~Muérdeme...~(ELDARYA~Nevra)

~Evelyn, la faelienne~

La chica se lamenta, mientras las gotas de sudor caen por su frente una tras otra...no puede aguantar ni un segundo más, siente como sus brazos comienzan a fallar y la fuerza se esfuma de su ser.

- No puedo más, voy morir... -piensa fugazmente fruto de la desesperación, dejando caer su cuerpo sobre él suelo-.

- ...¡Oh, vamos Evelyn!, ¡¿enserio es todo lo que puedes hacer?! -refunfuña Karenn acompañada de un suspiro-.

- Jamón pensar que Evelyn es una vaga -le dice seguidamente el enorme ogro-.

- ¡Oye!, llevo horas entrenando ¡no puedo más! -se queja dedicándoles una mirada de enfurruño a sus compañeros-.

- Deberías tener un poco más de motivación -la regaña la vampiresa recorriendo con la mirada de arriba a abajo a la faelienne-.

- Mmm...sabes algo que sí tengo... -dice la pelinegra levantándose del suelo y sacudiéndose el polvo-.

- ¿Qué? -pregunta la ojiverde con brazos cruzados y una ceja alzada con curiosidad-.

- Hambre... -comenta la faelienne con una tremenda sonrisa divertida-.

- ¡Qué morro! -dice Jamón con un puchero-.

- ¡Oh vamos chicos!, llevo entrenando todo el día, desde el alba, no podemos dejarlo hoy aquí, es la hora de cenar...por favooor... -pone ojos de cachorro y junta sus manos en forma de suplica-.

Karenn y Jamón se miran con dudas y indecisión, muy cierto es que la pobre chica lleva entrenando desde que salió el sol, pero por otra parte, también era cierto que el duro entrenamiento al que la someten era necesario, ambos solo quieren lo mejor para ella, ya que para la vampira, se ha convertido en una de sus mejores amigas junto con Alajea, mientras que para el enorme ogro, es alguien adorable, al que enseñar a defenderse y a defender, de toda alimaña que quisiera causarle daño alguno. Aunque bien, también era cierto, que a lo largo de estos meses la joven ha aprendido a pelear bastante bien, es ágil, rápida y bastante silenciosa, no hay duda de que forma parte de la guardia sombra.

Sin ser consciente de ello, la faelienne, comenzaba a ocupar espacio en los corazones de algunos miembros de la guardia de Eel.

- Esta bien... -suelta Karenn con pesadez- pero mañana deberás acabar el entrenamiento completo-.

- ¡Guay! -exclama entusiasmada- ¿Jamón tú también vienes al comedor? -le pregunta con ilusión-.

- Yo no poder, tener reunión con Miko ahora -dice un poco resignado-.

- Ohh, vaya es una pena, espero que podamos comer juntos otro día -le responde la faelienne con una sonrisa triste-.

Después de despedirse de Jamón, ambas chicas se dan una ducha rápida antes de dirigirse al comedor.

Mientras el agua cae sobre su cabeza, un pensamiento la ocupa...

- Nevra no ha llegado aún... -piensa soltando un suspiro pesado enjabonando su pelo-.

Evelyn es consciente de que el jefe de la guardia sombra, su jefe, se encuentra en una misión de máxima importancia, y de lo que también es consciente, es que debía de haber llegado el día de ayer.

No han sido poca las veces que su líder a intentado propasarse con ella, la chica es consciente de que Nevra desea su sangre, sin embargo y para su desgracia cada vez le es más difícil negarse, él parece hipnotizarla...

Según su pensamiento, o al menos lo que ella quiere creer, se ha terminado ¨encariñando¨ de su apuesto líder, cosa que para ella es inanmisible, pero a la vez, irremediable. Por lo tanto, no puede evitar que un nudo de preocupación se cree en su estómago.