Capítulo 33:
-¿Nos detenemos?-se detuvo.
-¡No traes puesta la sábana!- dije alarmada. Él sonrió.
-Jane, yo no uso los condones para no embarazar mujeres...
-¿Uh?- no entendia nada.
-Inhibición reversible del esperma- afirmó. Cada palabra me confundía más. Maldita inexperimentada. Sonrió tierno al ver mi cara de confusión- ¿Sabes lo que es un vasectomía?- ¿Vasectomía? ¡Se operó para no tener hijos! Asentí con cara de pánico- Eso, pero reversible...Algún día querré tener retoños.
-¿Y por que tiene tantos condones? ¿Los colecciona?
-No- salió de mí y se arrecostó a la par mía- ¿Quieres saber las razones por qué los tengo?- Asentí inmediatamente- No confío en las mujeres con las que me acuesto, no tengo tiempo para hacerle chequeos semanales porque sé que no son exclusivas para mí, además es por cuidarlas a ellas también. No sé con que tipo de gente se enredan.
-¿Entonces por qué se hizo la vasectomía reversible si usa eso?- No era capaz de mirarlo a los ojos.
-Soy hombre, Jane. Es más placentero sentir la piel en vez de un plástico. Con una sola no los usos; Caryol- Respira, Jane, Respira, mátala mañana pero por ahora respira- Sé que ella es exclusiva para mí y confío en ella.
-¿Hablando de tus amantes mientras tenemos faje?- dije fulminándolo con la mirada.
-Sólo quería que entendieras mi punto- presionó mis mejillas con delicadeza- Ninguna antes me ofreció lo que tú; su virginidad.
-¿Qué me ofrece usted?- Su boca se abrió inmediatamente al igual que sus ojos. Palmaditas en la espalda metafóricas para mí.
-¿Qué quieres de mí?- suavizó su expresión. ¡Que mande a Caryol a comer vomito de ballena!
-Enséñeme- suspiré-...Enséñeme todos los secretos del...
-...Sexo...-terminó mi oración, yo asentí- Creo que necesitaremos más de una noche para eso- me abrazó. Estaba comenzando a sentir frío por la falta de protección sobre nosotros.
-Pero...debería terminar lo que inició- alcé una ceja, él soltó una sonrisa traviesa.
-Cierra los ojos- ordenó, yo los cerré. Sentí como se levantó y no lo sentí más, me preguntaba que estaba haciendo. Sentí sus manos frías acariciando mis muslos cuando de repente los separó con suavidad, mi vientre se contrajo- No los abras- me advirtió- Esto no te dolerá nada- susurró. Sentí su respiración en 'Venus' ¿Es lo que estaba pensando? <A mi no me mires, yo sólo sé de malditencias no faje> Escuché el sonido de su boca y sentí su mojada lengua recorrer toda la zona lentamente.
-Ahh- jadeé y me espalda se encorvó. Se sentía tan...bien, demasiado bien. Era lo más placentero que jamás había sentido. Era como una cosquilla justo en el punto más frágil. Como tener el control de todo mi cuerpo en un sólo punto. Harry movía su lengua rítmicamente cada vez más rápido, lo que me hizo empezar a sentir algo que jamás había sentido. Justo antes de alcanzar el límite Harry me soltó ¡Que! ¿Por qué para?
-No seas egoísta...Mejor disfrutemos los dos...-plantó un beso en mi abdomen, luego uno en mi pecho, luego en mi cuello y en la punta de mi mentón- ¿Quieres jugar o ya estás cansada?- susurró merodeando mis labios.
-Aguanta cinco fiestas seguidas, baile, alcohol, drogas y todo lo demás...Juguemos- sonreí. Harry tomó el control y cerró el techo.
-¿Tienes frío?- encendió la calefacción. Trataba de mirar su cuerpo desnudo entre la luz ténue pero estaba bastante oscuro. Abrió una gaveta y sacó una caja roja. Me la acercó y se sentó en la cama frente a mí La caja era roja brillante y traía un agujero mediano tapado con tela negra- Mete la mano y saca una tarjeta- me miró divertido.