Bella. La Power Machine

Capítulo 6

—Por supuesto, madre —dije para luego salir de la habitación e ir a la parte más alta del imperio. 77 pisos sólo para observar el bello esplendor de las estrellas.

—Bella —dijo Zákiel. Al parecer me siguió en silencio, puesto que no noté su presencia mientras subía por todo el imperio— ¿Qué vas a hacer?

—No tengo la más mínima idea —dije sin alejar la vista de las estrellas.

—Pero, dijiste que tenías un plan.

—También dije que presté atención a tus clases —mencioné observando una lejana galaxia en el horizonte.

—¡Dices que no prestaste atención a nada de lo que te dije!.

—Exactamente —le dije sin rodeos— ¿Qué vamos a hacer?

—No... no lo sé —dijo Zákiel un tanto deprimido.

—¿Qué sucede si la power machine no recibe la energía que necesita? —pregunté mirando a Zákiel.

—Existen multiples teorías acerca de ello, pero todas coinciden en que será completamente desastroso para el universo —dijo mi hermano con una expresión pensativa.

Minutos después de esas palabras, se escucharon alarmas en los primeros pisos del imperio. Inmediatamente Zákiel y yo fuimos a ver que ocurría.

Las alarmas que sonaban sin parar, se encontraban en el piso siete. Los guardias estaban encadenando a mis dos mejores amigas.

—¡Victoria! ¡Octavia! ¿Qué sucede? —pregunté sin aliento por haber bajado setenta pisos.

—Éstas dos pueblerinas entraron sin autorización alguna al palacio —explicó uno de los guardias.

—¡Solamente abrí un portal para ver a Bella! —dijo Victoria con lagrimas en los ojos— ¡¡No es algo tan Grave!!

—Descuiden Altezas, inmediatamente serán llevadas ante la justicia y pagarán por sus errores —dijo el mismo guardia.

—¡Esperen! —grité para evitar esa injusticia— Ellas dos son Victoria y Octavia Óxen hijas de Smith y Anne Óxen, son mis hermanas.

—Negativo princesa, Usted sólo posee un hermano y es el señor Zákiel, heredero de Infinity —dijo el guardia.

—Pero son mis amigas, mis hermanastras, mis compañeras, mis camaradas —dije tratando de convencerlo de que eran inocentes. El guardia comenzaba a agotar mi paciencia.

—Tenemos órdenes de llevar cualquier intruso ante la justicia —dijo firmemente el guardia— Sólo la realeza puede alterar nuestras órdenes.

—Pero, ¡yo soy de la realeza! —creo que ya se acabó mi paciencia.

—Con todo respeto, usted no es el Rey, tampoco es la Reina, ni mucho menos el heredero, de usted no podemos recibir órdenes —dijo el guardia con firmeza.

—Si bien recuerdo su nombre es Harvey. Por tanto, Harvey, éstas dos chicas son inocentes y son leales a la Reina, tienen permitido visitar a la princesa Bella siempre que esta se encuentre presente —dijo Zákiel con esa calma y paciencia que caracterizaba a mi padre— deben ser liberadas inmediatamente.

—Por supuesto Señor Zákiel —dijo el guardia quien mandó a desencadenar a ambas chicas.

Todos los guardias se marcharon a distintos lugares del imperio para continuar patrullando.

—¡Mil Gracias, Zákiel! —dijo bastante aliviada Victoria— ¡Gracias de verdad!

—Yo no importo en este reino —pensé en voz alta.

—Bella, —dijo mi hermano al escucharme— durante generaciones esta familia sólo ha tenido un sólo hijo, al poseer dos hijos automáticamente todos consideran más, em... más importante al primero.

—¿Más Importante? —creo que eligió mal las palabras— Yo voy a alimentar a esa Power Machine, sin mí cosas desastrosas ocurrirán, pero eso es algo que nadie ve.

Respiro y parte de mi alegría y paciencia interna vuelven. Ahora que he vuelto a la normalidad gracias al silencio que han hecho los demás, puedo recordar cuál era mi preocupación inicial.

—¿Porqué es tan importante la Power Machine? Y ¿Qué sucedería si la power machine no recibe la energía que necesita?.

—La máquina mantiene la energía circulando y permite que todo funcione tal y como debe de funcionar, pero no sé con exactitud que sucede si no recibe la energía que necesita —dijo Octavia— . Si gustas podemos investigar un poco en la biblioteca del imperio en el piso veinte.

—¿Cómo sabes de esa biblioteca? —preguntó Zákiel.

—Yo le dije —mencioné sin rodeos mientras me dirigía a la biblioteca.

Todos subimos por las escaleras cristalinas trece pisos hasta llegar al número veinte. La biblioteca es bastante inmensa, con enormes libreros de cristales cubiertos de flores azules y moradas para adornar el lugar. Contiene libros antiguos y modernos de toda clase de temas, pero hay muy pocos acerca de la Power Machine.

Nos separamos y nos pusimos a buscar libros que hablasen de la Máquina. En especial buscábamos uno que hablase de lo que ocurriría si la máquina no recibía esa energía.

Llevábamos horas buscando y no habíamos podido hallar nada.

—¡Oigan tengo una super idea! —exclamó Victoria después de horas de silencio— ¿porqué no visitamos a la Madre de Infinity?

—¿La madre de Infínity? —pregunté por no recordar ningún dato sobre ella.

—Si, ya sabes, la madre del primer Rey ángel del poder de Infínity —me respondió Victoria— . No sé cómo se ha mantenido viva todo ese tiempo y aunque no se encuentra muy bien físicamente, tiene toneladas de conocimiento y de seguro sabrá toda la historia sobre la Power Machine.

—¡Ya recordé su historia! ¡Ella es legendaria!

Luego de aclarar mis dudas, todos aceptamos ir a visitarla y Victoria abrió un portal al "Valle de la Mañana", un lugar muy agradable que se podría asemejar a un paraíso.

El Valle de la Mañana, un lugar escondido tras las montañas y protegido secretamente por todos los reyes de Infinity. Muy pocos saben su verdadera ubicación.

En el centro de todo el valle está una torre cubierta por matorrales y gigantescas enredaderas con flores donde habita la Madre de Infinity. Zákiel conoce una manera secreta de entrar a la torre, así que lo seguimos hasta llegar dentro de una estrecha habitación gris. Había una pequeña puerta de metal color negro dentro de esta.

No sabíamos si entrar o quedarnos observando la puerta. Al final optamos por abrirla y entrar.

Al otro lado de la puerta, había una inmensa habitación con abundante vegetación por todas partes. Rosas, girasoles, margaritas y muchas más, era increíble e irradiaba mucha paz y felicidad. En el centro de la habitación se encontraba un gran trono de madera con una mujer bastante antigua sentada en él. La mujer inspiraba conocimiento y tranquilidad.

—Buenos días jóvenes —dijo la mujer con mucha calma— Hace mucho tiempo que no recibo visitas.

Nosotros no sabíamos que decir, digo, ella era legendaria, ¿qué podríamos decirle?

—El clima se ve agradable afuera —dijo la mujer girando lentamente la cabeza en dirección a la ventana en la pared del lado derecho— ¿Qué los trae por estos lados?

—Hemos venido a consultar su conocimiento y pedirle su consejo —dijo Octavia con respeto.

—Es Curioso, Hace mucho tiempo atrás alguien mencionó esas mismas palabras —dijo la mujer lentamente volviendo a observarnos— ¿Qué desean preguntarme?

—Nos gustaría saber la historia de la Power Machine —dijo Octavia firmemente sin ninguna pizca de emoción.