —Comenté sin más, y noté cómo Near trataba de disimular y hacer que su cabello cubriera un poco. Tal vez no era buena idea hablar de eso ahora, pero en definitiva ahora sí que lo haría hablar. Por el momento, aunque suene tonto... le ayudé a "engañarme". — Ya es tarde, seguro que tienes mucho sueño, ¿Verdad? Por eso te ves así

— Sí... tengo algo de sueño —Confirmó la mentira creada por mí. Estoy seguro que sabe que eso fue mi mentira, pero no tiene salida y no le quedó mas que resignarse a eso.

— Bueno, entonces me voy, hasta mañana, enano —Observé fugázmente que se despedía alzando una mano con timidéz, lo cual me hizo dedicarle una sonrisa casi inconcientemente. Salí de su habitación y en cuanto cerré la puerta, el gato comenzó a desesperarse, casi enterrándome las garras para poder bajarse. — Agh... no, no voy a bajarte o te van a descubrir —Quizá no sea muy buena idea quedármelo, pero por el momento no puedo dejarlo por ahí, al menos lo cuidaré un tiempo.

Pov. Autora

Mello pasó casi toda la noche sin dormir, pues la mortificación le seguía, no estaba muy conforme con dejar a Near solo después de haberle visto así, parecía estar en estado de shock, como... distraído, era extraño y sin duda alarmante para él, pero seguía sin sentirse capáz de representar alguien con una gran influencia y apoyo. Entonces recordó cuando le abrazó. Sus mejillas se tiñeron de un fuerte color rojizo. No podía creer que haya dado ese paso tan grande, la verdad es que no había pensado qué hacer y simplemente lo abrazó, porque presentía que eso era lo que necesitaba.

No escuches, es mi secreto [Mello x Near]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora