Capítulo 7

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—La Power Machine —dijo la mujer analizando las palabras de Octavia— ¿A qué se debe su curiosidad?

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—La Power Machine —dijo la mujer analizando las palabras de Octavia— ¿A qué se debe su curiosidad?

—Yo seré el siguiente ángel del poder que entrará allí y quiero evitarlo —le dije a la mujer un poco dudosa de decirle lo que siento.

—¿Evitarlo?, el entrar allí es una muestra de valentía y sacrificio.

—¿Sacrificio?.

—Regalarás parte de tu juventud para ayudar a tu pueblo, a tu familia. Hubiese sido maravilloso que yo hubiese sido parte de eso.

—Pero yo no quiero sacrificarme, ¡no quiero que nadie lo haga! —expreso, pero ahora sin dudar nada.

—Bella, cuando te sacrificas lo haces por un bien mayor, lo haces por aquellos a quienes amas. Muchas veces el sacrificio puede quitarte algo valioso de tu alma, pero valdrá la pena cuando sepas a los seres que has ayudado y salvado al entregar tu poder a la Power Machine.

—¡¡Pero debe existir una manera de evitar eso!! —mi corazón lo entiende pero nuevamente mi cabeza no lo hace. Le grité a la madre de Infinity— ¡¡Esa máquina está matando a mi padre y no permitiré que más ángeles del poder vuelvan a sufrir otra vez!!

Un silencio se escuchó luego de esas palabras.

Este es uno de esos momentos en los cuales digo las cosas sin pensar. Acababa de callarle la boca a la mujer más sabia de todo el universo.

Pensé que en ese momento se molestaría tremendamente conmigo, que me obligaría a entrar a la máquina sólo por mi enorme falta de respeto, incluso imaginé como me pasaban la comida a través de unos barrotes de metal reforzado como castigo. ¡Me arrepiento de todo lo que dije!.

Pero a pesar de todo, la expresión pacífica y alegre de la mujer no cambió.

—La Power Machine da energía a todo el universo, al universo más allá de Infinity, a galaxias desconocidas para nosotros —dijo la mujer, pero ahora dirigía sus palabras a Octavia— ¿me harías el humilde favor de llenar ese vaso con agua fresca?

—¿Agua? —pregunta Octavia confusa.

—Soy como un enorme Secuoya que necesita agua para seguir viviendo.

—Si, le daré agua.

Octavia observó un vaso sobre un librero de madera detrás de ella al lado de la pequeña puerta negra. Caminó hacia este y posicionó un dedo sobre la abertura del vaso para fabricar agua y darla a la mujer.

Bella. La Power MachineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora