chewing gum | haechan

nueve.

¡Penúltimo capítulo!

Su mano estaba en mi cintura, lo jalé del cuello y lo hice. Lo besé. Rápido correspondió él.

Mi corazón se aceleró al sentir sus labios, subí mis manos hasta rodearlo con mis brazos su cuello.

No podía creerlo, la persona más odiosa me estaba besando.

Después del beso, juntamos nuestras frentes y sonreímos. Mi sonrisa se borró al ver a alguien a lo lejos. Mi corazón se detuvo al ver de quien se trataba, Mark.

Sus ojos estaban rojos, quería llorar pero lo estaba soportando, me alejé de Haechan para poderme acercar a Mark pero él se alejó cuando estaba cerca de él, sus manos estaban hechas puño.

-¿Por qué jamás me lo dijiste? Por esto me estuviste evitando todo este tiempo, ¿Verdad? -mi voz se había ido, tenía un nudo en la garganta.- ¡HABLA! Te entregué mi corazón, te apoyé en todo, te confesé mis sentimientos y saliste huyendo, en cambio, llega él hace lo mismo y tu lo recibes con los brazos abiertos, ¿es en serio? Jamás me dijiste lo que tu sentías, me dijiste que lo odiabas y ahora lo amas. ¿Cuando cambió todo eso? -sus lágrimas caían por su rostro, jamás lo había visto tan destruido.- Eso me pasa por ser el comprensivo, el amable, el que todo soporta, el idiota. -dicho esto se fue corriendo.

Me dolía el corazón al verlo así de destrozado. ¿Qué debería hacer?

-Todo estará bien, tranquila. -habló Haechan mientras me abrazaba.

-No lo sé, jamás lo había visto así. -dije pasándome la mano por el cabello.

(...)

Los días habían pasado, la escuela entera que Haechan y yo estábamos saliendo, era incómodo. No había podido hablar o aclarar las cosas con Mar dado que éste me evitaba o me ignoraba cuando me veía. Ahora se juntaba con un muchacho de su grupo y se le veía feliz como si nada hubiera pasado, me dolía ver que sonreía y ya no era yo la que causaba esa sonrisa.

Justo iban pasando por en frente de mi y al verme, él volteó la mirada. Me había ignorado, otra vez.

Corrí hacía él y lo tomé del brazo y lo jalé hacia un aula que estuviera sola. Dejé que él pasara primero y después cerré la puerta detrás de mi, le coloqué seguro. No quería interrupciones.

-No saldrás de aquí hasta que me escuches. -amenacé.

-Déjame salir de aquí, Soo. -dijo fríamente.

-No, quiero que me escuches.

-¡Jung Soo! - gritó mi nombre haciendo saltar en mi lugar.

-Jamás me habías gritado. -y eso era cierto, jamás lo había hecho.

-Es que estoy harto de todo esto, quiero regresar a ese tiempo donde sólo eramos tu y yo, donde no estaba él de por medio. ¡Quiero que vuelvas a mi! Joder. -golpeó la mesa que estaba cerca.

-Mark... - susurré.

-No te me acerques. Sólo abre la maldita puerta y déjame en paz. -dijo caminando hacia la puerta. Le obedecí mientras comenzaba a caer lágrimas por mis mejillas. Él salió azotando la puerta. Caí mientras lloraba, esto dolía.