- Nev... -susurra la chica incapaz de ser consciente de la situación en la que se encontraba su líder respecto a ella, haciendo que este sacudiera su cabeza confundido y saliera del trance-.
- ...T-Tranquila... -le dice el avergonzado de si mismo y apartándose de ella de inmediato- ¡maldita sea, donde esta Eweleïn! -suelta disgustado mientras que la culpabilidad y la vergüenza comienzan a invadirle por dentro-.
- ¡Ya estoy aquí!, ¡lo lamento muchísimo, me encontraba en la biblioteca cuando llego...Karenn! -explica con preocupación la elfo mientras sus ojos se posan sobre el cuello de Evelyn-.
Nevra se hecha a un lado y deja que Eweleïn haga su trabajo.
Por unos minutos la examina con extrema precaución, finalmente, veredicta que la chica no se encuentra en un estado de alerta, sin embargo, su cuello esta muy lastimado.
Por último, decide que por seguridad debe hacerle un chequeo completo y su jefe debe salir de la sala.
- ¡¿Por qué?!, ¡¿por qué?!, ¡MALDITA SEA! -se recrimina el vampiro mentalmente al salir por la puerta de la enfermería-.
Es consciente de que desea la sangre de la faelliene, desea que sea suya...pero no de aquella manera...no sin que ella lo consienta, no sin que ella se lo pida, nunca obligo a ninguna chica...y muchos menos Evelyn sería la primera.
No entiende como ha podido llevarse hasta tal punto por sus bajos instintos, era como sí se sintiera preso de sus propios impulsos y cuerpo.
Se había encontrado en decenas de situaciones en las que feminas de la guardia se herían, y incluso había llevado a cabo simples curas, sin ningún tipo de problema, jamás le había pasado algo parecido, nunca había perdido el control de si mismo...
Minutos más tarde, la chica comenzó a vestirse tras la revisión de Eweleïn, aún confundida de por qué aquel cíclope había desencadenado tan tremendo odio hacía ella...
- Eweleïn...ese cíclope...¿ha intentado matarme, cierto? -pregunta la chica temblorosa siendo consciente de la gravedad del terrible asunto-.
La elfo, que se encuentra buscando unas vendas, suspira con pesadez, unos instantes antes de girarse a la chica con una tremenda tristeza en la mirada.
- Por desgracia...así es... -reconoce triste evitando el contacto visual con la pelinegra-.
- ¡¿P-Pero por qué?! -exclama la chica aturdida-.
- No es algo personal contigo...Theo odia a los humanos... -le aclara la peliblanca- durante el exilio a Eldarya, el miedo controlo a los humanos, masacraron a toda raza faerica que fuera reconocida como amenaza...y entre ellos, estaban los cíclopes...él, perdió a su esposa...
La chica se quedá en silencio por unos segundos ante tal información.
Había oído hablar del exilio, pero nunca supo hasta que punto llegaron los suyos...
- Vaya...yo...me avergüenzo de mis antepasados -dice angustiada y trastornada por dicha información, dejando que una diminuta lágrima saliera de sus ojos ante tal oleada de emociones-.
- Sea como sea, no justifica los actos de Theo...tú no has hiciste nada, ni siquiera habías nacido... -dice Eweleïn sonriendo con comprensión y limpiando delicadamente la lagrima que corría por la mejilla de la ojinegra-.
Como prevención la elfo considera que la medio humana deberá llevar un collarín a lo largo de una semana, para así, evitar que force demasiado el cuello y que sus lesiones se agraven.
- Por supuesto, es obligatorio el reposo -le exige la elfo con gesto contundente, siendo consciente de lo sumamente nerviosa que podía llegar a ser Evelyn-.
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~Muérdeme...~(ELDARYA~Nevra)
FanfictionTras seis meses, nuestra protagonista Evelyn, comienza a acostumbrarse a su nuevo mundo, pero es incapaz de dejar atrás la tierra, los recuerdos de sus seres queridos prevalecen ante todo, se siente tan débil en este nuevo mundo... Varias preguntas...