Capítulo 54:
Cuando despierto veo a Eleanor con una gotita de saliva cayendo por su boca. Louis, estás perdido. Me levanto al baño y me aseo, no queda de otra que salir en toalla a la habitación de Danielle a ponerme su ropa, en el camino me encuentro a Edward en toalla tambien, le cubre de la cintura para abajo. Su cabello está goteando y sus abdominales están mojados. Él me mira de pies a cabeza y siento algo que no había pasado antes. Está saliendo de la habitación de Danielle, mi cuerpo se eriza y me dan ganas instantáneas de matarla, imaginarla siendo tocada por Edward me hace agonizar. La mirada de Edward tampoco está como de costumbre. Damos dos pasos hacia el frente uno hacia el otro y nos miramos a los ojos. Levanto mi mano y él tambien lo hace sincronizadamente, nuestros toques se unen, se me olvida mi nombre, mi apellido y mi sangre. Me lanzo sobre Edward y él me arrastra hacia una habitación, fuese cual fuese, por suerte estaba vacía. Nuestras toallas se caen y Edward me abraza apretado la piel desnuda de mi espalda. Yo me aferro a su cuello y se lo beso con intenisidad. Edward entierra sus dedos en mi piel y besa mi hombro, yo deslizo mi mano por su espalda y sigo dando besos en su cuello, nuestros sexos pegan pero no siento dureza en su zona, yo tampoco siento éxtasis, sólo quiero abrazarlo y sentirlo cerca de mí y que no piense en nadie más.
-¡¡Dios mío!!- escucho a mi madre. Suelto a Edward y ambos la vemos sorprendidos. No más que ella que está pálida y nos mira de pies a cabeza, luego de voltear los ojos ella cae al suelo.
-¡Mamá!- corre Edward hacia ella, yo me agacho a su par- Jane, ve a vestirte antes que alguien más venga.
-Pero...
-¡Vete!. ordena, yo me levanto, me pongo la toalla y salgo de regreso a la habitación, Eleanor sale del baño y se asusta al verme.
-¿Qué te pasó? Traes los labios morados, pareciera que viste un fantasma.
-Es que lo ví, Eleanor una pregunta...¿A tí te gusta Edward?
-Sí, no tanto como Louis pero sí, pero él está con Danielle y él me agrada así que no pierdo su amistad- Tonta.
No tuve más remedio que ponerme la misma ropa y bajar de la mano con Eleanor, mis manos estaban frías y yo nerviosa. Abajo estaba Harry, Sasha y Danielle ¿Dónde está Edward?
-Buenos días- dice Eleanor amablemente. Harry me mira confundido.
-Espero que no le moleste que Eleanor haya dormido aquí- digo en modo de disculpa.
-No pasa nada. Sasha hizo waffles, pónganse cómodas- Harry sonríe con sus mejillas rellenas. Noto en el rostro de Danielle desagrado al ver a Eleanor.
-Buenos días, Jane- sonríe Sasha.
-Hola, Sashis ¿Cómo te va?- Murmuro y ella sonríe. A la mitad de los waffles se me corta la leche que estoy tragando y mi madre baja detrás de Edward, él parece haber visto un espectro.
-Buenos días- dice él e imnediatamente hacemos contacto visual.
-Hola, inútil- actúo natural.
-Muchas gracias por dejarnos dormir aquí, Harry- mi mamá toma un vaso con agua y lo toma.
-De nada, usted y sus hijos son bienvenidos aquí- Cuanto respeto, todo por la presencia de Sasha y Eleanor, que son las únicas que no saben.
-Qué trágico ha sido todo esto, espero que tu hermana esté mejor.
-Lo está ahora que ya Martín está aquí, gracias por darle la semana libre.
-Es lo menos que podíamos hacer. Por cierto, Harry ¿Puedo hablar contigo luego del desayuno?