Sean bienvenidos, espero disfruten esta primera historia Mello x Near creada por mí. Me encantaría saber qué opinan de ella, así que si les gusta, por favor no olviden votar ☆ y comentar ♡
POR FAVOR: Si utilizan algunos de los dibujos que se encuentran a lo largo de la historia favor de dar créditos, ya que son míos (A excepción de la imagen del capítulo 1, 4 y 21), cualquier duda, por favor consulten, Gracias ♡~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~◇~
Una cabecilla blanca se asomaba con una gran interrogante en su expresión, deshaciendo su idea de que había alguien más por los pasillos. Ni un alma. Si se permitiera expresarse un poquito más el pequeño habría soltado un suspiro de alivio.
Salió a pasos sigilosos de su habitación, cerrando su puerta tras sí; no necesitaba caminar de puntillas para no hacer ruido, el caminar con calcetines sobre la alfombra que se extendía por el piso de madera era más que suficiente. Esa preferencia del silencio era por varias razones, y una de ellas era por el simple hecho de no llamar la atención, ya que era incomodado muchas veces por miradas curiosas; no quería realmente saber la razones de ello.Guiándose a sí mismo hasta la biblioteca, buscó con la mirada cada pequeño corredor hasta recordar de dónde había tomado el libro que justo traía en manos. Cuando visualizó ese penúltimo corredor fue hasta éste con toda calma, recolocando ese libro y decidiendo tomar otro para seguir distrayéndose. Ahora se dedicaba a leer un poco más desde el día en que había perdido unas cuantas piezas de su puzzle, y todo por esas bromas pesadas de cierto rubio que parecía amar deambular por el orfanato con tal de encontrarlo.
Ese chico había sido por supuesto el responsable de su juego incompleto, pero nunca mencionó nada del asunto al director de allí. ¿Temor? Claro que no, él no le temía a ese chico, solo creía que era más fácil dejar ese tema de lado.Se sostuvo en puntillas mientras se apoyaba ligeramente en el mueble, ya estaba por lograr alcanzar ese libro que quería, logrando bajarlo con un penoso brinco, según él mismo. Casi se le iba de las manos, teniendo que hacer una extraña maniobra para poder terminar de sostenerlo con firmeza. Sus hombros se tensaron cuando escucho de fondo una débil carcajada, volteando casi de reojo.
-Es curioso que sea la primera vez que te veo batallando así -Soltó aún ahogando esas ganas de reirse por el pequeño acto del albino al querer conseguir el dichoso libro. Se cruzó de brazos y se apoyó en el respaldo de la silla en la que estaba.
El menor no contestó, sólo le dedicó una mirada que el rubio no pudo decifrar y giró sobre sus talones para irse de la biblioteca, esperando a que no se haya notado que realmente estaba sorprendido por su presencia, ya que no lo había notado cuando llegó.
- ¿No vas a responderme, enano? -Cuestionó con un tono de burla, pues casi pensaba que el pequeño no sabía con qué contraatacar.
- No tengo nada que decir, Mello -Y dando por finalizada esa afilada conversación (si es que podía llamarle así) salió de ahí, evitando escuchar un chasquido por parte del mayor, quien miraba su partida con el ceño fruncido.
Ese mismo día, Near estaba peculiarmente de un humor diferente, estaba irritado, ansioso y aburrido, lo pero era que también estaba frustrado porque no encontraba una razón lógica. Por el corredor llegó a ver el gran reloj de una de las salas; pronto marcarían las ocho de la mañana.
Ahora el tiempo tenía importancia, y era una razón simple, tenía clases. Al director se le había ocurrido la "maravillosa" idea de que los niños de la casa hogar asistieran a clases. Habían dos cosas buenas de eso: una, no serían clases religiosas y dos, los salones de clases serian ahí mismo en Wammy.〰 ⭐ 〰
Ya casi desesperado, aventaba por todos lados su ropa, cayendo por lugares distintos, e incluso sobre la cara de su amigo, quien veía casi enfadado cómo Mello rebuscaba entre las prendas.
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No escuches, es mi secreto [Mello x Near]
Fiksi PenggemarTodo el orfanato de Wammy sabe que Near y Mello viven compitiendo; los insultos, amenazas y miradas asesinas se convierten en parte del juego de ellos (aunque todo eso sea sólo por parte de nuestro rubio temperamental). Pero Mello logra atacar algo...